Desde el Olimpo Júpiter había observado el progreso de Admes. Él sabía que aquel no era su hijo. Pues el rayo que los confundió no había salido de su mano. Júpiter estaba empezando a sospechar una opción alocada però posible. Aquel niño podría ser un griego. En tal caso él podría ser un hijo de Zeus(el equivalente griego de Júpiter). Eso explicaría porqué él no controló aquel rayo y porquè su nombre no era romano sino màs bién griego. Por otro lado, como rey de los dioses romanos, podía sentir que aquel niño tenía parte romana. Eso lo confundía y hacía que el problema fuese aún un misterio hasta para él. Però de todos modos, él estaba enfadado con la legión por haberle confundido con Zeus, cuando, en su opinión, ninguna deidad griega podía siqueira llegarse a comparar con él, el todopoderoso (y engreído) Júpiter. Y por eso estaba enojado. Y cuando los dioses están enojados, nunca es bueno (y menos si es uno de los gordos).
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Diós desconocido
PertualanganÉl vive tranquilo en el pozo de la ignorància. Pero la curiositat puede y acaba descubriendo su verdadera identidad y por esto tiene que pagar el precio de nacer, un error que él no cometió, y todo para aplacar la ira de una diosa loca. Injusto? Qui...