El cuarteto inseparable se unificó a sus compañeros de clase para buscar una forma de escapar de aquel lugar, debía ser pronto si no querían que el asesino en serie los capturara y los asesinara a sangre fría.
Temían por sus vidas, la adrenalina en sus organismos internos se encontraba en proporciones gigantescas.
- Tengo varias hipótesis -comenzó Hammett, todos le contemplaron, aunque el resto de sus compañeros de clase estaban más pendientes de que si llegaba la señal en sus teléfonos móviles-... Cabros, ¿se acuerdan de lo del gemelo malvado? -sus tres amigos asintieron, Lars un tanto eclipsado todavía por el asunto- Bueno, yo creo que... el resto de las historias que contamos... -se mantuvo en silencio y tragó saliva con nerviosismo.
- ¿Insinúas que el resto de nuestras historias se harán reales o qué? -James frunció el ceño, sin creerle mucho.
- No sé, es lo único que se me ocurre...
- Ah, pero ustedes contaron historias de terror con asesinos, ¿no? -interrumpió Cliff, ellos asintieron- Pues, creo que Kirk tiene razón...
- Sea lo que sea que esté pasando -opinó Ulrich-, es mejor buscar una solución a todo ésto. ¡No quiero morir tan joven, joder!
- Y nadie querrá morir bajo circunstancias tan mierderas como ésta -prosiguió opinando el rubio.
- Ah, obvio...
Mantuvieron un silencio incómodo.
El morocho de baja estatura se levantó del suelo y observó a sus alrededores, no había rastro de nadie. Los demás chicos, le quedaron mirando extrañados, todos se encontraban ocultos debajo de una mesa de la cafetería, en una especie de "fuerte" confeccionado con varias mesas.
- Señoritas y caballeros, ¿tienen alguna mejor idea que sólo esconderse? -negaron.
- Siéntate, imbécil, que por tu culpa nos van a pillar... -Hetfield gruñó y rodó los ojos.
- Ah, vale, yo sólo quiero ayudar, relájate... -levantó las manos en señal de "yo no fui", rió un poco y se sentó junto a sus amigos.
Dieron un salto tremendo por la impresión, se les erizaron los vellos al oír lamentos. Gritos de sufrimiento de una mujer. Se miraron en busca de una respuesta telepática para saber qué hacer frente a esa situación.
- ¿Vamos? -cuestionó Burton, sus amigos le apoyaron en aquella idea.
- De paso nos buscamos una manera de escapar -dijo Ulrich y le dieron la razón, era una buena instancia para salir a buscar ayuda o... morir.
El cuarteto salió del fuerte para aproximarse de dónde venían los lamentos, quizás así podrían sacar información de la persona herida para saber acerca del asesino. Sabían que, por haber visto tantas películas de terror, separarse en una situación así sería la peor decisión de todas. Activaron sus cinco sentidos al máximo esplendor, quedaron impactados al ver a una señora que lloraba desconsoladamente, tras un buen rato tratando de descifrar qué era lo que decía, lograr comprender su dialecto:
- ¡Mi bebé, oh, mi bebé! -era lo que lograron comprender de aquellos gritos desgarradores.
Abrieron los ojos en pánico, intercambiaron miradas. Tuvieron un mismo pensamiento y pensaron en la misma "solución" además: huir. Porque si la señora llegaba a verlos, sería igual a que si el asesino los pillara, no obstante... ¿sería ella el asesino? Era algo que podía ser dudoso ya que ésta no presentaba manchas de sangre, comparándola con las víctimas que fallecieron bajo circunstancias sangrientas.
Regresaron a la cafetería y no había nadie. El fuerte estaba destruido. El miedo los invadió de peor manera...
- ¿Q-qué hacemos? -preguntó Lars mientras temblaba, los demás estaban en las mismas condiciones- ¿Era esa la llorona o...?
- Creo que sí... -contestó Cliff, mostrándose un poco más calmado que el resto.
- Todo es culpa del negro alcahuete que se le ocurre contar historias de terror -bufó James.
- ¡Y yo que sabía que ésto ocurriría! Aparte, todo ésto no me lo logro explicar, ¿cómo...? ¡Es que no lo entiendo! -reprochaba Kirk, aumentando el tono de su voz a un volumen muy alto para la conformidad de los demás.
- Shh, cállate que la señora esa nos va a hacer pebre si nos ve.
- En todo caso...
- ¿Volvemos a escondernos con los chicos, entonces? -sugirió el morocho de gran estatura, el otro morocho negó con la cabeza.
- ¿Y si trolleamos mejor a la señora esa para que quede atrapada o algo y luego desaparezca?
- ¿Estás seguro de ello, Lars? Puede ser peligroso... -llevó su mano a la barbilla para meditarlo.
Oyeron pasos aproximarse junto a una risa macabra y masculina, estaban seguros de una cosa: ese debía ser el asesino.
Salieron corriendo con sus piernas temblantes, en busca de sus compañeros de clase. Tenían infinitas ganas de gritar en horror porque en el camino iban encontrándose con sus propios compañeros huyendo y pillaron tres cadáveres de los que fueron alguna vez el grupo unificado en la cafetería.
Jadeaban y suspiraron en mero alivio cuando lograron esconderse en un salón de limpieza.
- ¿La trolleamos? -insistió Ulrich, sus amigos no estaban convencidos del todo.
- ¿Y cómo lo hacemos? Es que, un mínimo movimiento fallido y morimos...
- Lo sé, Kirk, necesitamos idear un plan perfecto para trollearl...
- Yo ya pensé -interceptó Burton-. Mientras corríamos... -se explicó- lo ideé muy bien, ¿se los cuento y lo ponemos en macha?
Asintieron más animados.
Así fue cómo realizaron el plan maestro. Tiraron al más imbécil -es decir, Lars- para que hablara con la señora.
- ¡¿DÓNDE ESTÁ MI BEBÉ?! -el chico parecía que en cualquier momento iba a hacerse pis en los pantalones, hizo una mueca y con una voz temblorosa contestó.
- E-en... ¡allá! -señaló el final de pasillo que no quedaba muy lejos.
La mujer iba caminando hacia allá, mientras el de baja estatura huía por su vida, se metió sigilosamente a un cuarto que quedaba a la derecha, mientras que James hacía ruidos de pasos en la izquierda.
La mujer, al notar que le habían mentido y escuchar los pasos en el pasillo izquierdo, emprendió rumbo hacia allá. El rubio huyó como pudo sin meter mucho ruido dando una vuelta hasta pillar el pasillo derecho y meterse a la misma habitación en que su amigo estaba refugiado.
Kirk y Cliff estaban ocultos detrás de unos basureros, esperando a que la señora entrara a un salón, para luego encerrarla ahí, bajo llave y con varios muebles bloqueando la puerta.
La misión de vencer a "la llorona" fue realizada con éxito. Se reunieron los cuatro y pensaron que lo mejor que podían hacer era reunirse con los pocos chavales de su clase que quedaban con vida, contándose a ellos mismos, quedaban con vida once personas.
Y, ¿quién se arrastraría a la muerte ahora?
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Who's Creeping Death? (METALLICA)
Fanfiction¿Y si las historias de terror se vuelven reales?