Encuentro

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POV SUNGMIN

Allí estaba otra vez. En el lugar que más odiaba visitar desde hacía años.

Mi madre sabía perfectamente que no soportaba que me llevase allí, y sin embargo, siempre me arrastraba hasta allí con mentiras.

Me había dicho que iríamos a comprar las cosas que yo necesitaba... pero había olvidado mencionar que volvería a llevarme a aquel lugar.

No lo aguantaba.

Ahí estaba él, el muy estúpido. Encima creía que iba a visitarle y todo.

Odiaba esa enferma sonrisa en sus labios. Me daba escalofríos. Me repugnaba.

Le dije a mi madre que me quedaría fuera de la tienda, que me negaba completamente a entrar ahí, pero a base de empujones me hizo quedarme cerca del mostrador para vigilarle las cosas.

A veces creía que me odiaba o algo.

     -    Vaya, ¿a quién tenemos aquí? Qué guapo estás Sungminnie, hacía varios meses que no te veía. ¿Me echabas de menos?

Oír la voz de ese sujeto hizo que me pusiese rígido al instante.

Me di la vuelta para verle a la cara y contestarle y le sonreí falsamente. Seguía sin entender como no se daba cuenta del asco que le tenía.

    -   No, no es eso. Tenía fiesta en la universidad y mi madre quería que la acompañase. De todas formas soy mayor que tu, así que háblame como deberías - contesté, intentando sonar cortante.

Comenzó a reírse, ocasionando que algunas de las personas que había allí nos mirasen divertidas.

La mayoría eran mujeres que solían frecuentar la tienda. Muchas de ellas tenían la impresión de que tenía algo con esa persona solo porque siempre me andaba tirando los trastos.

Me parecía hasta humillante que me relacionasen con alguien como él.

    -  Vamos hyung, ¿tanto te importa cómo me dirija a ti? En el fondo te gusta que te hable informalmente - sonrió descaradamente, haciendo que un par de señoras que estaban cerca soltasen unas pequeñas risitas.

Lo que más odiaba de él era que nadie se diese cuenta de su repulsiva actitud. De algún modo todos le veían encantador.

Más de una persona me felicitaba por haber conseguido llamar la atención del solicitado dependiente de aquel lugar.

En serio... ¿qué es lo que le hacía ver tan encantador hacia los demás? No lograba entenderlo. Era diabólico.

Me volví para mirar hacia la calle. Realmente odiaba estar allí.

Comencé a entretenerme con el móvil, no hacía nada especial, pero cualquier cosa era mejor que prestarle atención a aquel imbécil insolente con aires de acosador en potencia.

Veía a mi madre asomarse de vez en cuando desde algún pasillo, preguntándome si quería esto o aquello, pero lo que yo quería realmente era largarme de allí. Me daba igual lo que comprase, siempre que terminase rápido.

Una mano se posó repentinamente en mi hombro,consiguiendo sobresaltarme al pensar que podría ser aquel mocoso .

Suspiré aliviado al ver de quién se trataba.

-Hay, mi pequeño Sungmin que grande te has puesto . ¿Donde esta tu madre?- preguntó cariñosamente una de sus tías.

No pude evitar sonreírle, aquellas mujeres estaban medio locas, pero siempre me divertía cuando pasaba un rato con ellas.

No lo entiendes? Te odio  +18 ( terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora