-Quiero más dinero.
-Ariana.
Camila estuvo a punto de soltar el teléfono. Lauren estaba en el cuarto de baño, organizándose para la cena de Acción de Gracias en casa de su madre.
-No tengo más dinero, Ariana -dijo en voz baja.
-No juegues conmigo, guapa. Estoy mirando tu casa ahora mismo. Si no me crees, asómate por la ventana. Esa casa debe de valer millones.
Camila se acercó a la ventana y vio una barca cerca del muelle, con Ariana al timón. ¿Aquella mujer estaba loca?
-No puedo conseguir más -insistió, mareada.
-Pues busca la manera de hacerlo.
-No...
-Entonces, dame el anillo de diamantes. Puedes decirle a tu mujer que lo has perdido. Ella te comprará uno nuevo. Bueno, el anillo estará asegurado, así que no tendrá que gastarse un céntimo.
Camila miró su anillo de compromiso. Cuando se lo regaló no estaba enamorada de Lauren, pero ya no pensaba separarse de ella.
-No puedo hacer eso.
-Entonces esta canario va a cantar.
-No, por favor. Dame unos días más. Una semana.
-¿Has dicho algo, cariño? -la llamó Lauren.
-No vuelva a llamar -dijo Camila, antes de colgar-. Era alguien pidiendo dinero para no sé qué...
Otra retorcida versión de la verdad.
«Hay un precio por cada mentira. Antes de abrir la boca, prepárate para pagar».
Lauren se acercó a ella, hermosa y con una sonrisa en los labios. No podía creer cuánto la amaba. Nunca había sentido nada así por ninguna otra mujer.
-¿Lista para otra cena con los Jauregui?
Camila estaba segura de que no podría probar bocado hasta que hubiera resuelto aquel asunto con Ariana.
-Estoy deseándolo.
-Mentirosa -Lauren la estrechó en sus brazos-. Pero ya has sobrevivido a dos cenas, seguro que puedes sobrevivir a otra más. El año que viene organizaremos la cena aquí.
Camila rezaba fervientemente para que hubiera un «año que viene», pero le parecía casi imposible.
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El insistente sonido del móvil despertó a Lauren el viernes a las siete de la mañana. Sólo llevaban en casa tres horas y las sábanas aún no se habían enfriado después de hacer el amor con Camila.
Medio dormida, se levantó de la cama y, con el móvil en la mano, se dirigió al estudio para no despertar a su mujer.
-¿Sí?
-¿Has leído el periódico?
Era Ally.
-No, estaba dormida. Anoche tuvimos una fiesta en Estate. Ya sabes que yo vivo como los vampiros.
-Tu mujer ha salido en la portada.
-¿Camila? ¿Por qué?
-Su esposa dice que es bígama.
-Yo no...
-No tú. Su primera esposa.
Lauren miró el teléfono como para comprobar si estaba soñando.
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The Proposal
FanfictionMuy pronto su reputación de playgirl sería cosa del pasado... Lauren Jauregui necesitaba una esposa, una mujer perfecta y respetable... y la necesitaba ya. Camila Cabello era la candidata ideal para el puesto, una belleza natural e inteligente que...