Capítulo 7

5.8K 413 70
                                    

Capítulo 7: Tareas absurdas y algo se movió, estoy segura.

  Podemos decir que sí algo le encantaba a Mérida, era la clase de mitología Griega pero no, no es por lo que seguro estás pensando; la realidad era que amaba ver cómo los mortales cambiaban la historia de formas increíbles o bueno, la profesora Brackshawn en este caso. Sí bien entendía que habían pasado siglos de muchos de los mitos y que de tantas bocas en las que habían pasado era imposible que no hubiese al menos un cambio, por más que intentaba entender, no comprendía la razón por la que esta mujer en particular se creía mucho por tener un magister en algo que no dominaba en lo absoluto.

—Señorita Dumbroch, ¿me podría explicar qué le parece tan divertido? —Le preguntó la profesora al escuchar a Mérida luchar por detener sus carcajadas.

—¿A mí? No me divierte nada, profesora. —Dijo colocando la cara más seria que pudo, aunque eso último no es cierto, no hizo ni el más mínimo esfuerzo porque le gustaba fastidiar a esa mujer desde que la vio por primera vez. —Continúe con su interesantísima explicación.

—No, sí tan interesante le parece ¿por qué no nos dice usted cómo era la relación de Hefestos con Afrodita? —Dijo con una mirada de satisfacción al creer que había ganado.

«Ilusa» Pensó Mérida; «No, no, no» Pensó Elsa; «Esto se puso interesante» Pensó un recién despertado Jack.

—Claro. —Dijo y se paró al frente. —¿Qué desea saber? — Preguntó Mérida sonriendo.

—No lo sé, la profesora eres tú ¿no? —Espetó la profesora sentándose, no recibía la suficiente paga por esto.

—Bueno, los dioses nunca fueron un sinónimo de fidelidad y la relación de Hefestos con Afrodita fue un ejemplo de ello, es horrenda; él no era el más papi de los papis «sí sabes a lo que me refiero» pero era un esposo dedicado, quería hacer feliz a su esposa «aunque ella se casara con él por un ultimátum de Zeus» La cuestión es que, siendo Afrodita la Diosa del amor y la belleza quería un esposo que fuese agradable de ver como el hermano de Hefestos, Ares y creo que ya se imaginan lo que sucedió entre esos dos. —Dijo Mér subiendo y bajando las cejas, a este punto todos los de la clase le prestaban atención. — Lo peor es que aunque todos se lo decíamos, digo, aunque todos le decían a Hefesto cosas como "Viejo, te están saliendo cuernos" o susurraban "Cabrón" cuando pasaba, su ingenuidad era más grande.

» Un buen día pasó lo que tenía que pasar, los encontró juntos pero se hizo el policía de Varela⁵ e ideó un plan, nadie hace ver al dios de la forja como un tarado y se queda con la suya; Una noche tejió una red de bronce que colocó disimuladamente sobre la cama, luego le dijo a su esposa que tendría que hacer un viaje corto y se marchó, esta ni corta ni perezosa ⁶ llamó a Ares pero cuando se acostaron en la cama para ya saben qué, boom quedaron atrapados— Dijo y algunos se asustaron por el gritó, otros como Flynn solo querían ver el mundo arder y las otras diosas ya se sabían el cuento de memoria. — Al día siguiente Hefestos regresó de su viaje y llamó a todos los habitantes del Olimpo y cuando digo a todos es a todos para avergonzar a los amantes, ufff, no saben lo mucho que se burlaron de ellos por siglos, a día de hoy aún se los recuerdan— Dijo riéndose. —Es decir, se los recordarían sí existiesen y eso.

»La verdad es que Hefestos pensó en divorciarse de Afrodita luego de eso pero su buen corazón nunca se lo permitió y ella, pues continuó engañándolo con Ares mientras Hefestos hacía el que no sabía nada. —Finalizó.

Que tonto, siendo él los dejo colgando por siempre y me divorcio de esa mujer. —Dijo Hiccup enojado pues su posición sobre la mujer no mejoraba.

Diosas y Mortales (The Big Eight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora