Diferentes (En espera)

Cap.1 Ya se acaban las vacaciones

Capitulo. 1: Ya se acaban las vacaciones

Jessica

El día empezaba como cualquier otro, penúltima semana de vacaciones veraniegas y siguen las clases.

Había pasado todo un mes en Londres con mis abuelos, mis padres siempre están de negocios, que si un día en un país, que si luego en otro. Aunque reconozco que al acabar el curso y comenzaban las vacaciones me dejaron pasar unas semana en Italia, en una de nuestras casas que teníamos allá.

Me pasé todo el tiempo de compras, piscina, visitar a amigos que tenia por allí y cada día alguna cosa cambiaba de plan. O sea, cada dia hacia algo distinto también. No siempre era lo mismo.

Pero desde hace un mes me enviaron con mis abuelos en Londres, un verano con frío. Pero así era aquí. Ya me había acostumbrado y encima ahora que me iba de campamento esta semana, la siguiente me vuelvo para España y a pasar los últimos días en mi hogar.

Ya tenia las maletas listas, ropa de todo tipo había dentro. Antes de bajar abajo donde me esperaba mi abuelo para llevarme al autobús que por mi desgracia teníamos que ir en autobús. Quería que me llevara alguien porque no confío mucho en esos tipos de transportes, pero estando ya un tiempo en Londres la cosa cambia en ocasiones.

Me fui al cuarto de baño y me miré en el espejo.

Era una chica demasiado mona, tenia mis diecisiete años recién cumplidos. En Julio fue mi cumpleaños, lo celebré por todo lo alto con mis amigos en Milán. Fue el mejor cumpleaños de la historia.

Mi cabello largo castaño claro, no muy claro, pero me gustaba el color. Ojos color miel y estatura mediana. Era flaca, porque me encantaba el deporte. Practico el tenis en mi tiempo libre y me gusta demasiado. Incluso participé en algún que otro campeonato  y me fue bastante bien, no me puedo quejar. Lo que mas me gustaba de mi, eran mis labios, dulces, tiernos, esplendidos. En concreto, me gusta cuidarme. Me mantengo lo suficientemente bien.

Me había puesto unos pitillos blancos que destacaban muy bien mi figura, una sudadera azul y no me olvido de mi chaqueta y bufanda. Para que me caliente, como os decía, hacia mucho frío. Y junto unas deportivas blancas.

Ya estaba lista y me fui para abajo. Al llegar me encontré con mi abuelo esperandome en la puerta y algo nervioso. Mi abuela estaba en la cocina preparando su comida.

-Ya estoy abu. Puedes bajar las maletas cuando quieras.- dije al pasar delante suya y dirigirme para el coche que estaba en frente de la casa. Pero antes me despedí de mi abuela.

Mi familia era rica, si, lo era. Creo que os habréis dado cuenta por lo que os había dicho, que estaban de negocios de un lado a otro.

Mis padres se pasaban la vida viajando, no los puedo ver ni un rato parados en casa, en España, siempre tienen algo que hacer en alguna parte de Europa. Teníamos dinero de sobra, y la verdad que me había acostumbrado a ello.

He pasado toda mi vida rodeada de millones de cosas lujosas, viajes, casas enormes, nanas que me cuidaban. En concreto solo una, que todavia sigue conmigo. Pero se quedó en España.

Mis abuelos, estos eran los únicos que me quedaban. De parte de mi madre, los de mi padre murieron en un accidente de coche hace varios años. Yo todavía era pequeña y no me acuerdo mucho de aquello.

Así que o quedaba con mi nana o me enviaban de vez en cuando a Londres con mis abuelos, porque en muy pocas ocasiones puedo estar con mis padres. Hace tanto tiempo que no nos hemos reunido en familia, junto a una mesa cenando y hablando de nuestras cosas. Para nada. En mi mente no hay ningún recuerdo así. Echaba de menos esas cosas, como las familias normales, pero mi familia no lo era.