Capitulo 10

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No sé que es lo que nos espera cuando regresemos, pero cuando él la vea, deseo con todo mi corazón que al menos en un segundo me recuerde a mí. Que recuerde nuestra historia.

Comprobado. El tiempo no ayuda. Es imposible arrancarte a alguien de tan adentro. Quién haya dicho que se podía, mintió. Está cañón!

Ya pasó bastante tiempo desde el "suceso", bastante tiempo, bastantes viajes y un montón de intentos. Y la verdad de las cosas es que me merecía el trancazo que me di hace meses, me lo merecía por confiada, por pretenciosa, por querer cambiar mi destino.

Ya no recuerdo bien la primera conversación a solas que tuvimos después de que cortó. Como que cuando uno tiene muchas ganas de saber algo se concentra sólo en las palabras claves, en esas que nos hagan sentir conformes. Y así fue, al final lo que recuerdo de esa conversación es

"Any, la regué"....

Y con eso fui feliz.

Y no dijimos más.

En realidad ni hacía falta. Fue bastante obvio que se sentía de la fregada, traía una cara de perdedor que no podía con ella. Y la odié, la odié tanto por hacerlo sentir así, y lo odié más a él por tarado, por caprichoso, por querer también cambiar su destino.

Ahorita lo recuerdo y me conmueve muchísimo, me da cosa y me dan unas ganas horribles de ir y abrazarlo y consolarlo - a pesar de que me vaya a ver raro por que es algo bastante ya superado- , pero en ese momento, como buena vieja ardida, me sentía feliz, satisfecha. Verlo con la "cola entre las patas" me provocaba bombardearlo de comentarios para hacerle saber - obviamente delante de todos- lo poquito que le había durado el gustito.

Pero no aguanté. Sí, soy débil con él. Soy lo que quiera que sea. Me convierto en lo que se le da la gana. Nada más esos ojos y tres piNches palabras bastaron para que yo lo perdonara.

Y mi corazón, y mi estómago y algo más me pedían a gritos estar con él, sentirlo cerca.

Pero no.

Me ganó algo, no sé donde dentro de mí, no sé si fue el recordar la hinchazón que me dejó en los ojos después de haberle llorado tanto, o darme cuenta que a pesar de que estaba descubriendo y reconociendo mi amor por él, también descubrí con todo esto que hay una Anahí que aunque está dispuesta a enamorarse y afrontar las consecuencias que eso lleva, tampoco podía dejarse quebrar así por alguien, por nadie. Soy dueña de mí, nadie más.

Y bueno, también está la otra parte.

Él.............Estaba dolido, se arriesgó y falló, eso cala y mucho. Siguió siendo el mismo coqueto y consentidor de siempre, siguieron los juegos y los cariños, pero había algo que nos marcaba el limite, había algo que no sabíamos que era, que no tenía nombre y que aún así buscábamos. Siempre como con un ansia de querer estar cerca, pero al mismo tiempo lejos, y nadie decía nada y nadie hacía nada.

Y yo mientras... imaginando... soñando despierta que lo hago besarme como entonces... como nunca.

Y de mientras... ya no me aturdo, ya no me preocupo. Mejor disfruto de las maravillas de mí día a día. Comerme un chocolate, ver a un chavo guapo, soñar con la playa, una tarde de caricaturas, una plática con mi hermana, un fan cantando mi canción...

Estoy bien. Siempre, al final de cuentas, seguimos bien.

Es una etapa más, un pasito más que me hace entender que lo voy queriendo para siempre... como no querré a nadie más.Hay veces que ya no puedo más. Es demasiada la presión, demasiado movimiento, constante estrés, nunca paro. Y adoro lo que hago, pero si de verdad me detengo a pensar en estos tres años, creo que se me han pasado como una película adelantada, no sé si he tenido realmente el tiempo de procesar el sueño que he estado viviendo. Me da miedo despertar. Me aterra no saber si voy a seguir existiendo una vez que ese movimiento pare. Tengo tantas ideas revoloteando en mi cabeza. Ni dormida dejo de moverme. Siempre adelantando, planeando, imaginando y deseando.

Confesiones (Any Y Poncho)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora