IN WINTER // Dylan O'Brien [TERMINADA]

08. "Ser un Caballero"

—Y dinos Dylan... ¿A qué te dedicas? —pregunta mi hermano mientras le da un mordisco a su pizza de peperoni y lo mira seriamente ¿No que irían a esquiar hoy? Bueno, aunque ya son las 9 dudo que estarían en la montaña hasta muy entrada la noche, sería perfecto, pero no.

—No empieces con eso Jack... —dice Sara por mí.

—¿Con que? —le replica Jack.

—Tú sabes con que —dice mientras toma de su gaseosa—. Además, es un chico como nosotros, debe estar estudiando.

—Sólo nos gustaría saber ¿Verdad Teo? —el ultimo se sorprende al escuchar su nombre en la conversación, asiente y sigue mirando su celular.

—Se nota como le interesa ¿No? —digo, Dylan aguardaba silencio, casi parecía como si ni estuviera con nosotros.

—Trabajo en una librería —dice de la nada, pero no sigue hablando, Jack estaba esperando a que él dijera que iba al instituto o algo, pero no.

Eso de trabajar en una librería es interesante, podría conseguir algún tipo de descuento para la lista de libros que quiero comprar desde hace mil años, me gusta.

[...]

—¿Cómo les fue esquiando? —pregunta Alice a los chicos cambiando el tema de las vacas, hombres de negro y el área 51.

—Genial, como siempre linda —responde Matt besándola, segundos después siento algunos copos de nieve caer sobre nosotros.

Todo el mundo está entrando a la pizzería, menos nosotros, son alrededor de las 11 de la noche y somos los únicos que seguimos en la terraza a pesar de que el cielo nos amenazaba con que nevaría en cualquier momento, aunque aproximadamente hace una hora acabamos con nuestra pizza y la pagamos, cuando digo la pagamos me refiero a Sam, Teo, Jack, Matt y Dylan abriendo sus billeteras, y nosotras sonriendo, gracias a Dylan que estaba bromeando intentando demostrarles lo que es "Ser un caballero".

Él dijo que pagaría la cuenta justo cuando llegó la mesera y los chicos también apoyaron la idea, pero cuando Sara quiso aportar Sam le dijo "Sólo chicos" seguido de una seña con su brazo y golpeando su mano que estaba sacando algo de su billetera.

—¿Nunca bajaremos verdad? —me pregunta Dylan.

—Nop, nos iremos cuando la nevada sea tan fuerte que no veamos nuestros rostros —me mira un poco sorprendido, aunque creo que después toda una noche con nosotros algo así no debería parecerle muy raro—. ¿Quieres irte ya?

Él sonríe y pero no dice nada, voltea su cara para ponerle atención a Matt quien estaba contando un chiste muy malo ¡Dylan comunícate conmigo! después de unos segundos me mira y asiente con su cabeza.

—Chicos ya volvemos —hablo mientras tomo mi celular de la meza y a Dylan del brazo, sin darles tiempo de hacer pregunta alguna.

Salimos de la terraza casi corriendo y cuando llegamos al primer piso ahí estaba toda la gente que antes de que empezara a nevar estaba arriba, al vernos con un poco de nieve sobre nosotros corriendo, guardaron silencio y explotaron en carcajadas.

—Lo siento si estás pasando pena por nosotros Dylan... —digo más como cortesía, que por sentirlo realmente mientras camino un poco más despacio dirigiéndonos a la salida.

—¿Por estar casi tan mojados como si nos hubiéramos metido a la ducha con ropa, estando a cero grados? —asiento, mientras él me abre la puerta del local para salir antes de él, afuera nevaba ¿Ahora qué? —No importa, la vida es corta como para pensar muy a fondo en que hacer y qué no, aunque la hipotermia este a la vuelta de la esquina.

—Concuerdo completamente.

—¿Sabes que no he hecho aún? —dice sonriente.

—¿Qué?

—Besar a una chica mientras cae nieve a nuestro alrededor —oh no, no no, no, no se suponía que diría eso, el no camina y ya está volando, debió haber dicho algo como... Bueno, no se me ocurre nada, pero debió haber dicho otra cosa. Vamos Emma, actúa natural.

—¿No? —¡Eres un casanova! Como carajos es posible que no...

—Bueno... No he besado a una latina bajo la nieve —mátenme ya.

—Mmmm —digo mientras notaba como él se acercaba más y más a mí, tomando mi mano y jalándola para que estuviéramos directamente bajo la nieve, nuestras caras están a centímetros, respiramos el mismo aire y aunque se supone que con la nieve viene el frío, este había desaparecido hace unos cuantos minutos, toma mi rostro con su mano derecha dándome una leve caricia y luego, besa mi mejilla, mientras que yo sólo estoy en shock, con los ojos abiertos y como una estatua, se separa y sonríe.

—Gracias Emma —solo puede sonreír de vuelta, para luego mirar al suelo y pensar lo estúpida que había sido, como carajos había pensado que él iba a besarme si nos conocemos de hace nada, que idiota.

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Fin del octavo capitulo, mejorado y renovado.