Compromiso

220 26 11
                                    

-¿M-mi mano?-Tartamudee nerviosamente.-P-pero...

-Tu padre busca pretendiente para ti, lo sabes mejor que yo. No comprendo como podría casarte sin revelar que eres un hombre. Pero ya no tendrá ese problema.-Jonghyun se inclinó suavemente, acercándose de forma peligrosa a mis labios. Pero me miraba a los ojos, sin cerrarlos, sin entornarlos si quiera. Me estaba pidiendo permiso. La mano, sujetando la mia, le tembló un poco. Estaba nervioso, puede que incluso más que yo, al fin y al cabo, ¡se iba a casar con un hombre! Cerré los ojos. Sentí su calidez en mis labios, acariciandolos suavemente con los suyos. Minho...

Abrí los ojos.

-Jonghyun, yo...-le aparté de mí suavemente con la mano en su pecho.-No..no puedo..

-Taemin. Se bien que no sientes nada por mi más allá de la amistad-Bajó la mirada a nuestras manos unidas, con una mirada triste que me partió el corazón- Pero piénsalo. Dios sabe en manos de quien te pondrá tu padre. Taemin, yo no te haría daño, NUNCA. Simplemente no podría hacerlo. Por favor, intenta pensar en ello más seriamente. -Se levantó del banco, me besó en la frente y desapareció entre los altos setos como una figura espectral, elegante y poderoso, pero a la vez desolado. Yo solo me quede allí, prácticamente en shock.

¿Casarme? ¡Con Jonghyun! Para cualquier mujer de aquel reino, seria algo digno de un sueño. Pero para mi...Jonghyun era un hombre maravilloso, pero no Mi hombre maravilloso...

En los días siguientes Jonghyun no mencionó el tema de mi mano, y yo tampoco. Meditaba sobre ello cada noche, y no paraba de pensarlo durante el día. Pero el único tema que ahogaba mi mente en cada sentido era MinHo. ¿Cómo podría casarme con alguien que no fuera él? ¿Cómo podría hacerle eso a Jonghyun, mi alma gemela?

Estábamos en el puerto, paseando entre los ciudadanos, que nos miraban atentos, y los guardias de la corte que les vigilaban a ellos. El corset me apretaba y deseaba con ansia volver al castillo para quitármelo. Pero me gustaba pasear con Jonghyun, conocía cosas muy interesantes de el pueblo, hasta de las calles más intrincadas y pobres.

-Taemin, no quiero presionarte.-Se paró y me tomó la mano. El gentío nos miró aun más atentamente-Pero necesito una respuesta pata poder dormir a pierna suelta de nuevo.-Sonrió picaronamente.-¿Lo has pensado, al menos?

-Si, claro que si-Miré al suelo nerviosamente.-P-pero al fin y al cabo yo no tengo ni voz ni voto, ¿no es así? Debes pedirle mi mano a mi padre. Aun si yo digo que si..-¿Decir que si? Jonghyun abrió los ojos como platos, y apretó mi mano casi inconscientemente. -M-mi padre podría oponerse..

-¿Porque lo haría? ¿Crees que no querrá que seas mia?- ¡Oh dios!¡Suya! Parecía no ser consciente de lo que acababa de decir, parecía preocupado con la posibilidad de que no.. -Entonces... ¿Das tu consentimiento? -No pudo terminar la frase sin esbozar una sonrisa nerviosa. Ambos nos sonrojamos.

-S-si...-mire al suelo, donde, bajo el vestido, deberían estar mis zapatos.

-¡Volvamos a palacio!-Jonghyun aceleró de golpe, casi dejando atrás a los guardias que nos rodeaban. Parecía más niño, más lleno de vida, más...feliz.

-P-ero..Jonghyun, esto es demasiado precipitado.-dije mientras tiraba de mi mano, tropezando con cada peldaño del suelo.

-No puedo esperar. Tu padre busca pretendiente para ti, ¿recuerdas?

Cuando llegamos a palacio, fui a mi habitación a quitarme ese maldito opresor que llamaban corset. Además no podía estar presente en mi pedida de mano, era demasiado vergonzoso. Me desplomé en la cama, boca abajo, abrazando la almohada.

Casado. ¡Con Jonghyun! No podía creerlo. ¿Y la noche de bodas? ¿No tendría que...? Me levanté de un salto, abrí la ventana de par en par e intente, sencillamente, no pensar y mirar el mar me ayudaba. Mi único pensamiento al abrir mi ventana era imaginarme en uno de esos enormes barcos, cruzando el mundo de una parte a otra. Tocaron a mi puerta y el sonido me hizo volver a la realidad.

-Taemin, acabo de hablar con Jonghyun y...¡Me ha pedido tu mano!-Gritó mi padre como una colegiala.-Pero no te hagas demasiadas ilusiones aún, él debe saber nuestro..."pequeño secreto"

-Claro- dije casi sarcásticamente.

-Vaya, creo que es la primera vez que podemos hablar sobre tu casamiento sin que pongas los ojos en blanco. Debe gustarte mucho ese conde.-dijo abandonando la habitación. Gustarme...Sin duda Jonghyun era un hombre tremendamente apuesto, simpático, divertido y entregado. No podía ignorar eso. Tal vez sin quererlo, estaba despertando sentimientos hacia él.

Esa tarde, cuando mi padre salió de palacio, Jonghyun vino a visitarme.

-Buenos días, Taemin-dijo haciendo una reverencia. Frente al servicio no podíamos hacer demasiados escándalos.

-Buenos días, conde.-Aún en las altas escaleras, con un movimiento de cabeza, le indiqué que subiera tras de mí. Entré en mí habitación, y el después de mí, antes de poder girarme para indicarle que cerrará la puerta, él la había cerrado y se quitaba la elegante chaqueta, dejándola en la silla cuidadosamente. Pude ver la gran anchura de sus hombros, que se apretaban contra su fina camisa.

No era la primera vez que estábamos solos y en mi habitación, y tampoco la primera vez que veía esa ropa. Pero ahora todo era distinto pata mí. No se me escapaba ni un detalle, ni una arruga de su ropa, ni un paso mientras caminaba hacia el borde de mi cama y se sentaba con total confianza.

-Bueno-suspiró y me miró ladeando la cabeza, con una sonrisa juguetona en los labios-¿Qué haremos hoy, mi princesa prometida?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 17, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Codigo de piratas (2min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora