Prólogo

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¿Alguna vez, has imaginado con quien te encontrarás al otro lado del abismo?

¿Quien te dará la mano y guiará hacía aquel lugar, donde nunca has estado, pero que siempre ha sido parte de tus pensamientos convirtiéndose en una inquietante y temerosa pregunta? ; ¿existirá?

Ella tampoco creía mucho en aquello. O no deseaba preguntarse más de la cuenta.

Sin embargo, una parte de esa chica descreída del mundo,y, en el más recóndito de sus rincones guardaba la ilusión de verlo, si ese otro lado existía...

La habitación era similar a ese lugar que ya había habitado. La habitación parecía aquella. Como el acto natural del parpadeo, las paredes se dibujaban y desvanecían al mismo tiempo. Contar más detalles sería inventarlos. Todo lo demás no importaba. No había nada más concreto que la sensación tangible de haber pertenecido a aquel sitio. De haber estado junto a él. Alguna vez...

Y allí estaba, sobre la cama y sentado a su lado, contemplándola como aquel que aprecia con belleza y total admiración la puesta del sol.

____ , quedó amarrada a sus ojos en cuestión de un instante. Así como el ancla a la tierra. Recordaba exactamente a quienes pertenecían y por eso mismo, tardó un siglo en quitarlos de él. Se miraban con el mismo sentimiento genuino que una vez nació y los envolvió en un lazo perdurable.

- Siempre has sido muy confiada - le recordó suavemente :- cuantas veces te he escuchado decir que no volverías a confiar en nadie y cuantas otras te he visto caer de nuevo -

____ tardó unos segundos en reponerse

- Algunos lo llaman idiotez - respondió a media voz, todavía perpleja

- No. Yo lo llamo tener corazón -

Unas cuantas lagrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, ella no las sintió. Pero él si y también el dolor en ellas

- Ethan - sollozó al rozar el contorno de su rostro con el temor latente de que no fuese cierto. Las manos le temblaban pero no poseía consciencia de ello. Él si. Sus manos también lo hicieron cuando agarró las de ella. ____ le sonrió y varías lagrimas se ahogaron en el interior de su boca

- Creí que tu...

- Nunca he ido a ninguna parte - le dijo, sabiendo a que hacía referencia. Le devolvió la sonrisa curvando sus labios de esa forma tan únicamente propia de él y siguió contemplándola en silencio. ____ continuó unida al profundo azul que emitían sus ojos. Azul, como el centro del océano. Así de azules y peculiares como la primera vez que lo vio. Así de intensos como los días que vivió junto a él. Así de singulares como lo que habían sido juntos por aquellos días

- Me has hecho tanta falta...por dios cuanta falta me haces -

- Por favor no llores. Ya no más - le suplicó apoyándole las manos en dirección a su corazón :- me duele y no sabes cuánto - su mirada se nubló al igual que el semblante. Pero ella no comprendía a qué se refería. No se percataba de las lágrimas, menos del sonido del llanto. Simplemente conseguía verlo y notar la emoción por eso.

Lo miró confundida

- ¿Te provoco dolor? -

Ethan, le sonrió dulcemente

- No a propósito. Pero te siento. Te escucho. Te veo. Y me duele -

- ¿Cómo es posible? -

suspirando hondo, le confesó:

Little things Parte 3. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora