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| there's no place i'd rather be |

Al despertarme comencé a dejar besos por toda la cara de Michael para despertarlo a él también.

-Vamos a darnos un chapuzón. –susurré sobre sus labios.

Él gruñó.

-Babe. –lo comencé a besar en los labios y él me siguió el ritmo. -¿Ahora sí? –pregunté al separarnos.

-Así me gusta despertarme. –sonrió y junto nuestros labios nuevamente.

Salimos del carro y Michael se quitó la franela quedando solo en el short de deporte que se había colocado el día anterior, yo me quité el mono y el suéter y me quede en una pequeña panty y una camisa corta que cargaba debajo. Me cargo y comenzó a correr hacía el agua, debían ser alrededor de las 8 am porque aún no hacía mucho sol y el agua estaba fría. Pegué un gritico en lo que nos sumergimos.

-Hace frío. –dije cuando salimos a la superficie. –Brrr. –me acurruqué en los brazos de Mike.

-Me gusta así. –sonrió y echó mi cabello hacia atrás. Nuestras miradas conectaron por lo que parecieron ser segundos, era una mirada especial, sus ojos verdes con pequeños destellos grises conectaron con los marrones claros míos.

-Michael, quédate siempre conmigo. –salió de mis labios antes de poderme controlar. Agité mi cabeza al ver que él no respondía. –Sólo... Olvíd-

-Lo haré. –besó mi frente. –Así no sea físicamente, estaré para ti.

Algo en mi interior estalló y siento como si hubiesen sido un montón de fuegos artificiales, tenía ganas de saltar y correr como una niña pequeña.

-Gracias. –subí a mirarlo de nuevo y lo besé.

Corríamos por la arena como imbéciles porque decidí tomar el último chicle de la bolsa que quedaba y Michael se quejaba porque él no había comido ninguno. Corrí por mi vida hasta que sentí sus brazos enrollarse en mis caderas y lanzarme al suelo.

-Dame. –me acusó colocándose sobre mí.

-No. –agité mi cabeza. –es mío, Michael.

-Dame. –tomó mi cara con una de sus manos y me besó hasta quedarse con el chicle. –Ahora es mío. –sonrió levantándose y sacudiéndose la arena.

-Te odio. –farfullé y salí corriendo a montarme en su espalda. –Te odio. –continué mientras lo golpeaba en el pecho.

-Sh... -rió mientras caminaba conmigo en su espalda. Volteó un poco su cara y me dio un beso. –Eres una malcriada.

-No. –me quejé. –Tú eres un abusador.

-Olvídalo, compraremos más luego.

-¿Quieres conducir tú? –pregunté en lo que llegamos al carro. Hice un puchero. –Por favor.

-No quiero. –el hizo uno también.

-Pues lo harás. –abrí la puerta del copiloto rápidamente y me monte.

-¡Nicole!

-¡Ya he manejado bastante Mike! ¡Es tu turno!

-Eres peor que una hermana menor. –se quejó montándose en el puesto del piloto y cogiendo las llaves del piso del carro.

-¿Tienes alguna?

-Nop, soy hijo único. –sonrió.

-Entonces no sabes lo que es tener una hermana, yo soy la menor en casa.

-Ya ves, eres una pequeña malcriada.

-Déjame en paz. –me acurruqué en el asiento y encendí la radio para luego quedarme viendo como las calles transcurrían a nuestro alrededor. Michael soltó una risita.

-Malcriada.

-Molesto.

En la radio comenzó a sonar rather be by clean bandit y tarareé un poco mientras seguía mirando las calles. Michael golpeaba sus dedos contra el volante siguiendo el ritmo de la música.

"If you gave me a chance

I will take it" canté.

"It's a shot in the dark

But I'll make it"se unió Michael.

A lo que volteé a mirarlo enseguida

"Know with all of your heart you can't shame me

When I am with you

There's no place I'd rather be" cantamos al unísono.