Capítulo 3: Un clásico

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Esa era la mañana de la fiesta, que empezaría en unas pocas horas. Y Nat todavía no había decidido qué vestido comprarse, probándose miles justo delante de Delia, que se sentaba en un sofá de cuero dentro del probador, con su vestido elegido puesto, etiqueta colgando de su axila.

'' Creo que este es demasiado formal, ¿no crees?'' Nat tenía el doceavo vestido puesto, mientras Delia se encargaba de comentar.

Delia no era una mujer sencilla para nada, y menos a la hora de vestirse, decidía todos sus modelitos con una exactitud precisa, sobre todo después de pasarse noches y noches robando en centros comerciales con Nat, práctica que había dejado cuando Steve se enteró y se enfadó con ambas.

'' No es que sea formal, pero no iría con eso a una fiesta. '' Para ella era fácil, el ser tan joven favorecía mucho la elección de vestidos y ropa, sólo necesitaba una talla mediana y dejar que el vestido la abrazase, pero Nat esa fase ya era de largo pasajera, y ahora buscaba cosas más serias.

La observó unos segundos, el pelo castaño oscuro enmarcando su cara le quedaba perfectamente, y aun así no se había peinado esa mañana después de ducharse, lo había dejado secar unos segundos antes de salir, con las ondas naturales que la caracterizaban. Llevaba un vestido completamente granate, con un hombro al descubierto y una falda que le llegaba un poco más abajo del trasero, era bastante arrapado, y tenía dos costuras que iban desde el pecho hasta el final.

'' Hablas muy fácilmente. '' Nat se empezó a quitar el vestido, suspirando, sólo le quedaban tres para elegir.

'' Oye, no hemos pensado otras soluciones, ¿qué tal una falda y una camisa?'' Delia se levantó y caminó hacia ella, sonriendo. '' Voy a cambiarme, me llevo este, luego saldré y buscaré algo. '' Nat asintió justo antes de que Delia se metiese en su probador, quitándose el vestido fácilmente y colgándolo en una percha.

Se puso los tejanos y los tacones primero, dejando el top corto que llevaba cubriéndole el pecho y el chaleco tejano para el final. Iba bastante descubierta al público, mostrando toda su barriga, y la verdad, a su novio casi le da un ataque cuando la ve, pero ambas se escabulleron antes de que abriese la boca para decir algo.

'' Nat, ahora vengo. '' Le gritó desde fuera, cogiendo su vestido y llevándolo encima hasta que encontró la solución perfecta.

Una camisa blanca de cuello barroco y una falda asimétrica a capas. Era perfecto.

Se metió de nuevo al probador y le pasó la solución a Nat, que suspiró, probándoselo y esperando que le quedase fatal para poder criticar a Delia en algo y meterse con ella desde el cariño. Pero lo peor fue que Delia lo pensaba todo milimétricamente, y era terrible comprobar que le quedaba genial.

'' ¿Qué tal?'' Nat salió con las manos en la cintura, observándose a ella misma en el espejo de delante de Delia, mientras esta estaba tirada de nuevo en el sofá, vestida casual y con el vestido rojo al lado.

'' Será mejor que me vigiles, quizá me tendrás encima de ti arrancándote ese vestido, tía buena. '' Delia sonrío al igual que Nat, que miró al suelo, estaba descalza. '' Oye, tengo la sensación que Bruce piensa lo mismo...''

'' ¿Qué? No. '' Vale, Nat se había puesto roja, y Delia no sabía cómo reaccionar, y menos ante esa confianza que Nat le había dejado ver.

'' Te has puesto roja. ''

'' Claro que no. ''

'' Oh dios mío. Nunca te había visto sonrojada. '' Delia estaba flipando en colores, literalmente, mientras Nat se volvía a sonrojar. '' ¡Lo has vuelto a hacer!''

'' ¡No!''

Delia iba a explotar de emoción, notando cómo el vínculo que compartía con Nat se hacía más fuerte cada día, y con cada misión que pasaba.

'' Bueno, ¿y cuándo es la boda? Eh, vamos, Delia, suelta prenda. '' Delia sonrío y rodó los ojos, esas cosas no iban a funcionar con ella.

'' Créeme, cuando haya boda, lo sabrás por el grito que pegaré. '' Nat levantó una ceja, justo antes de que Delia soltase otra risita. '' Aunque si vas a ser mi dama de honor, tardaremos años en encontrarte un vestido. ''

*

Nat y Delia subieron al ascensor y picaron la planta Vengadores, hablando animadamente de la fiesta de esa noche y de lo bien que lo pasarían todos en unas pocas horas.

Las puertas de la planta Vengadores se abrieron en la primera planta de la sala común, dónde se encontraba el lobby, una sala a dos alturas separadas por unas escaleras de vidrio grueso, con varios sofás, un billar y una barra de bar, aparte de tener unas enormes ventanas que mostraban Nueva York y dejaban paso a una zona Chill Out con varios sofás y una terraza con el suelo blanco.

Normalmente, durante lo que duraba el verano, solían tumbarse en las hamacas de fuera y que les diese el Sol a ambas chicas, a veces con Pepper uniéndose, o Tony, con un Martini en la mano.

Ambas caminaron hacia el pasillo que llevaba a las habitaciones, separadas por un control de seguridad, no había ningún Vengador, pero vieron a Banner y a Tony en el laboratorio que estaba en un tercer nivel, separado por unos cristales que se tintaban automáticamente cuando Tony quería.

'' Llevan días ahí. '' Nat comentó, con una bolsa enorme en la mano, al igual que Delia, que miraba hacia el laboratorio preocupada.

'' Bueno, están investigando materia alienígena, no me preocupo. '' Delia llegó primera a la puerta de las habitaciones, tecleando el código de seguridad y dejando que la puerta corredera que separaba las habitaciones se abriese.

'' ¿Qué harás ahora?'' Nat preguntó, caminando por el largo pasillo lleno de puertas, lo mejor de la torre era que podían estar relativamente cerca y se veían cada día.

'' Pues la verdad, iba a empezar a vestir a Steve, y luego quizá me vista yo, así que si te aburres, pica tres veces. '' Nat sonrío mientras Delia se paraba en la habitación de Steve, tecleando otro código, mientras Nat caminaba recta hacia su cuarto.

Cada vengador tenía una habitación doble, con su propio baño, conexión Wi-Fi de la torre y una televisión bastante grande, a parte de un armario y un tocador. Tony incluso había pensado personalmente en cada uno y había pintado las paredes de colores vivos, excepto la de Steve, que como broma estaba pintada a rallas rojas y blancas y una pared azul marino con estrellas plateadas. Si, era patriótica, y a Delia le hacía daño a la vista.

Se encontró a Steve tirado en la cama vestido con unos tejanos y una camiseta gris deportiva –y estrecha-, mirando la televisión con los pies en el cabezal y la cabeza aguantada entre los brazos, parecía el hermano de Delia. La sorpresa vino cuando a su lado vio, en la misma pose, a Sam Wilson, que le sonrío cuando entró por la puerta.

'' Oh no, ¡un ocupa!'' Sam se levantó al igual que Steve y Delia fue a abrazarle, sonriendo, se habían hecho tan amigos como Sam y Steve, en muy poco tiempo, debido a las misiones para recuperar a Bucky.

El cual no había aparecido.

'' Me has echado de menos, seguro, Steve, admítelo, me quiere ella más a mí que a ti, solo está fingiendo. '' Sam se separó de Delia y esta fue a por su novio, poniéndose de puntillas para darle un beso, mientras él la rodeaba con sus brazos.

'' Tranquilo, es por tu dinero. '' Steve se río y fingió hacerse el dolido, ambos sabían que ella no fingía nada. Literalmente. '' Eh, Sam, ¿sabes la típica adolescente que sale con un viejales para cuando muera tener su fortuna?''

'' Maldita sea. '' Steve negó con la cabeza y se volvió a lanzar a la cama, y Delia le imitó, sentándose entre sus piernas y mirando a la televisión, justamente para empezar a reír. '' Debería haberlo visto venir. ''

'' Venga ya, ¡estabais viendo Grease!'' Sam se sentó a lado de Steve e ignoró a la chica, que miraba a la televisión con una mano en la boca.

'' ¡Es un clásico!'' 


Red - A Captain America Love Story [Libro 2] [#Wattys2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora