Con Leo nos mensajeamos todos los días. No eran las típicas conversaciones, por eso me gustaba harto hablar con él. Puedo decir que me estaba empezando a gustar, y no sé si eso era malo o bueno. Él era bastante pesado en instantes pero luego era extremadamente dulce, y eso a mí no me importaba, porque se supone que cuando te gusta alguien aceptas todo de ése alguien, ¿o no?...
Ayer estuvimos hablando por teléfono hasta tarde y llegamos al acuerdo de salir al cine, ya que hace como una semana que no nos veíamos porque él estaba ocupadísimo al igual que yo. Así que quedamos en salir, supuestamente como amigos obvio, pero yo ya sabía lo que vendría.
Eran las cinco de la tarde y alguien llamó al timbre. Era él por supuesto.
—Hola —añadió tímido, algo inusual, pero de lo cuál me encantaba ver en las personas.
— ¡Hola! —le saludé.
— ¿Vamos? —Preguntó a lo que yo salí corriendo a mi habitación a buscar mi bolso y una chaqueta, o sino mi mamá me retaría.
Fuimos caminando hacia donde paraban las micros. Tomamos la 102 y nos fuimos conversando durante todo el trayecto.
— ¿Qué película querís ver? —Preguntaba emocionado.
—Una de terrors, obvio —contesté sonriendo.
—Ah, yo pensé que queríai una romántica.
—Nah, eso es para mamones como tú —añadí y él rió.
—Sí claro, sé que tienes en tu celu canciones románticas de Camila y Juanes, qué onda —dijo burlándose, estúpido.
—Me las mandaron —bufé.
—Pero puedes borrarlas si tanto "odias" lo romántico —siguió riendo.
—Callad tío, aquí nos bajamosh —imitando el acento españolíshimo.
Nos bajamos y caminamos hacia el Mall. Entramos al cine y nos pusimos a la cola, qué lata.
Pasaron 5, 10, 15 minutos y al fin llegamos a la meta, WI, estúpida cola. Pero en ése momento no supimos por qué película decidir ver. Mal ahí. La ¿cajera? tenía la cara con expresión molesta, obvio, a quién no le molestaría esperar a un par de tontos que no deciden qué ver.
Finalmente decidimos por la película más kúl que nunca antes vi, Interestelar. Con la persona más bacán que nunca antes conocí.
Compramos los boletos y entramos, sin comprar palomitas y volá, ya que teníamos el medio tráfico en nuestros bolsos.
Leo me tomó la mano por primera vez y sentí una electricidad recorrer mi cuerpo. Agh, qué raro suena. Y estuvimos de la mano durante toda la película, incómodo eh. Pero obvio que desentrelazamos nuestros dedos para comer, nunca tan pegote (aparte los dedos sudan po).
La película en sí, fue bastante buena y triste. Un hombre viudo y sus dos hijos viven en el campo, los cultivos cada día se escasean, está pasando como una tormenta de arena, por otro lado la hija de éste viudo, asegura que detrás de un estante lleno de libros existe un fantasma. El hombre quiere averiguar como puede salvar a la humanidad, ya que el planeta no tenía futuro, tarde o temprano todos morirían enfermos. Entonces él como era un ex piloto, parte al espacio a buscar una solución a todo ese rollo, y bueno, en wikipedia sale información más entendible. La película fue genial.
Al haber finalizado la película, despegamos nuestras sudorosas manos (okno) y fuimos a comer algo. La verdad es que yo quería una pizza o una hamburguesa, pero para no parecer una hambrienta frente a él, decidí por un helado mixto esos que venden en el McDonalds (<3). Él para que estuviésemos igual, se compró el mismo helado. Nos sentamos afuera del Mall, donde se podía apreciar la vista hacia el mar. Nos comimos el helado y él decidió hablar, ya que yo no hablaría, porque no sabía qué decir. A veces los silencios hablan más que las palabras. Ok. Él tomó aire y me miró fijamente.
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Sin Título
AbenteuerNo sé como titular esto. No tiene explicación, te lo dejo a la imaginación... Sucede que —me da vergüenza— no sé como empezar esto, pero sé bien que para terminar puedo escribir "para concluir el texto..." aunque sonará como la conclusión de un info...