En en colegio suele suceder.

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Esta mañana asistí al colegio como cualquier otro de mis días tornados de gris. Subo las escaleras mientras topeteo hombros con los demás chicos que van hacia la planta baja.
Veo mi salón y está allí la siempre tan depresiva Miss Angela, me voltea a ver con sus ojeras mal cubiertas por al parecer cualquier maquillaje barato.

Ella nos cuenta que lleva años sin dormir, que apenas pega pestañas y vuelve a despertar. Eso es terrible, bueno, eso diría yo si simplemente no fuera yo, pero como soy una persona casi roca, pues no me importan los demás.

Soy la primera en la clase, como siempre, pero a los pocos minutos comienzan a llegar una por una todas las cucarachas a las que les llamo compañeros, todos demacrados, es un salón fúnebre a su totalidad.

La miss comienza la clase de una manera muy peculiar, puesto a que se pone de pie frente a todos y comienza a llorar. A nadie nos importa, ¿qué le pueda pasar a ella que no nos halla pasado a nosotros? Simple.

Sale corriendo del salón y todo es seriedad, no es raro.
La maestra ha vuelto, valla... Trajo consigo un hermoso artefacto, una escopeta de doble cañón. Creo ya nos había hablado de ella, le tiene un ridículo nombre, se llama Kitty y según la versión de su historia, Kitty algún día terminaría con su sufrimiento.

No lo pensó dos veces y en menos de un minuto encañona su propia cabeza y con una exclamación tan sencilla como -Esto es todo por hoy- se pega un tiro que deshace su rostro y sesos en un mil pedazos.

La pizarra ha pasado de ser blanca a roja. Creo que la clase ha terminado. Cada quien se retira de su asiento y sale por la puerta, soy la última en salir... Pero no me voy sin antes firmar el registro. Me sorprendo al ver que es la profesora #25 en quitarse la vida en este mismo salón, frente al mismo alumnado, ¿algún otro docente disponible?

Letras Suicidas [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora