Algo nuevo

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A la mañana siguiente salí de mi habitación, vestido como acostumbraba. Imaginaba que anoche, entre la oscuridad y la anchura de los harapos que llevaba puestos ni Jonghyun ni las criadas se dieron cuenta de nada.

Bajé las grandes escaleras, y siguiendo el sonido de las voces, me dirigí al comedor. Allí estaban desayunando cordialmente mi padre y el conde.

-Buenos días-dije entrando por la puerta. Jonghyun se levantó en cuanto me vio, tomó mi mano y la besó, tan solo un roce.

-Buenos días, princesa-dijo mientras se incorporaba y me guiñaba un ojo. Se lo que quería decir "Lo de el tuteo quedará entre nosotros"Sonreí.

Después de sentarnos a la mesa y desayunar mientras teníamos una conversación amena, Jonghyun se puso en pie.

-Bueno, le agradezco su hospitalidad, pero no quisiera abusar más de ella.

-Oh, por favor. Sus visitas son más que reconfortantes. -Mi padre también se puso en pie y llamó a una de las criadas-por favor, acompañe a el señor Kim hasta la puerta.

-No, yo lo haré-dije yo, poniéndome en pie. Jonghyun sonrió y tomándole del brazo le acompañé a la puerta.-Gracias por todo..Jonghyun- Susurré para que mi padre no lo oyera.

-Gracias a ti, Taemin.- Se acercó y beso mi mejilla, al despegarse me guiñó un ojo como despedida y dio media vuelta.-Que pases un buen día, princesa..-dijo mientras se ponía el sombrero elegantemente.

Los siguientes meses Jonghyun frecuentaba la casa, charlabamos mucho y mi padre no ponía objeciones con que fuera con el a cualquier sitio del pueblo, así podría conocer sus calles si volvía a perderme. Me gustaba estar con él, era tierno, simpático, divertido, siempre me traía algún regalo...pero sobre todo hacia que el tiempo pasara más rápido.

Sin Jonghyun estaría encerrado en mi habitación, mirando al mar infinito y preguntándome porque no estaba allí Minho. Él hacia que me olvidaba de todo lo que me preocupaba. Incluso de mi secreto...A veces cambiaba el género al hablar sobre mí, pero él no parecía notarlo.

Pasaron seis meses y Jonghyun y yo estábamos en el enorme jardín de palacio.

-Ven, quiero enseñarte algo- le tomé de la mano y nos dirigimos al laberinto.

-¿No deberíamos atar primero un hilo al principio del laberinto?-Dijo picaronamente. Se refería sin duda a la historia mitológica del minotauro.

-No hará falta, conozco éste laberinto cómo la palma de mi mano. Además, no hay ningún monstruo más adentro- sonreí y el me devolvió la sonrisa. -Ya hemos llegado, mi lugar secreto. Me gusta venir aquí a pensar o leer...

Jonghyun andó sin decir nada, recorriendo el poco terreno, con cara de asombro. Me senté en el banco de piedra y le indiqué que se sentará junto a mí.

-Y también... Fue aquí donde me secuestraron.-De pronto a Jonghyun dejó de parecerle interesante el paisaje y se centró en mirarme a mi.

-¿De veras?- cogió mis manos y me miró fijamente. Después de todo este tiempo ambos nos conocíamos bien. Él sabía todo lo referente a mi secuestro salvo cierto incidente de descubrimiento de sexo... -Oye, Taemin..no se como decir ésto..yo...Taemin quiero que me cuentes todo sobre ti.-me miraba fijamente, como si quisiera que leyera un mensaje en su mirada.

-Yo..ya lo hago..-dijo sin poder dejar de mirarle.

-Ah..No Taemin. Sé que...¡Ahg!..
Taemin no voy a juzgarte y desde luego no le diré a nadie nada al respecto. -Su semblante era serio y sabía que podía confiar en el plenamente. Y también sabía a que se refería. Mi más oculto secreto, lo que llevaba ocultando desde mi niñez.

-Lo sabes, ¿No?- suspiré y el asintió con la cabeza, sonriendo empaticamente.-Yo...soy un chico y siento habértelo ocultado tanto tiempo es solo que mi padre es excéntrico con esto, y es comprensible ya qu-

-¡Espera, espera, espera..!-levantó las mano en señal de que quería que parara.-Yo te hablaba del sillón del cuarto donde me hospedé aquí. No es de piel auténtica, ¿verdad?-Mi corazón se detuvo y mi cara de espanto pareció hacerle gracia.-Jajajajaja, solo era una broma. Si, lo sé.

-¡Pero serás!-me puse de rodillas en el banco y comencé a pegarle pequeños puñetazos desde arriba, a lo que el se defendía tapándose con los brazos. Ambos reíamos y después de unos segundos paré y nos recompusimos.

-Ah...-suspiró-Taemin, comprendo que lo ocultaras. Y me alegro de que a mi ya no.-Me tomó de la mano- Yo no tendré secretos contigo si tú no los tienes conmigo. Y ahora que me has contado tu más grande vergüenza. Yo compartiré contigo la mia.-Se giró hacia mi, aún con mi manos atrapadas en las suyas. -Quiero pedirle tu mano al rey.

Codigo de piratas (2min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora