One Shots

You Can Change My Mind

By: Sophie.

Hace varios días no me siento igual, todo a cambiado a mi alrededor, siento que falta color en mi vida ¿Desde cuando todo lo que veo se volvió tan lúgubre? Siento como el frío penetra en mis huesos; ya estoy llegando a las puertas del infierno... El instituto; alguien me empujó con el hombro haciendo que todos mis libros cayeran, levante mi vista y vi a la persona en la que había confiado, la que me hizo creer que podía ser feliz, la que me hizo vivir una hermosa mentira.

Alguien, seguramente un chico nuevo me ayudó a recoger mis libros del suelo; antes de que hiciera algún comentario tome el último libro y salí rápidamente de ese lugar ya que si lo veían conmigo no lo dejarían en paz...

Sonó la campana y cuando entre al salón de clases, sentí como las miradas me atravesaban como agujas y sus risas eran... Únicas. Mire fijamente el suelo, seguía de pie, sentía mis piernas muy pesadas, no se querían mover, de alguna manera llegue a mi pupitre el cual estaba ubicado en la parte de atrás del salón al lado de la ventana, este tenia escritas palabras como: "Perra" "Puta" "Por que no te tiras de un puente" "No debiste nacer"... Mi reacción no fue la que todos esperaban como llorar, salir corriendo o cosas por el estilo, ya estaba acostumbrada a este tipo de cosas era mi rutina desde que me dejo de hablar y cortar todo lo que nos relacionara....

No entendía que había hecho mal, pero lo que hizo me enseño que el mundo no es cuento de hadas que nos hacen creer cuando somos pequeños, es un maldito infierno, en donde disfrazan las horribles verdades en hermosas mentiras.

En clase sólo veía a la nada por aquella ventana, era el único privilegio que tenía... Mire al tablero ya que estaba escuchando una voz diferente y era la voz del chico que me ayudó con los libros, sabía que era nuevo... Parecía una persona completamente normal, tomó el asiento vacío a mi lado, me miró e hizo una sonrisa, una sonrisa que sólo chic@s como yo podemos identificar a simple vista, una sonrisa rota... Sólo volví a ver mi ventana y seguir sumergida en mis dolorosos pensamientos, este chico me lanzó una nota pero sólo hice caso omiso a esto.

Fui a la cafetería por mi almuerzo aunque como raro no tenía apetito... Lo único que me molestaba era que este chico seguía detrás mío.

-Hey, Hanna!_ grito este chico, no se como supo mi nombre, tal vez le hablaron sobre mi "Wow ahora alguien más se unió al grupo de personas que hacían mi vida miserable", no voltee pero el ya estaba en frente mio...

-¿Por qué me ignoras?_ dijo posando una mano en mi hombro. ¡Quería que simplemente me dejara en paz!No conteste pero seguí caminando con mi almuerzo, iba a sentarme en una de las mesas pero como raro las personas ocupaban toda la mesa y no me dejaron sentar.

-Hanna!_me volvió a llamar, pero esta vez me llamaba desde una de las mesas, dejó sus cosas y me empujó hasta la mesa... Tome asiento, todos se le quedaron mirando ahora será mi culpa de que no lo vayan a dejar en paz como me ha pasado a mi...

-Oye no piensas comerte eso? Se ve delicioso... Oh por cierto me llamó Daniel.

-... No tengo hambre...Ummm oye...

-Si, dime..._contestó mientras ya se estaba comiendo mi almuerzo, este tipo tiene un apetito voraz.

-¿Por qué haces esto?_ dije mirándole fijamente a los ojos...

-Hacer ¿Qué? ¿Comerme tu almuerzo?

-No... ¿Por qué hablas conmigo? Soy la chica invisible, a la que todos molestaran sin motivo, a la que trataran como un triste y sucio pañuelo..._Me interrumpió antes de seguir hablando.

-¿Y por qué no? La verdad es que me pareces una persona interesante, llevar la frente en alto después de que todos te pisoteen, sonreír a pesar de todo; eres la clase de chica que estaba buscando... No sé si te has dado cuenta pero yo también pude identificar tu sonrisa tan rota como la mía... Volvió a sonreír y quede perpleja era totalmente cierto.

Al rato llego el grupo de siempre y nos empezaron a molestar diciendo cosas como " Oh miren la perra ya se consiguió a otro" Daniel le dio un puñetazo a uno de ellos, tomo mi muñeca y salimos de aquel lugar y me llevó hacia la azotea. Me asomé para ver el panorama era uno de mis lugares favoritos, donde me podía sentir tranquila al fin.

Hanna_ Me di vuelta y cuando menos lo esperaba Daniel depósito un cálido beso en mis labios, tenía la intención de separarlo de mí en cuanto antes pero él me aferro tan fuerte a su pecho que casi no podía respirar.

-¿Cuánto tiempo estuviste sufriendo y sin pedir auxilio?_ No sabía que responder, solo rompí en llanto al igual que el.

-Lo hice, pero nadie me escuchó ¿recuerdas? Soy invisible_seguía con el intento de separarlo de mí pero no pude...

Daniel me parecía familiar, pero no recuerdo donde lo había visto, creo que era el hijo de la mejor amiga de mi madre; lo recuerdo una vez que llegue a casa y él estaba en mi habitación se sorprendió tanto que salió corriendo, luego mi madre me explicó sobre él y le había contado sobre mí y que quería que me ayudara ya que se suponía que yo había cambiado, que ya no sonreía igual que antes...

-Ahora ya no tienes que pasar por esto yo te ayudaré y te protegeré.

-No lo hagas o te lastimarán a ti también.

-Entre dos es más liviana la carga.

-No quiero ser una carga para nadie...

-No lo serás, tú serás mi soporte y yo el tuyo... Sabes algo, leí tu diario y me di cuenta que era lo mismo que yo he tenido que soportar, pero ahora que tu estas ya no me importara más...

Lo mire fijamente y lo bese tiernamente y me correspondió el beso, sabía que estaba siendo totalmente honesto porque vi todas la señales para saber que era como yo... Y lo era

Tal vez no todo era malo si tenías a alguien con quien soportarlo y tal vez te puedes enamorar de alguien que apenas conociste, pero que en sólo un momento cambio tu modo de ver las cosas...

-Si estas dispuesto a quedarte conmigo, siempre estaré a tu lado...

-Lo estoy.

Tu cambiaste mi mente, cambiaste mi vida