Las manos me sudaban.
Me sentía perdida,como si una parte de mi quisiera correr y nunca volver.
-Marlene?-repetía con una voz molesta la madre Rosita.
-perdón-me concentré en lo que decía.
-Te llevaremos a tu habitación,queremos que te sientas como en tu casa,porque de ahora en adelante lo será.
Sentí como me agarraban de las manos y me conducían por un pasillo.
Como desearía poder ver aquel lugar.
Llegué a la recamara que me correspondía,olía a polvo.
Quien fuera que me había traido me había dicho unas cuantas palabras y se había marchado por donde me había conducido.
-Vaya-dijo una voz desde el otro lado de la habitación.-así que eres tú,Marlene.
Me sentí extrañada.
¿quien era?
Y ¿por qué sabía mi nombre?
-quien eres?-pregunté algo alterada.
-soy tu...-paró un momento como si ella tampoco supiera nada-compañera,soy Isabell.
me calmé,tal vez le habían hablado de mi.
-oh-me acomodé el cabello-bueno,este...¿donde dormiré.
Intenté no parecer lo más asustada.Pasaron las horas.
Me encontraba cenando en el comedor de el instituto.
Oía como las Madres regañaban a los demás por hacer las cosas mal.
Por tirar los platos.
¿Que querían?
No veían que estamos ciegos,o sordos o alguna enfermedad o transtorno que nos hace inútiles?
Dejé caer la cuchara y le pedí a una de las madres si me podían llevar a mi recámara.
Así fue.Comencé a llorar,¿porque es todo una mierda?
Tengo 15 años,se supone que todo debe ser 'amor y felicidad' pero que es esto.
¿Como es que debo de estar?
Si la mitad de mi familia murió,y la otra mitad solo es mi papá quien ni está conmigo.
¿Como se supone que debo estar?
Mis sollozos se hubieron de haber oído en la otra recamara.
La puerta crujió y oí unos pasos acercarse sigilosamente.
-¿te encuentras bien?-una dulce voz se oía desde el otro lado de la recámara.
Me corazón latió más fuerte de lo normal.