Letras Suicidas [+18]

Último adiós.

La noche ha caído y de nuevo me encuentro solo, esta soledad poco a poco aniquila cada una de mis neuronas. Mis únicos acompañantes de esta luna son Matty; mi Revólver de 6 tiros, Lies; mi soga con nudo corredizo y un par de gemelos  frascos de píldoras; Tim y Tom. Todos quieren participar al mismo tiempo, pero solo tengo la oportunidad de tomar conversación con uno a la vez.

Matty me promete que el asunto será rápido, pero solo cuenta con un solo tiro… Los otros 5 ya los han utilizado mis amigos, decidieron ir primero que yo. Veo fijamente a Tim y a Tom, ambos están muy entusiasmados, son frascos nuevos y quieren ser abiertos pero no lo sé, he leído de personas que han jugado con ellos y la verdad suena algo aterrador el tener que soportar las ganas de vomitar solo para poder terminar, si vomitas el juego termina y sigues en el sufrimiento.

Volteo a ver a Lies, ella está preparada para todo, tiene un banco decorativo debajo de ella, dice que es para facilitarme al momento de que ella acaricie suavemente mi cuello, dice también que será emocionante y con mucha adrenalina y que con ella el juego lo gano yo pase lo que pase, me promete que resistirá ante cualquier situación, y que no será muy ruidosa ni ensuciara el apartamento.

Es muy difícil, no sé por quién decidirme, todos me prometen lo mejor, pero solo uno puede jugar conmigo, será una decisión difícil. Llamaré a mi madre y pediré su consejo, quizá ella pueda darme una buena elección.

Recuerdo que estoy solo, nadie jamás ha preguntado por mí, el intento de llamado a mi madre ha sido inútil, ella no contesta. No es la primera persona que lo hace, esta mañana llamé a mi mejor amigo y fue por nada, no recibí respuesta alguna. Creo que me la voy a jugar solo, como siempre lo he hecho, sin ayuda de nadie.

Rápidamente volteo a ver a todos y cada uno de mis acompañantes, todos están impacientes y creo que quien menos entusiasmado está es Matty, creo que le daré la oportunidad, que utilice su último tiro conmigo y así ambos terminamos con esto de una vez por todas, bueno, el podrá volver si alguien le consigue un par de tiros más, yo no.

Cuando tomo a mi querido Revólver, está algo frío y lo froto junto a mí para que tome un poco de calor. Abro el carrete y posiciono el tiro en su lugar. Le doy un giro rápido y el juego comienza, Matty está feliz.

Suspiro y pongo el cañón en mi boca, pongo el dedo en el gatillo, mientras tanto él me ayudará a contar hasta tres. Veo que una sombra surge del suelo, con capucha negra, supongo que ha venido a esperarme. Matty ha contado hasta tres y tiro del gatillo, solo escucho un “click” y el juego sigue. La sombra nos auxilia y cuenta hasta tres de nuevo, pero nada… Otro molesto “click”. Los labios me saben a polvora. De nuevo escucho el número tres y el juego ha terminado, siento el impacto en mi garganta, Matty se ríe y nuestra amiga sombra me cubre con su manto negro, y solo escucho su voz decir: “Adiós, mundo”. Todo se cubre de negro, el juego terminó.