Capítulo 12: El Gran Día de Delia

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Delia POV

Ya me había cabreado a niveles cósmicos.

Ese día había sido pura basura.

Primero, me despierto y me entero que Steve me ha dejado tirada en una granja de mala muerte –con perdón hacia la familia Barton-.

Segundo, me utiliza como transporte público.

Tercero, me muero –más o menos-.

Cuarto, un robot al cual le faltaba un tornillo –festival del humor- quiere acabar con el planeta.

Solo faltaba que consiguiese el plan y me convirtiese en una esclava hacia los robots megalómanos que me estaban mirando.

Oh. HELL. NO.

La luz se volvió a intensificar, quizá así los podía ir llamando, de hecho, eso era lo que hacía, modificar las ondas electromagnéticas para sacar algo de provecho a la situación, los demás descansarían unos segundos y yo podría cargarme a varios a la vez.

Decidí que era el momento cuando uno de los robots se lanzó a mí, entonces, trozos gigantescos de asfalto salieron disparados del suelo, formando una enorme serpiente sin forma –que parecía más un gusano plano, pero serpiente quedaba muy bien en mi cabeza entonces-, la cual yo controlaba.

Esa serpiente plana se movió rápidamente y se cargó a unos cincuenta en un golpe, mandando a los robots a paseo mientras la luz azul controlaba los movimientos de la serpiente, y yo, de mientras, controlaba esa luz con mis manos, que brillaban de un color azul espectacular, moviéndolas de un lado a otro.

Si eso era ser Vengadora, molaba mucho.

Me giré y miré al cielo, robots.

Toneladas de robots.

FANTÁSTICO.

Disparé varias veces, y la mayoría perdían el equilibrio y caían a mis lados con explosiones que olían a gasolina y metal fundido, pero algo también rojo captó mi mirada.

Un coche rojo, que iba a caer.

Y si Steve no lo soltaba, una de dos.

O se caía él, o se caía el coche.

Corrí lo más rápido que pude hacia el final del puente, y justamente a la mitad vi caer el coche. El parachoques había cedido, y una mujer se aproximaba al suelo gritando, y obviamente frené.

Lo de salir de los coches posiblemente no lo había entendido.

Pero era una persona.

Y no iba a dejar morir una persona cuando yo, maldita sea la coincidencia, no podía morir.

Así que volví a correr y salté al vacío.

No le vi la cara a Steve, que posiblemente se tiraría detrás de mí, solo vigilaba de cerca el coche, pero como supe que no llegaría, decidí transportarme hacia el asiento del copiloto.

La mujer iba gritando como una loca, sobre todo cuando me vio tan tranquila, no la juzgo, si fuese mortal, también estaría como una loca. Le arranqué el cinturón y la cogí del brazo, sonriendo.

Y ambas aparecimos de nuevo en el puente, ella vomitando y yo aguantando su pelo, con cara de incomodidad. La verdad, nunca le había aguantado el pelo a una desconocida.

'' Había otro coche. '' Steve se nos acercó y yo me puse rígida, no había visto nada de nada.

'' Steve, no es tu...'' Un coche verde oscuro apareció en el aire y cayó justamente en el hueco que quedaba entre el vacío y la ciudad, dejando salir a un hombre que vomitaba, al igual que la chica que seguía sollozando con mis manos en su pelo.

Red - A Captain America Love Story [Libro 2] [#Wattys2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora