Al final, todos entraron en desesperación y corrieron por todas direcciones, separándose. Sabiendo que quizás, esa sería la peor decisión de todas.
Las discusiones internas se armaron, echándose la culpa unos a los otros diciendo que en realidad no había nada o que incluso, que el asesino podría ser uno de ellos infiltrado, tratando que parecer normal. Típicos pensamientos que se tienen cuando uno está en pánico como ellos.
Tras haber dado muchas vueltas al edificio, el cuarteto de amigos volvió a quedar junto.
- ¿Y ahora qué? ¿Cuántos jodidas historias contamos el otro día? ¡Se va a hacer de noche y seguimos aquí atrapados! -reprochó James de mala gana.
- Anda ya, que con los chavales estuvimos pensando que el asesino podría ser uno de nosotros, yo no me arriesgo a nada -bufó Lars.
- Um, creo que nos queda el cuento de las muñecas poseídas -recordaba en voz alta Cliff-. Ese era el último cuento, sí, era ese.
- ¿El último? ¿Luego de eso seremos libres?
- Ojalá que si... -contestó Kirk en medio de un suspiro- Porque todo el asunto ya nos ha salido cansino.
Volvieron a oír las risas, se asomaron por el pasillo a observar. Lanzaron un grito en horror al ver cómo una muñeca de porcelana reía frente al cadáver de un de los chicos de su clase. De inmediato, la muñeca giró la cabeza completamente hacia atrás con una sonrisa maquiavélica dibujada en su rostro de porcelana.
- ¡Corran!
Y eso hicieron, procuraron no separarse... bueno, sí, lo hicieron, sólo que quedaron juntos Cliff y James, y por otra parte Kirk y Lars. Yendo a direcciones contrarias, claro, antes de separarse hicieron un plan rápido para evitar morir. Si es que la muñeca era el famoso asesino, tenían que actuar lo más rápido posible.
Para resumir: huyeron en distintas direcciones para ir en busca de un implemento cada dúo, ¿qué implementos eran? James y Cliff buscaban un extintor, mientras que Kirk y Lars... un lanzallamas. Sí, eso último era casi imposible hallarlo en una universidad que tiene un estricto cuadro de seguridad, pero... ¿con intentar nada se pierde? ¡Nah, que va! Lo fabricaron ellos mismos con un encendedor, desodorante ambiental -lo hallaron en el baño-, y cinta adhesiva.
Mientras cada dúo se encargaba de encontrar los implementos, además, estaban preocupándose de que no hubieran más muñecas poseídas de por medio. Una vez que hallaron un punto de encuentro con la muñeca, pusieron en acción el plan:
Accionaron el lanzallamas casero, justo en un mal momento porque se atravesó uno de su clase y... CASI pero casi, por un pelo, casi lo queman. La criatura de porcelana comenzó a correr a su vez que el cuarteto iba tras ésta con el lanzallamas, hasta poder quemarla y se oyeron horribles gritos desgarradores.
Notaron que el fuego se estaba yendo de control entonces, con el extintor, fueron apaciguando el "incendio" hasta que desapareció.
Suspiraron en el mero alivio.
Era el último cuento. Es decir, no más asesino. Solamente tenían que escapar del lugar para conseguir ayuda.
Sin miedo a nada, se separaron los cuatro para buscar soluciones, a su vez que localizaban a los únicos dos chavales de su clase que quedaron con vida, uno ileso y uno cagado de susto porque casi lo queman vivo.
Quedaba poco para el fin.
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Who's Creeping Death? (METALLICA)
Fanfiction¿Y si las historias de terror se vuelven reales?