Me quiero casar con mi padre.

Capitulo III

Capitulo III – "DISTRAÍDA 24/7"

Lo que resto de día se pasó volando, entre las clases aburridísimas, de verdad me encanta la carrera que escogí pero no deberían de dar tantas materias que no van al caso, simplemente son de relleno; salir a almorzar con las chicas que fue un grato respiro que me permití puesto que necesitaba de alguna forma relajarme luego de lo ocurrido, bromas y chistes de mal gusto por parte de Virginia y golpes de Michelle hacia su persona me animaron totalmente... Si no las conociera lo suficiente las querría matar pero a su manera cada una de ellas es única y las amo por igual así tengan serios problemas, son medio retrasadas, ustedes me entienden y realmente no puedo con ellas.

- Epa perdida ahí viene Adam –Dice Virginia sacándome de mis pensamientos-

- ¿Dónde? – Digo totalmente perdida en mis pensamientos-

- Ahí idiota, míralo – Señala con su dedo hacia atrás de mi -

- Él no puede ser tan tierno en la vida Gabi, te trae una rosa – Ahora interviene Michelle haciéndome girar verificando que efectivamente el venía con una rosa en la mano directamente hacia donde estábamos nosotras-

Venía para acá a paso apurado pues me conocía mejor que yo misma y como no, ¡por Dios!, lo conozco desde que me adoptaron y sabía muy bien lo que había pasado, que estuvo mal, que mis sentimientos no eran recíprocos a los suyos o bueno eso decía yo o era así, que lio tengo, y que como buena cobarde iba a huir, antes de que el pudiera abrir la boca levante mi dedo en un ademán para que se callara y en un abrir y cerrar de ojos me eche a correr.

Creo que no estaba preparada para volver a darle el mismo sermón de cada vez que mencionaba algo sobre sus sentimientos, estoy cansada, no me gusta hacerlo sentir mal, pero mucho menos me gustaría que se hiciera falsas ilusiones, yo no soy así y menos con él, no podría...

Recuerdo una vez que un niño me regalo un peluche cuando tenía unos 11 años y Adam lo amenazo que le iba a quemar el cabello si volvía a repetirse, estuve molesta con él 2 meses enteros, el Chiquito me parecía muy lindo y él lo jodio todo... Quien sabe y ese era el amor de mi vida, no estaría en esta odisea con Josh y mis sentimiento retorcidamente jodidos, pero bueno, ¿Qué se puede hacer? Como dice el dicho, vida como te pongas te vivo, o algo así creo.

Un sonido en mi bolsillo me saca de mis pensamientos, me voy dando cuenta que estoy a punto de llegar a mi hogar antes de sacar el teléfono y ver que me llama ella... Mi madre, la maravillosa Doctora Perfecta digo digo la Doctora Erika Clifford, las comisuras de mis labios se levantan formando una sonrisa al contestar.

- Como esta mi futura psicóloga – Sus palabras van cargadas de ternura-

- Bien mami, tuve un día un poco alocado pero estoy bien – Digo a la espera de que no me pregunte más-

- Me alegro pequeña, es bueno tener días así, la rutina es tan aburrida... Bueno pues yo llamaba para decirte que tengo un caso y pensaba ir mañana a para allá, antes de mi reunión quería ver si quedábamos para vernos, tengo que ponerme en sintonía con lo que pasa en la vida de mi única hija-

- Claro mamá, ¡Encantada! me avisas donde para ponernos de acuerdo – La extraño mucho

- Ah hija y dile a Josh que también debo hablar con el sobre algunos trámites del divorcio, pero obviamente luego de pasar tiempo contigo. – Su voz suena de completo fastidio-

- Ok mamá yo le digo, no te preocupes.

- Ok hija, te dejo, nos vemos mañana, te quiero cielo.

- Yo también te quiero mami, nos vemos.

Sin darme cuenta estoy en la puerta de casa, veo la camioneta de Josh y al lado de ella un Mini Cooper Rojo y Negro, lindo en realidad, debería pedir uno de esos, me encantan, espero por mi salud emocional que no sea de la rubia teñida de anoche, me va a colmar la paciencia, saco la llave de mi otro bolsillo e inserto la llave cruzando los dedos porque no sea lo que yo espero, Diosito no por favor o sea falta que me caiga por las escaleras si es lo que yo pienso que significa ese auto, voy abriendo la puerta y BOOOOM.