Thinks.

Capítulo 12

-Bryan, Bryan, Bryan.

-Lyna despierta, llegamos tarde.-me agita mi madre desesperadamente.-los abuelos estan como locos, no paran de llamar al telefono.

-Ya voy ya voy.

Me levanto alterada, miro hacia el techo y respiro fuertemente. Mi corazón esta acelerado y siento como poco a poco se disparan mis pulsaciones. Me armo de valor y me levanto de mi cama.

-Venga vamos, sabes que los abuelos vienen muy cansados y no tenemos nada preparado, date prisa.-odio los domingos.

Recojo, plancho, cocino y pff... que cansancio. Mama y yo estabamos exaustas cuando los abuelos llamaron a la puerta.

-Hombre Lyna, que grande estas.-dijo mi abuelo frunciendo el ceño para verme mas detalladamente.

Sonrio, intento parecer que estoy feliz pero en mi interior las cosas no son así. Desde ese dia algo ha cambiado dentro de mi, cada instante, cada minuto, cada hora que paso sin verle hace que le eche de menos.

Definitivamente estoy enamorada de ese maldito mujeriero rompecorazones.

Bryan:

Otro intento mas, abro los ojos y vuelvo a sentirme extraño, pienso a cada instante. Me levanto como puedo de mi cama y me dirijo al baño a refrescar un poco mi mente.
Miro al espejo y veo a un pobre desalmado, mi rostro a cambiado. Todo en mi ha cambiado.

-Bryan hijo ¿estas bien?-oigo a mi madre que se acerca y tapo mi rostro con un paño mojado que habia al lado del espejo.

-Si si.

Me siento avergonzado de mi mismo, Lyna y yo solo somos amigos, nunca me perdorá lo que hize y dudo mucho que se vuelva a enamorar de mi. Pero me duele, me duele ser solo su amigo pero no quiero forzarla, si ella no me quiere yo tampoco tengo porque quererla.

Tengo que olvidarme como sea de ella.

Me dirijo a mi habitación frustrado y como loco con camisa de fuerza empiezo a gritar y a romper todo recuerdo que me haga pensar en ella salvo una cosa. Una foto en concreto.

Un recuerdo que no basta solo con romper, algo que recuerdo con todo detalle.

/FlashBack/

Verano del 2003.

-¡Corre Bryan! ¡Más rapido!.-oigo a mi entrenador.- ¡eres una tortuga! ¡corre corre!

Corro como puedo, siento mucha fatiga hasta que al fin llego a mi base.

-Bien echo chicos, tomaros un descanso.-el entrenador saca un cigarrillo mientras se sienta en un banquillo, lo miro detenidamente mientras jadeo.

-Hey mirar chicos, mirar quien esta aqui, el perrito faldero del entrenador ¿que podrá ver de bueno en un chico tan gordo como tú?.-las risas de mis compañeros son cada vez mas y mas intensas, todos los días pasa lo mismo, se meten conmigo de la manera mas repulsiva posible.

-Dejarme en paz.-grito desconsoladamente.- porfavor dejarme.

-¿Que? ¿que te dejemos? ¿por que? Si es muy divertido ¿verdad?.- le odio tanto o mas de lo que el me odia a mi y sí, habeis acertado, ese niño al que tanto coraje me tenía es Matt.

De repente todos empiezan a meterse mas conmigo y comienzan a tirarme piedras, una de ellas alcanza mi ceja y es entonces cuando empiezo a sangrar. Me tumbo en el suelo, llorando, esperando que esta pesadilla acabe.

Hasta que ocurrió algo que recordare toda mi vida.

-¡Basta parar!

Esa voz, giro mi cabeza y ahi estaba ella, Lyna Prescott de siete años de edad, con un vestido color azul cielo. Cabello rubio recojido con una cinta negra dejando sus maravillosos tirabuzones al aire.

-Dejadle en paz.

Los chicos la miran y ella les lanza una mirada acusadora.

-Bien chicos, vamonos.-dijo Matt alejandose a la vez que me miraba con odio en sus ojos.

-¿Estas bien?.-me extiende su diminuta mano a la vez que me mira con esos ojos verdes que me petrificaban.

-Si, muchas gracias de verdad.

-De nada.-me abraza, por un momento siento como si el corazón me diese un vuelco pero me armo de valentía y la abrazo.

-Esto se merece una foto.-dijo el entrenador mirandos piracamente.

Y desde ese dia conozco a Lyna, desde los siete años de edad.

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Holiii:3, se que he tardado demasiado en subir nuevo cap. Pero bueno, que lo disfruteis.