Nikolai

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Aquel olor era demasiado delicioso como para ignorarlo. Se aproximó con sigilo al complejo que había visto construír en aquel alejado lugar desde sus inicios. Una furgoneta negra se detuvo en la entrada y la persona que desprendía aquel aroma descendió del vehículo. Era una joven de larga melena rubia y mirada desafiante. Sintió una conexión instantánea con ella. Debía acercarse como fuera. Oyó un ruído a sus espaldas. Logró ver la cabeza de un cachorro de color castaño rojizo, pero él salió corriendo al verle. Continuó observando a la chica. La deseaba casi de forma desesperada. Pero primero debía averiguar que era aquel sitio. ¿Y qué mejor manera que colarse en el interior?

***

Nikolai se sentó frente a su padre en la residencia. El hombre que le había criado era humano y uno de los mejores biólogos e investigadores del mundo,tanto que una sola carta escrita de su puño y letra le abriría cualquier puerta. Le explicó la situación y le pidió la carta. El anciano sonrió y comenzó a escribir.

_Veo que tu Sem'ya se ha resistido a aparecer ¿eh?

_Ahora ya sé quien es. Será fácil.

_Acuérdate de tomar las pastillas. Si ese centro de investigación trata sobre lo que crees...si descubren que eres uno de ellos no dudarán en usarte de conejillo de indias.

_Lo sé. No te preocupes por mi,ya sé cuidarme solo.

_Aún recuerdo cuando el bosque te daba miedo.

_Esa es la clave...

***

Se vistió esmeradamente y acudió a una de las entrevistas en las que se seleccionaría personal para el centro. Se acomodó en uno de los sillones y espero con el maletín sobre sus piernas. Vio por primera vez al hombre que se convertiría en su futuro jefe. Junto a él estaba sentado un adolescente rubio de profundos ojos azul claro. Sin duda era hermano de su futura pareja.

_Buenas tardes. Toma asiento, por favor. ¿Me muestras tus credenciales?

_Será un placer.

Salió del edificio con un contrato firmado y con un puesto en lo que él llamaba "el camino a la victoria".Ignoraba cuales eran exactamente sus planes hasta aquel día.

***

El lobo negro aulló con furia mientras comenzaba a transformarse. Era joven, no tendría más de veinte años y sus ojos ambarinos se clavaron en los suyos. ¿Podría ser que se diera cuenta de lo que él era? Pero cuando le gruñó supo que no era así. Lo llevaron a rastras hasta el laboratorio y lo encadenaron a una de las sillas reforzadas para tal propósito.

_Lástima que solo hayamos conseguido uno. Quiero análisis y que comprueben su función de regeneración. Pero con cuidado, no queremos matarlo todavía.

Un par de días después las jaulas del sótano estaban llenas de licántropos. Supo que eran una manada nada más verlos. También reconoció al líder de inmediato. Estaba tranquilo la mayor parte del tiempo, pero intentaba destrozar los barrotes que los mantenían allí a cada segundo que se despistaban. Aquel hombre le elijió tras múltiples espécimenes muertos y le inyectó uno de sus sueros experimentales. Cuando retiró la aguja la herida no cicatrizó de inmediato. El hombre clavó la mirada en su brazo, pero no dijo nada. Se limitó a observar como la herida se cerraba. Aquellas inyecciones se repitieron semanas mientras torturaban al joven moreno para extraer de él el secreto de aquellos cuerpos tan fuertes, el secreto de la transformación. La ira de Nikolai crecía por momentos. No pensaba dejar de que sus congéneres fueran tratados de aquella forma. Así que comenzó a trazar su plan tras oír el último grito de dolor del lobo negro antes de desplomarse en el suelo y ver como el castaño se clavaba las correas en las muñecas,consiguiendo arrancar de cuajo la silla del suelo. Necesitaron más de diez hombres para controlarle y eso después de las inyecciones que les debilitaban hasta que apenas eran un poco más fuertes que un ser humano normal. Sonrió. Cuando les soltara iban a comérselos vivos.

***

Observó a la joven desde lejos. Nunca entraban en el complejo, así que tenía muy pocos momentos para ver a su preciosa Svetlana. Era una mujer de carácter. Y aquello le gustaba. Ella miró hacia donde él estaba. Se sonrojó de golpe y se metió en la pequeña casa. Nikolai no pudo evitar reírse. La avergonzaba que la mirara. Realmente era muy linda.

***

_¿Recuerdas la primera vez que hablamos...?

La mujer asintió con la cabeza,mientras las lágrimas se asomaban a sus ojos azules.

_Te pregunté si sabías lo que tu padre hacía allí dentro.Esa pregunta picó tu curiosidad y por ello entraste aquel día en el complejo. Yo no contaba con tu presencia. Ni yo ni nadie.

***

Activó el cerrojo de las jaulas desde el laboratorio sin que nadie le viera. Pronto la voz de alarma se extendió por todo el complejo, pero él continuaba probando un suero tras otro. El lobo negro apenas tenía fuerzas para resistirse. Tampoco podía transformarse en humano durante un tiempo ya que una de aquellas inyecciones bloqueaba esa posibilidad.

_Inyectadle el suero.

_Pero  están atacando el complejo y pronto llegarán a esta zona. No sé si es...

_Huye como un cobarde si quieres

Cogió la aguja mientras el resto de trabajadores huía despavoridos de la sala y se la clavó en el costado.

_Sé un buen perro.

_¿Qué le ha inyectado?

_Un suero experimental. Si funciona solo deberé programarlo para que sea un asesino sin remordimientos. Los países de todo el mundo se rifarán mi investigación.

_Eso...¿hará que pierda la memoria?

_Así es

El lobo empezó a convulsionar. Fue entonces cuando Nikolai estalló. Se transformó y le arrancó la cabeza de un mordisco. Fue tarde cuando oyó el grito. La joven rubia estaba en la puerta con la cara manchada de sangre y una mueca aterrorizada en el rostro. No podía ser. Ella echó a correr y él la siguió hasta la salida para asegurarse de que lograba salir del complejo sana y salva. Luego,volvió a por el lobo negro. Un hombre estaba de pie junto a él y le apuntaba con un arma. Sabía de sobra de quien se trataba.El hombre se volvió hacia él y le apuntó. Nikolai no lo dudo un momento antes de desgarrarle el brazo con los dientes y liberar al lobo negro. Las patas le temblaban cuando se levantó. Ignoraba su situación, si le oía o no. Le indicó como salir. Se lo repitió de nuevo y lo dejó ir,tambaleante. Ahora debía asegurarse de otra cosa. Recuperó su aspecto humano y tomó un atajo hasta la casa. Todo estaba en su lugar. Todo menos... Vio el pie del niño bajo la cama y tiró. El pequeño gritó y pataleó en sus brazos hasta que él logró calmarlo. Lo mantuvo entre sus brazos hasta que el pelirrojo ocultó el rostro en su pecho y se echó a llorar.

_Tranquilo,no voy a hacerte daño.

***

_Así que...

La volvió hacia él y colocó su mano con el arma apuntándole.

_Si buscas al asesino de tu padre está ante ti. Hice lo que hice por una buena razón y no me arrepiento. Mató a demasiados de los míos.

Kenai abrazó a Ethan con fuerza,sin apartar la mirada de la pareja. 

El sonido del disparo resonó en la sala.

Luna LlenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora