Me desperté escuchando las mañanitas que mi familia me cantaba.
No esperaba más,este día será el mejor,mi cumpleaños,mi viaje.
Me levanté de un brinco de la cama esperando ver la cara de mis padres,Travis quien puede ser el padre más cariñoso y protector,a mi Madre que día con día las risas estaban ahí.
Sin olvidar al enano de mi hermano,Thomas.
Que sus pecas resaltaban más que su nariz.
Me miraron fijamente sin dejar de cantar y bailar.
-Feliz cumpleaños!-Gritó mi madre con un pequeño pastel casero-Levanta te de una vez por todas!-
-Reí.
Mi papá solo con una sonrisa en la cara y guiñandome un ojo
De pronto unos pequeños y flacuchos bracitos me rodearon.
Thomas.
-Ojalá no te vuelvas vieja-dijo mirando de reojo a mi mamá.
-oh diós,tu imaginación me mata-dije dando un golpe suave a su cabeza.-Alistate,que tu regalo viene en camino-dijo guiñandome el ojo.
Me puse un pantalón de mezclilla,una blusa rosa y unos converse.
Me miré al espejo preguntandome si la pubertad me cambiaría,si me quitaría esas pecas de más,o acaso creceria mi cabello..
Solo reí y bajé.
-¡Vamonos!-Gritó mi padre
Para sorpresa mía estaba lloviendo.
No sé por qué razón odian la lluvia,yo veo la lluvia como tranquilidad.
Miraba las gotas que caían en el vidrio dibujando fijuras irregulares.-¿Cuál quieren cantaaaar??-Dijo mi madre escogiendo un disco.
-¡Demons!-Grité entonando la melodía.
-Noooo!-una pequeña voz salió-Mejor escuchemos otra,ya me la sé!-dijo Thomas poniendo ojitos de el gato con botas.
-Vale,Vale-dije riendo-Solo porque te quiero Peque.