Con alma & corazón «Grand Theft Auto V»

Trevor

—¡Wade! —gritó un hombre mientras se daba un portazo.

Ella, que se encontraba en su habitación escuchó el grito y asustada cogió de su cajón una pistola, pequeña pero poderosa. Corrió hasta la puerta principal y se encontró a un hombre, mas o menos alto, ojos marrones claros y de cabellos castaños.

—Uhmmm —se acercó mas a ella mientras reía—. No sabia que Wade tenia una novia.

—No soy su novia. —dijo mientras apuntaba con su pistola—. Soy su hermana.

El quedo sorprendido, la miro de arriba hacia abajo, causando sensaciones en ella. El hombre no era ni tan feo, ni tan guapo, pero a ella le parecía muy atractivo.

El aclaró su garganta y pronunció:

—Siento haber tirado tu puerta, digo, pensé que Wade estaría aquí, soy Trevor su amigo. —dijo dulcemente.

—Soy Lila y Wade se fue a visitar a Floyd. —hizo una pausa y prosiguió mientras iba bajando el arma—. Fue al cementerio.

—Ahora le puedes decir cuando venga que lo vine a buscar. —dijo mientras se volvia a la salida. Pero algo en ella quería que Trevor se quede.

—¡Si abusan de mi, lo cargarás en tu conciencia! —gritó ella mientras el se ubicaba en la salida posterior del remolque.

Trevor, confundido, giró y pronunció

—¿Disculpa?

—Claro, como dejas tremendo hueco plasmado en el hogar de mi hermano, es probable de que hombres sumamente peligrosos entren. —alzó una ceja la joven.

Trevor la miro pícaramente, mientras ella posaba su pequeña mano sobre su cintura dando a ver una pose muy provocativa. Los ojos del hombre miraban las esbeltas piernas de la pequeña hermana de su amigo, haciendo que ella se sonroje mas y mas.

—Mejor arregla esa puerta ¿si? —dijo mientras le alcanzaba un martillo, con un par de clavos grandes.

El le pidió que coja uno de los clavos y que lo coloque sobre un orificio que tenia la parte lateral del marco de la puerta, el iba martillando, pero casualmente le golpeó el dedo.

—Mierda, yo en serio lo siento. —dijo preocupado.

—Fue un accidente, ya pasó. —susurró mientras se frotaba el dedo indice.

—¡Mierda, pero fue mi culpa! —gritó.

Ella tomó delicadamente la mano de él y la guió hacia la mejilla de este. Al parecer ese movimiento lo relajó y a ella la hizo olvidar su dolor provocado en el dedo. Trevor dejo el martillo delicadamente en el suelo, pero sin apartar la vista de los ojos café de Lila.

Ella se acercó lentamente a él y sin dudarlo posó sus carnosos labios rosados sobre los de él, causando un tierno beso. Las manos de Trevor viajaron lentamente hasta la cintura de la joven y las de ella hasta el cuello del él. De un salto se puso encima de él y mientras la cargaba llegaron a la habitación de la joven de cabellos negros.

Sus ojos se abrieron de par en par, Lila miró a Trevor, un hombre quizá diez años mayor que ella pero que lucia super atractivo ante sus ojos. Trevor acariciaba su cabello y esto la hacia sonreír.

—Wade me decía que eras un loco psicopático. —susurró.

—Y es extraño que no me tengas miedo porque tu hermano tiene razón. —sonrió.

—Eso no me importa. —conlcuyó ella la frase con un beso.

Al amanecer Lila abrió los ojos lentamente y sonrió recordando sobre la noche anterior. Se levantó lentamente pero no habia ningún rastro de Trevor, pero si de las cosas de su hermano, Wade.

¿Se habrá dado cuenta? Pensó por un momento, pero eso se le hizo humo al ver la puerta totalmente reparada. Una sensación de ternura recorrió en todo su cuerpo y débilmente sonrió.

Al abrir la puerta se encontró a su hermano cargando unas bolsas y en su compañía venia Trevor, aquel hombre que conoció apenas ayer y que la hechizó por completo.

—Lila, que bueno que despertaste. —pronunció Wade—. Te presento a mi mejor amigo Trevor. —señaló al de ojos marrones claros.

—Hola. —inclinó su mano mientras sonreía.

—Un placer. —sonrió ella y no pudo evitar sonrojarse.

Ambos actuaban tan natural pero sabían que era imposible no olvidarse sobre aquella noche y es ahí cuando ella se dio cuenta que hasta la persona mas fría puede tener los sentimientos mas verdaderos.