Luna Llena

Toda la verdad

Kenai se situó frente al túnel,deslizando los dedos por los barrotes destrozados. Las imágenes volvieron a pasar a toda velocidad por su mente y debió agarrarse al oxidado metal para no caer. Recordaba el dolor de sus mandíbulas al clavarse las barras mientras luchaba por salir a base de dentalladas. Recordaba su confusión. Después de salir caminó tambaleante hasta un montón de nieve y se dejó caer. Aullidos. Pero no lograba descifrar que decían. El bosque. Sí. El bosque era su salvación. Tenía que buscar algo. No llegaba a descifrar la palabra. ¿Sem'ya? Pareja. Echó a correr sin saber bien a donde iba. ¿Cómo había llegado allí? Tenía miedo.

_Mamá...

Hincó las rodillas en el suelo,jadeando y volvió a llamar a su madre y luego a Ethan mientras las lágrimas comenzaban a rodar por sus mejillas. La cabeza le dolía como si fuera a estallarle. Se incorporó y pasó al interior del túnel. Cada vez estaba más cerca. Continuó caminando un tiempo, ignoraba cuanto. Notó las frías baldosas bajo los pies. Blanco. Todo era blanco. Se quedó sin habla al ver las jaulas. Él había estado allí. Y también otros como él. Oyó una voz gritando su nombre. De nuevo aullidos.

***

Un hombre de cabello castaño sujetó a Kenai del brazo cuando intentaron llevárselo, pero recibió un calambrazo en un costado que lo dejó temblando en el suelo. El joven moreno gritó,agarrándose a los barrotes de las jaulas mientras los lobos del interior intentaban sujetarlo. Pero al final consiguieron arrastrarlo lejos de ellos. Lejos de...

***

_Familia... Mi familia. Pertenecía a una manada.

Intentó recordar los nombres de sus componentes,del hombre de cabello castaño. Pero fue incapaz. Él le había agarrado con toda su fuerza. Casi podía sentir de nuevo el dolor en el brazo. Siguió avanzando,confuso. Aquel era el lugar que recordaba, pero ¿qué era exactamente?

***

Dasan esquivó una de las balas por los pelos. ¿Eran imaginaciones suyas o los hombres de habían multiplicado? La puerta principal se abrió y comenzaron a salir varios grupos armados hasta los dientes. Pero los licántropos no temían a las balas. A no ser que les acertaran en el corazón o la cabeza su cuerpo las expulsaba. Vio a Taima y Ethan tras uno de los árboles. No parecían muy convencidos de entrar por la puerta principal y menos todavía al ver aquello. Detectó el olor de Kenai. Se había desviado. Taima podría seguirle, así que le confiaría a Ethan. Se reunió con ellos unos segundos despues mientras las balas continuaban volando.

_¿Detectas su olor?

_Sí. Está dentro

_Localiza por donde ha entrado. No salgas del bosque hasta que sea estrictamente necesario. Lleva a Ethan contigo.

_Entendido

***

El moreno se volvió en el vacío pasillo.

_¿Ethan...?

No. No podía estar allí ¿no era cierto? Él no tenía el olfato necesario para seguirle. Se quedó parado unos minutos antes de seguir su camino.

***

Taima se detuvo ante los barrotes mientras Ethan entraba en el interior. No era más que un crío de quince años cuando había estado allí por única y última vez. Respiró hondo y siguió al chico hasta la sala de las jaulas. Pasó los dedos por las barras,cerrando los ojos.

***

Taima observó a Dasan precipitarse nuevamente contra los los barrotes en su forma de lobo. Mordió con fuerza hasta hacerse sangre y se lanzó de nuevo contra ellos. Pasaron horas hasta que recuperó su forma humana debido al agotamiento. El chico gateó hasta él,llevándole una de las botellas de agua que les habían dado. Él bebió con ansias. Puedo observar los pinchazos de sus brazos. ¿No se habían curado...? Aquello era muy extraño.