Capítulo Dos

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Narra ___:

—Oh, entonces fue culpa de ambos—sonrió el chico levemente sonrojado. Algo que encontré muy adorable, pero estúpido. ¿Cómo podía sonrojarse? No era un crio, estábamos en la universidad y solo los ñoños se sonrojaban. Sorprendida, lo mire de arriba abajo y suspire de alivio al ver que no se vestía como un ñoño así que no era del todo uno. Me preguntó quién será. Nunca lo había visto por el campus y eso que he visto a la mayoría de todos. Ya saben, me he acostado con la mitad de la universidad. Además, un chico tan guapo como el jamás se me olvidaría si lo hubiera visto. Primero porque si lo hubiera visto, me lo fallaría, pero no. nunca lo había visto. De seguro era nuevo. — ¿Estás bien?—preguntó y sonreí coquetamente.

—Perfectamente guapo—sonreí y este sonrió aun sonrojado. ¿Ven? Dios, se sonroja hasta porque le diga guapo. Eso quería decir que era virgen. Los hombres vírgenes eran tímidos, reservados y se sonrojaban por todo. Además de que tartamudeaban. Era una lástima que fuera virgen. Encantada de tirármelo, pero está prohibido para mí. Las reglas son claras y dice que no debo acostarme con un virgen por más bueno que este. –Y dime, ¿Eres nuevo? Nunca te había visto—sonreí y este asintió repetidas veces.

—Me llamo Justin—contesto ofreciéndome su mano, pero negué con una sonrisa. Si, definitivamente era un virgen. ¿Aun existían vírgenes en la universidad? increíble.

—Mucho gusto guapo, soy ___—dije besando su mejilla y este me miro sorprendido. ¿Qué? Siempre he sido así de lanzada y me encanta molestar a los vírgenes poniéndolos nerviosos. Varias veces les he coqueteado y casi los besos y estos casi se hacen pipí encima por lo nervioso que los pongo. Pero no puedo culparlos. De solo verme, a cualquiera le da un infarto. He tenido viejos que al verme les da un paro cardíaco de lo hermosa que soy. ¿Qué puedo decirles? tengo los mejores genes. –Ahora debo irme, pero espero verte por ahí guapo—sonreí mordiéndome el labio antes de rozar mi hombro de una manera coqueta con el suyo. Reí al verlo aun sorprendido mientras se sonrojaba aun mas. ¿Ven? es divertido molestarlos. Mire la hora y me dirigí al salón del profesor de Historia. Tenía que hablar con él sobre mi calificación. Abrí la puerta y este alzo la vista para verme con una sonrisa. Cerré la puerta detrás de mí y me acerque a él coquetamente. Él era el único que follaba seguido. Además de lo bueno que esta porque es un hombre que se conserva para la edad que tiene, también me ayuda en los exámenes y para qué negarlo, también es bueno en la cama. Demasiado bueno.

— ¿Qué haces aquí? Hoy no tienes esta clase—dijo y me senté frente a él en su escritorio.

—Vine a ver mi calificación del examen—sonreí abriendo mis piernas dejándolo ver mis bragas y este gruño acariciando mis piernas.

—Aun no lo tengo—contesto y alce una ceja. ¿Cómo que no la tenía? El examen había sido hace una semana y el siempre era rápido corrigiendo. Además de que en mi examen el no hacía nada porque me ponía la excelente calificación y listo. Eso era lo bueno de follármelo. Conseguía todo lo que quería.

— ¿Cómo que no la tienes?—pregunté y este se puso de pie acariciando mis pechos por encima de la camisa mientras pasaba su mano por mi entrepierna aun cubierta por mis bragas.

—No he tenido tiempo—sonrió besándome el cuello mientras movía su mano estimulándome por encima.

— ¿Por qué?—pregunté confundida mientras dejaba que me besara el cuello.

—Estuve ocupado con mi esposa—contesto y lo empuje mirándolo mal.

— ¿Preferiste estar con la vieja de tu mujer antes que corregir mi examen y tener una recompensa?—pregunté molesta mientras me bajaba del escritorio y acomodaba la camisa. –Increíble—dije cogiendo mi bolso.

Heartless Bitches {Justin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora