*Algunas horas (o días) antes*
Abrió lentamente losojos y una intensa luz le deslumbró, obligándole a volverlos acerrar mientras se llevaba las manos a la cabeza, intentando en vanoeliminar el fuerte dolor. Se sentó apoyándose sobre los codos,mirando a su alrededor, estudiando el extraño lugar en el queestaba. Era una sala grande y brillante, con el suelo de cristalrodeado de escaleras, una puerta blanca al otro lado de la sala y loque parecía un panel de control en el centro, a unos pocoscentímetros de él.
-¡Por fin despiertas!Tenía miedo de que no hubiera funcionado. -dijo una voz a su espaldasobresaltándole. Se levantó rápidamente, desequilibrándose alhacerlo, y miró al hombre que había hablado.
-¿Quién eres? Y...¿Dónde estoy? ¿qué es todo esto? -preguntó atropelladamenteagarrándose a una de las barandillas.
-Tranquilo, ya nosconocemos, aunque claro, entiendo que no me reconozcas, he cambiadode cara, ¿Te gusta? -dijo tranquilamente acercándose a él mientrasse apartaba un poco el pelo de los ojos. Ianto le miró sin entender,no esperaba una respuesta tan rara- Soy el Doctor, y como ya sabrás,un viejo amigo de Jack.
-El Doctor, -susurróIanto para si mismo, antes de mirar a su alrededor, entendiendo porfin- entonces, esto tiene que ser el interior de la TARDIS, aunqueestá diferente de como Jack me lo había descrito.
-Lo se, he hechoreformas. -el Doctor contestó alegremente acariciando el panelcentral- Me imagino que querrás una explicación, en plan, quéhaces aquí, por qué no estas muerto, y a dónde vamos. -dijocambiando de tema antes de sentarse en unas de las sillas,ofreciendole la otra a Ianto- Empezaré por el principio. Moriste,cuando lo de los "456", lo siento por eso, debería haber estadoallí, y Jack se quedó destrozado, pensé que lo acabaríasuperando, es la condena de los inmortales, perder a todo el mundo,es duro, pero al final acabas aprendiendo a seguir y él lo sabe tanbien como yo. Pero no lo hizo, me enteré de lo mal que estabagracias a una vieja amiga, creo que la conoces, se llama MarthaJones. -Ianto asintió, sonriendo para si mismo, claro que laconocía- Me contó que no sabía nada de él desde hacía mucho y mepidió que le buscara, lo cual no me hizo falta, ya que me encontrécon un Jack del futuro y bueno, esa historia no puedo contártela, enresumen me dijo que tenía que salvarte y me puse a ello, es muylargo y complicado, pero al final encontré la forma y... aquí estas-terminó, sonriéndole de medio lado, pero Ianto no estabahaciéndole caso. Jack, ¿destrozado por su muerte? ¿no lograndosuperarlo? Sabía que había significado algo, pero nunca podríahaber imaginado que él, un simple mortal al que conocía desde hacíatan poco, fuera tan importante.
-Gracias -dijo Iantocomo única respuesta. Aún no estaba completamente seguro de quetodo esto fuera real, pero si no lo era no quería saberlo- ¿Podemosir ya a buscarle? -preguntó poniéndose en pie alegremente.
-Antes quería hacerteun par de pruebas, pero mejor vamos primero a por él -contestó elDoctor sonriendo a la vez que pulsaba algunos botones y giraba unapalanca.
La TARDIS emitió unosruidos extraños, quejándose de la presencia del chico, los cualesel Doctor ignoró, y segundos después Ianto pudo ver Cardiff através de la pequeña pantalla de control. Miles de recuerdos leinvadieron, viejas escenas de su infancia seguidas de las masrecientes de su vida en Torchwood, su equipo, Owen, Tosh, Gwen... yJack, su Jack, que bien sonaba eso, pensar que había sido suyo porunos meses... y quizá ahora podría volver a serlo, según lo quehabía dicho el Doctor, le echaba tanto de menos como Ianto a él,¿sería verdad?
La imagen cambió, ypor unos instantes pudo ver el interior del laboratorio, exactamenteigual que como lo recordaba; la torre de agua en el centro, justo allado del ascensor invisible en el cual se había despedido de Jackhacía ya tanto. Las escaleras que subían al ahora invernadero,donde tanto tiempo habían pasado juntos, la mesa de Tosh y la deOwen a su izquierda, justo enfrente de la sala de autopsia, dondehacía años había muerto la pequeña Toshi en brazos de Jack,sacrificándose por el mundo como la heroína que siempre habíasido. Y al fondo de todo, el despacho de Jack, donde ambos compartíanmas recuerdos.