El

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Julie miro la pantalla negra donde antes se había enmarcado el nombre de la hermana menor de Valerie. Tenía que hacer lo que le pidió, así que, entro a la habitación. Valerie estaba desempacando y poniendo todo en el armario, se preguntaba cuando le diría la verdad a Rubén, sobre el padre de Marcos.

-Oye Julie, no has pensando en, no se, dejar de ver al vacío... Asusta. -dijo Valerie poniendo la maleta vacía debajo de la cama, Julie se comenzó a reír. La chica de ojos azules siempre fue así, le tenía miedo a la mayoría de las cosas y siempre fue una persona amorosa.

-Vale, vale. Brujilda, esta noche vamos a comer todos en Angelo's, así que, quiero que te pongas guapa.- a los 7 años, Julie le había puesto "brujilda" por su cabello demasiado rizado y loco, a pesar de que ahora lo tenía lacio. Valerie miro a Julie con cierta duda ¿Hacerle caso a su loca amiga o no? Pero que se le puede hacer, es su mejor amiga.

-Bueno, bueno. Pero... -se escucho un gruñido de molestia por parte de la rubia- ¿Quien mas irán?

-Pues, Miguel, El nido con patas, Lucifer y tu futuro esposo. -claramente la peli negra ya quería matarla y Julie comenzó a reírse por el rostro que haba puesto.

Pero Valerie no entendía porque de la risa hasta que capto el mensaje

-¡Estúpida! -le tiro una almohada- ¡Mis hijos no son nada de eso! -le grito. Cuando se dio cuenta que había dicho "mis hijos" su rostro se pudo rojo lo que hizo que Julie se riera con mas fuerza.

-¡No olvides a tu esposo! -le dijo entre risas.

Y así estuvieron por unos minutos hasta que apareció Rubén y Miguel por la puerta extrañados por las risas que se escuchaban hasta afuera.

-¿Que le pasa a la chiflada? -pregunto Mangel a Valerie pero se fijo que esta roja, no solamente el sino Rubén. El noruego se le acerco poniéndole una mano en la frente y la otra en la suya.

-Nada Mangel, solo se ríe de idioteces. -dijo tranquila la peli negra restando le importancia a lo que hacia el noruego. -Por cierto... ¿Que haces Rubén?

-Si, es cierto. ¿Que haces Roberto? -pregunto Julie viendo la escena con total tranquilidad como que si no se hubiera dado cuenta que había llamado "Roberto" a Rubén. Mangel se río un poco.

-Oye, el no se llama Roberto. -le contesto. Julie abrió los ojos como platos

-¿Entonces? Yo juraba que se llamaba Roberto pero bueno. ¡Hey tu! Niño que no se como te llamas ¿Que le haces a mi amiga? -pregunto, el alto suspiro que resignación y quito su mano de la frente de la chica y de el.

-Estaba viendo si tenía fiebre, estaba roja. Me preocupe. - respondió abrazando a Valerie por los hombros y dandole un beso en la cien. Julie boto un "Ja" y Mangel se apresuro a acostarse en la cama de una de las dos para ver televisión.

Y así se quedaron abrazados un momento hasta que Valerie pregunto donde estaban los niños, la respuesta de Rubius fue "Construyeron una fortaleza en el cuarto, no me dejaron pasar porque según ellos 'no soy digno de la realeza'. Emma no era así, de seguro tu hijo es el culpable" Valerie se carcajeo por la acusación.

-Ummm... Rubén. Necesito mostrarte algo. Agarra un abrigo iremos a hace una visita. -murmuro la peli negra hacia el noruego. Rubén agarro también una bufanda y guantes para aguantar el frío que azotaba Londres.

Salieron del hotel en el que se hospedaban y esperaron a u taxi para llevarlos. Valerie dio la dirección sin que se escuchara y se acomodo en el asiento del pasajero. Rubén aprovecho la situación para entrelazar sus dedos con los de la chica de al lado.

-Estas fría. -comento Rubén. Le puso los guantes. -No me gustaría que la chica que me gusta se resfriara por mi culpa. -Valerie se sonrojo y antes de que pueda decir algo. Rubén se coloco la bufanda. -¿Ves? Todo esta bien.

El noruego tenía una gran sonrisa, muy bonita. El cabello lo tenía aplastado por un baine de color vino que había encontrado en la maleta de Valerie los primeros días de haberse ido a vivir al departamento y que de seguro era de un chico. La nariz algo roja por el frío. El abrigo ancho junto con el otro por dentro y la camisa manga larga además de la bufanda. Era alto y tan perfecto que a la chica se le hizo imposible no amarlo porque si, en el fondo lo amaba. Mucho. Demasiado. Quizás mas de lo amaba al padre de su hijo y esa idea la aterro. Pero no hay que mentir que si no fuera gracias a Rubén no hubiese vuelto a Londres.

La voz del taxista anuncio la llegada haciendo que la burbuja rosada se pinchara y explotara volviendo a al realidad. Rubén miro hacia afuera y se sorprendió mucho. Estaban en la puerta principal de una cementerio. El cementerio nacional de Londres.

-Valerie... -murmullo. La mencionada solo lo miro diciendo "solo baja, luego te lo explico".

Ambos bajaron del taxi después de haberle pagado. El aire estaba mas frio que cuando habían salido del hotel y eso hizo que a Rubén se le erizara la piel. Los ojos del noruego vio como la otra chica se adelantaba al cementerio.

-¡Espera! -corrió hasta ella. A Rubén le hizo acordarse de Amelia, su funeral fue muy concurrido habían amigos, conocidos, familiares, el y su hija pero no estaban los padres de Amelia; el chico suspiro con una tristeza absoluta aun no se le hacia fácil la perdida.

Valerie se dio cuenta y agarro la mano de Rubén, el noruego en vez de sorprenderse se relajo y le dio un apretón. Los chicos se sujetaron las manos y siguieron caminando entre lapidas, esculturas de ángeles, algunas tumbas nuevas y otras mas antiguas. Caminaron algunos kilómetros mas hasta que llegaron a la indicada con una escultura de ángel con un corazón y una daga en las manos. Ambos miraron la lapida.

"Belle Marcus Skartlie Lairis. Hijo, hermano y amigo. Que Dios salve al rey"

-¿El es el padre de Marcos? -pregunto Rubén.

-Si...

-Estoy seguro que te amo mas que nadie en el mundo. -le dio un beso a la peli negra en la frente. Cada beso era una petición desesperada para quitarle las pesadillas.

Rubén estaba mas que seguro que ahora el seria la persona que por fin lograra tener a su princesa junto a el.

Daddy ; r.dWhere stories live. Discover now