Presentimiento

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Suspiré por enésima vez mientras abría la tapa del contenedor de basura que había en un callejón. Este basurero siempre lo utilizamos mis hermanos y yo para botar nuestros desperdicios. Miré el muñeco que sostenía en mis manos e hice una pequeña mueca de disgusto. Era realmente horrible... y con solo pensar que apareció en mi cuarto de la nada misma me entran escalofríos. Me pregunto cómo rayos llegó allí. No recuerdo haberlo traído... ¿o sí? O.o Mmm...... Bah, bueno, eso no importa ahora, ya que no lo volveremos a ver ^^

Arrojé el payaso dentro del basurero y luego de bajar la tapa del contenedor sacudí mis manos.

-Bueno, está todo listo -monologué - Y ahora, de vuelta a casa -me giré para entrar en la tapa de alcantarilla, pero me detuve en seco al oír que algo golpeaba la tapa metálica del contenedor.

Volteé mi cabeza pausada y temblorosamente, y miré con mis ojos bien abiertos. Esperé encontrarme con una figura extraña o diabólica como en las películas o en las historietas de terror, pero suspiré de alivio al comprobar que había nada ahí detrás. Seguro que el golpe fue sólo mi imaginación. 

Me metí rápidamente por el alcantarillado y troté un poco para alejarme deprisa del lugar... por si las dudas ^^U

Mientras me dirigía hacia la guarida escuchando únicamente el sonido de mis pasos y algunas goteras impactando contra el húmedo camino, pensé en Raph y en la discusión que tuve con él. Se veía realmente dolido por mis palabras, sobre todo cuando le dije que no necesitaba que estuviera protegiéndome y que ya no era su pequeño hermanito. Me siento muy mal. Tal vez debería disculparme. Supongo que en vez de mejorar las cosas, terminé con empeorarlas. Espero poder hablarle sin que acabe en una nueva discusión o que yo termine convirtiéndome en su saco de box *suspiro* -.-

Ah, sí...lo olvidaba; también está Leo. No esperará por una respuesta para toda la vida a lo que hablamos antes de que llegara Raph. Estoy seguro de que en cuanto me vea me preguntará acerca de que si ya tengo una respuesta. Pero necesito pensarlo bien. Yo... no estoy seguro si deba corresponderlo.

Y además, por si esos problemas fueran poco, el estado del maestro Splinter me tiene bastante intrigado. No entiendo cómo es que enfermó tan repentinamente, y lo que es aún; ¿qué me habrá querido decir cuando yo estaba a su lado antes de que se quedara dormido? ¿Estaba advirtiéndome sobre algo? ¿O habrá estado delirando?... Quizás creería que estábamos en medio de algún entrenamiento en el cual estaba dándome algún consejo... No lo sé.

-Joo... ¿por qué está ocurriendo todo esto? -pregunté quejumbrosamente y con ganas de hacer rabietas. 

*

Ya de regreso, me escabullí por la vía de metro frente a los torniquetes y asomé mi cabeza sigilosamente hacia dentro de la guarida para comprobar si había alguien en la sala, o mejor dicho, para ver si estaba él... Definitivamente no quería que Leo me viera.

*Suspiro* Ni yo mismo entiendo porqué quiero evitarlo *sentándose y apoyando la espalda en los torniquetes* Se supone que estoy enamorado, ¿no? No soñaría con él teniendo relaciones si no fuera así. O quizás, como sospeché desde un principio, sólo quiero saber qué se siente que me acaricien y me besen de aquella apasionante manera; en pocas palabras, sentirme amado por alguien.

Pero... no comprendo, ¿porqué la sola idea de que podría llegar a hacerlo con Leo en la vida real me aterra? En mis sueños lo anhelo con ansias... o tal vez era así hasta que descubrí de quién se trataba.

Todo este asunto está enredando mi cabeza y poco a poco comienzo a considerarlo una estupidez.

No sé qué me pasa. No sé lo que quiero exactamente. Estoy muy confundido...

Sweet DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora