TOP
Libertad.
Es una palabra que puede considerarse tan extensa como el universo, con múltiples significados que aun no han logrado descifrarse del todo.Lo primero que me vino a mi mente ante tal palabra, es viajar, salir por el mundo y perderme un poco en la diversión de las fiestas.
Pero no fue lo que mi cuerpo quería, lo que realmente hice fue moverme de la casa de YoungBae y acercarme un poco mas a mi antiguo apartamento, ahora que no me veía obligado a estar en el, ya no se sentía como una prisión. Quería entrar y tomar una gran siesta, después probablemente me perdería en el a rte que tanto me gustaba. A decir verdad, aquella simple silla que se hallaba en el centro de mi habitación, era fabulosa, le había tomado cariño.
El CEO tenía razon, había cambiado, mis pensamientos ya no eran los mismos.
El clima estaba cambiante también, del asoleado día paso a ser una templada tarde noche. Todo era tan agradable que mi motivación me orillo a dar un paseo a pie.Me detuve en el café que se encontraba a unas cuantas cuadras de mi apartamento.
El Americano de este lugar era uno de mis favoritos, mi mánager siempre se encargaba de mandarme uno por las mañanas, su sabor era exquisito, así que me detuve solo un segundo para pedir llevar uno.
Entre con vacilación, los lugares transitados ya no eran mi mayor fuerte. Mi vestimenta ayudaba mucho ya que ocultaba mis ojos con los lentes, también traía cubrebocas. Mi reciente cambio de cabello se debía a que todos conocían mi antiguo estilo en Japón por las noticias, por si las dudas lo había cubierto con un gorro. Se que no soy tan difícil de identificar, pero al menos como vestia en estos momentos, no me parecía en nada a ese engreído de Top.
El encargado de la tienda se muestra indiferente ante mi apariencia, me da valor que no me haya reconocido, pero tambien me molesta puesto que su expresión no era nada agradable, era como si odiara su trabajo y por tal razón a cualquiera que se atreviera a comprar algún producto.
-¿Qué va a querer?
Es tan molesto.
- Un americano por favor.
El chico se aleja por unos minutos y luego regresa con la misma expresión fría y un cafe caliente en sus manos.
- 500 wons - dice simplemente extendiendo su mano. Este mocoso malhumorado me hace sentir furioso, pero lo ignoro.
Meto la mano en mi bolsillo y no hay absolutamente nada en el.
Se que es demasiado tarde para notar que he olvidado mi dinero.
Me acercó al mostrador y hablo con voz baja.- ¿Aceptas tarjeta de crédito? - preguntó.
- No tenemos sistema por el momento, y las compras deben ser mayores para aceptarla - dice molesto -. Son 500 Wons - repite con arrogancia.
No se como salir de este enrollo, quizá devolver el café, ¿puede hacerse eso? , me preocupa que este chico haga un alboroto, no se como debo actuar.
- Usted luce sospechoso - dice al cabo de un momento. Estoy en pánico y el enojo fluye a traves de mis venas. He llegado a mi límite, me siento como un adicto que acaba de salir de rehabilitación, solo para descubrir que no esta completamente curado.
Estoy apunto de hacer algo estúpido.
Pero entonces una mano se interpone entre el dependiente y yo, tardó unos segundos en descubrir lo que esta pasando.Esta persona... Acaba de pagar por mi.
Se que debería volverme y darle las gracias por su ayuda, pero no puedo, algo me lo impide. El tic tac del reloj resuena, el encargado me da una ultima mirada, quiere que me aleje de ahí.
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Message from my idol
FanfictionDos chicos con una conexión ... Ella jamás imagino que inscribirse en un programa de citas pudiera resultar divertido. Él, ni por un segundo se le habría pasado por la mente que un día lo perdería,todo. Obligados a entablar una conversación diaria p...