Capítulo 32.

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Narra Demi.

Oí sus palabras y en realidad sólo escuche un "no más" salir de su boca y senti suavemente sus labios sobre los mios... oh por Dios, ella me estaba besando ¿qué quería decir eso? "no más" en verdad en este minuto tampoco me importaba solo estaba disfrutando sus labios, ella termino el beso y sólo me miró, yo sonreí y corrí la mirada estaba un poco confundida y nerviosa, ella realmente me gustaba.

tú: ¿a qué hora sales hoy?
Demi: tarde.
tú: ¿quieres que venga a buscarte?
Demi: am... no te molestes.
tú: no es una molestia (sonreíste).
Demi: entonces te espero.
tú: ¿a qué hora?
Demi: a las 11.
tú: ¿tan tarde?
Demi: si, pero si no puedes no importa.
tú: no era por eso, te estaré esperando al salir.
Demi: de acuerdo te veré luego (te besó y luego entro en el edificio tras ustedes).

Narra Demi.

Debía aceptarlo, estaba sumamente feliz cerraba los ojos y de inmediato su rostro y la sensación de besarla se venía a mis pensamientos, recordaba una y otra vez la escena de nuestro beso, lo perfecto que había sido y no podía evitar esbozar una gigantesca sonrisa en mi rostro, nos veríamos nuevamente al terminar las clases no sé si era por el hecho de que la vería pronto o porque la clase de historia de la literatura me aburría un poco o tal vez porque miraba el reloj de mi muñeca impaciente cada dos minutos esperando que pasasen veinte por lo que sea que fuese el tiempo pasaba realmente lento.

Narras tú.

Nos despedimos en la entrada de su universidad, ella entro en esta y yo camine junto con rufus hasta casa, eran casi las siete cuando llegamos a casa cambie el agua de rufus y le puse un poco de comida puse a calentar un poco de agua para un té y luego de eso me fui directo a la ducha, me duche y vestí, hacía frio sí que me abrigue lo suficiente, bebí mi té sentada en el sillón de la sala viendo una película mientras acariciaba a rufus, debía aceptarlo este había sido un maravilloso día, sentía que cada vez Demi me atraía más, me gustaba estar con ella y tenerla cerca, abrazarla y por Dios besarla era un verdadero deleite, eran las diez y era hora de ir por ella tomé las llaves del auto y conduje hasta la universidad lo estacione y descendí, caminé hasta la entrada del edificio y me apoyé en uno de los pilares de concreto esperé y esperé faltaban solo veinte minutos que no pasaban nunca eran realmente eternos, me quedé pensando en ella cuando el sonido de la campana me trajo a la tierra, salieron un montón de personas y entre ellos venia ella me observo, se acercó y en cuanto estuvo junto a mi me dijo.

They Dont Know About us.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora