XV

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"30 de abril de 1995

Querida Brooke:

La guerra está cerca, nadie lo ha dicho ni lo ha confirmado, pero la puedo sentir muy cerca. Nuestro alfa ha ordenado que hombres y mujeres entrenen el doble de duro, los herreros forjan armas nuevas, letales, bañadas con veneno, espadas y dagas con doble filo. Esperamos una masacre muy pronto. 

Tu madre y yo tememos por tu vida, si fueras un poco más grande podría explicarte las cosas, pero ahora puedo solo hacerlo en este papel con la esperanza de que un día llegue a ti y puedas comprender que los sacrificios que hemos hecho son todos por el bien de nuestra manada, tu hogar. Nuestro alfa incluso habló con nosotros acerca de que tú fueras nuestra próxima Luna, líder de este lugar, tendrías a tu poder recursos inimaginables, un ejército completo de lobos y lobas a tu disposición, pero claro, a la mano de quien sería tu pareja, el niño ricitos de oro. 

Si un día tuvieras ese poder en tus manos, estoy seguro que harías un cambio enorme en la vida de muchos. Porque tener vidas a cargo de ti es una enorme responsabilidad.

 Con amor

Papa"

Mientras caía, sentía la fría brisa del invierno acariciando mi pelaje, el dolor del disparo de Nathan era ahora solo una ligera molestia en mi pierna. Recordé sus ojos mostrando valentía pero escondiendo tanto temor detrás, dijo que me había encontrado, era a mí a quién estaba cazando sin saberlo, quiso matarme. Eso prueba que si supiera la verdad, si no es que gracias a Gina ya lo sabe, de todas maneras, querría cazarme, mi especie mató a su padre, aún no se los detalles pero es suficiente para tener claro que aunque si hubiera querido casarme con él y tener una vida juntos, jamás podría olvidar lo que sufrió. No viéndome a los ojos todos los días. 

Pero todo eso no importaba, la caída era enorme, no recordaba que fuera así la última vez que Amelie fue quien nos arrojó del acantilado. El medallon volaba frente a mi rostro, ya no lastimaba mi piel, sino que solo brillaba con la luz de la enorme luna llena. Imágenes se cruzaban por mi mente, de espadas derramando sangre, el sonido del llanto de mujeres y hombres con los cadáveres de sus familiares, en medio de todos, un enorme lobo gris, acompañado de una loba de casi la misma estatura, pero color blanco. Los dos luchando contra un ejército completo, arrancando extremidades de quienes estuvieran a su paso. Luchando lado a lado. Mates. Compañeros de vida. 

Brooke, estamos cayendo a nuestra muerte. 

¿Amelie? ¡Jamás creí extrañarte tanto!

¡Estamos cayendo y me dices eso!

Dios mío, estamos cayendo y ya puedo ver el lago congelado a solo unos metros de mi, el cosquilleo pronto apareció en todo mi cuerpo, mis brazos y piernas estaban inmóviles, ¿Por qué brinqué del jodido acantilado? En lugar de ponerme a gritar y perder el tiempo en ello, vi a mi alrededor, sería imposible agarrarme de cualquier cosa para evitar morir como huevo estrellado. Aún convertida en loba apunté mis garras hacia las rocas cubiertas de nieve del acantilado, debía intentar clavarlas de alguna forma. Pasaba por largas ramas sin hojas, como pude estiré mis patas delanteras para acercarme lo más posible las rocas y ramas, cuando por fin logré alcanzar una, se resbalo entre mis garras. 

¡Vamos a morir!

Seguí intentando, nuevamente la rama que quise agarrar paso entre mis dedos, solo quedaba una más. Mi última oportunidad, era eso o morir. Estando a solo centímetros de la rama hice lo que pude sacudiendo mi cuerpo en el aire para acercarme aún más y lo logré. Había agarrado una gruesa rama que quería escaparse de entre mis dedos, clavé mis garras lo mejor que pude, sentía las astillas clavándose sobre mis patas, pero tuve que resistir, la muerte sería peor. La rama alentó mi caída, pero no pude sostenerme.

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⏰ Última actualización: Nov 28, 2023 ⏰

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