Capitulo tres - Baby don't Cry

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TOP

"Si queremos que esta relación funcione, debemos empezar a saber cual es nuestro tipo ideal" 

Las primeras palabras que escuche en cuanto coloqué mi celular en mi oreja, no eran precisamente las que esperas todos los días antes de despertar.

Esperaba al menos que fuera un poquito mas... educada.

— Eh ¿Jlec? — susurré interrumpiendo lo que fuera que siguiera en su discurso.

Hubo un silencio en la linea.

— ¿Top?

— Si, ¿quién mas? Me has marcado.

Otro silencio.

— Lo siento — se disculpo.

— ¿Por qué? — le preguntó curioso, pues no imaginaba lo que me había hecho para disculparse.

— Buenos días — susurro en cambio con voz tímida.

— Buenos días — conteste con una sonrisa —, creí que no tenías modales — le confese.

— Oh yo... lo siento, no sabía que había marcado tu número.

— ¿Así que esa pregunta no iba destinada a mi?

— Si, quiero decir no — hizo un sonido de frustración —estaba practicando.

— ¿Practicas antes de hablar conmigo?

— Solo para que no de pistas de mas. Sería horrible que adivinaras tan pronto.

Me reí.

— Quizá — me levante de la cama con pereza —, ¿sueles levantarte tan temprano?

— Si — contesto con rapidez —, es un hábito.

Entonces era verdad. Me encargaría de recordarlo.

— ¿ Has desayunado? — pregunto y de alguna manera se sintió extraño.

— No — respondí mientras le colocaba la pasta a mi cepillo de dientes. — Me acabo de levantar.

— Oh lo lamento de nuevo, ¿debería marcar mas tarde?

— ¡No, espera! — casi me atraganto — ¿Tú ya desayunaste?

— Estoy en eso — y como para corroborarlo sonó un sonido como de un plato rompiéndose.— Te llamo mas tarde — y entonces colgó.

También es despistada y algo torpe.

Jlec

Soy un desastre.

Me humille con un chico, que si bien no tengo idea de que sea apuesto o no...sigue siendo un chico. Acabo de romper un plato y por si fuera poco, el plato  ha tomado venganza cortando mi pobre dedito.

Auch, enserio duele.

Recojo las restos faltantes del suelo y lo reemplazo por otro. Hasta el día de hoy, sentarme en la mesa y comer sola, nunca se había sentido tan solitario.

Los desayunos, el almuerzo, la comida y las cenas con mi familia siempre fueron ruidosas, solía desear estar con un poco de silencio, así que me apartaba. Cuando finalmente me mude, los extrañe. Quería escuchar aunque fuera extremadamente ruidoso algunas de sus charlas sin sentido o los gritos enojados.Por qué pasar de una cena ruidosa a una silenciada por la soledad, es casi igual que tener un hermano y no pelearte con él, es como si no lo quisieras. Digo, los hermanos nacieron para hacerte compañía en las buenas y en la malas.

Message from my idolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora