Abro los ojos, confusa.
James Jonhson me ha.. ¿besado?Me doy la vuelta, y le miro indignada.
-Eres consciente de lo que acabas de hacer ¿verdad?
Achina ligeramente los ojos y se relame los labios.
-Aaaaja- Alarga la "a"- pero creo que a ninguno de los dos nos conviene mencionarlo. Me guiña un ojo y me tiende el zapato.
Con el ceño fruncido se lo arranco de la mano y salgo de la piscina.
Camino rapido. No quiero que nadie nos vea a los dos juntos, y mojados, y se monte falsas peliculas.
-¡Liss! - Grita alguien desde una esquina alejada del jardin.
-Ben no estoy para tonterias- digo con desden mientras paso de largo.
-¿Ya te vas?- me responde, y sé por su tono de voz, que le ha molestado.
-¿Pero tu me has visto? Estoy calada- tomo la parte de abajo del vestido y la escurro. Un chorro considerable de agua cae de la prenda haciendo otro considerable charco en el suelo. Sonrio con resignacion y me detengo un momento para ponerme los tacones.
Al fin y al cabo, si de verdad voy a irme a casa, no pienso ir descalza.
-Si quieres puedes quedarte aqui hasta que te seques- insiste.
-Dejalo Ben, de verdad. Estoy bien.
Se queda callado por un instante, mirando al suelo fijamente, y asiente como si se estuviese confirmando algo.
Aprovecho ese momento de despiste y me alejo de él sin que se entere.Mientras ando me concentro en los trocitos de césped que tengo pegados a los zapatos, y que no parecen querer desprenderse de ninguna manera del empapado y aterciopelado tejido.
-¿A dónde vas, preciosa? -levanto la cabeza y veo los centelleantes y oscuros ojos de Federick resplandecer, de una manera desafiante.
-A casa- respondo encojiendome de hombros.
-¿Tan pronto?- suelta una carcajada y al abrir la boca me fijo (de nuevo) en su metalico aro, que le perfora la encia superior.
Es realmente atractivo.
-Son las dos de la mañana- digo con reproche mientras compruebo la hora en mi movil- no es lo que se dice "pronto".
-La noche es joven, preciosa- dice sensualmente. Se lleva la mano a la cabeza y no puedo evitar fijarme en su musculoso brazo lleno de tatuajes- Pero, si de verdad piensas largarte, yo te llevo. No me apetece que estes paseando sola por la calle a estas horas.
-Se cuidarme sola, gracias- Sonrio cortésmente, y me doy la vuelta en direccion a la salida.
-Aun no he terminado- me agarra fuertemente del brazo y tira de mi hasta que me encuentro a tan solo unos centímetros de él- ¿No iras a aparecer asi en tu casa? Estas empapada, y tengo la sensacion de que a tus padres no les va a hacer mucha gracia.
Mierda, tiene razon. No puedo llegar en estas condiciones. No me dejaran volver a salir.. nunca.
Suspiro, y él parece leer mis pensamientos porque me mira y dice:-Si quieres volver a pisar una fiesta en tu vida, deja que te lleve de vuelta. Pasamos un momento por mi casa y te dejo algo para que te cambies.
Frunzo el ceño. No se si fiarme de él.
-¿Cuál es el truco?- Pregunto, tratando de descifrar la expresion de su cara.
-Eso es lo mejor de todo, que no hay truco- Sonrie, y me ofrece su chaqueta para que me abrigue. La verdad es que esta empezando a hacer frio.
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Atrévete a odiarme
JugendliteraturY así fue como comenzó la apuesta. Chris decía que al final de curso yo estaría totalmente colgada por el tío al que llevaba odiando más de media vida. Que irónico ¿verdad?