I Miss You || M.C

I Miss You XXXII

-¿A donde vas?

Pegue un salto y lleve una mano a mi corazón -Eso no te importa Luke. Hace unos días no parecías acordarte de mi existencia.

-Dime a donde vas a estas horas de la madrugada Allie.

-¡No te incumbe! Con permiso.

Pase a un lado suyo y salí por la puerta principal. Como le prometí a Mike este día aun no terminaba. Estaba segura de que lo amaba, por que lo sentía real. Y mi corazón me obligaba a buscar el suyo aunque fuese imposible. Mi fase uno estaba concluida y ahora venia la fase dos. Rebeldía.

-¿Mike?- pregunte entrando al callejón en el cual nos encontraríamos.

Nadie respondió y sentí temor al encontrarme sola y escuchar unas pisadas que cada vez estaban mas cercas. Comencé a retroceder involuntaria mente y mi corazón acelero su bombeo -¿Michael?

-¿Allie eres tu?- pregunto su grave voz y mi corazón se relajo al sentir su presencia.

-Estoy aquí- susurre algo apartada de la entrada.

Llego frente a mi y pude apreciar que tenia el cabello verde y un pircing en la ceja -¿Te lo has hecho ahora?

-Supuse que te gustaría- sonrió- ¿Te has quitado el yeso?

Asentí- Ya era tiempo- me encogí de hombros-¿Estas listo?

-No estoy muy seguro Allie.

Me acerque a el y a pesar de que mis piernas temblaron y mi corazón se acelero pose una mano en su mejilla algo temerosa de su contacto.

-Te prometo que todo saldrá bien y solo sera una noche.

Asintió -¿Vamos?

-Vamos.

Tomamos nuestras manos y salimos de aquel callejón listos para tocar algunos timbres esa noche.

(...)

El viento era frió y las calles estaban solas pocos autos transitaban a las tres de la mañana y algunos vándalos estaban en cada esquina provocando cierto temor. Pero no podía arrepentirme no ahora que tenia todo listo.

-Llegamos Mikey.

Nos paramos frente al barandal de aquel fraccionamiento privado lleno de mansiones.

-¿Es un buen lugar?

-No puede haber uno mejor- afirme mirando esos ojos verdes.

Hizo una mueca y asintió no muy convencido de esto.

-Mike- lo mire.

-¿Si?

-Se que te gustara.

Solté su mano y me acerque al barandal. Era mala escalando y no creo que esta vez fuese la excepción.
Tome con fuerza uno de los barrotes y puse mi pie en otro. A pesar de mis esfuerzos no era mas que una papa inútil. Solté algunas maldiciones y después de que Mike estuviera del otro lado quince minutos antes yo estaba tocando el pasto con mis botas negras.

-¿No podías ir mas lento?- soltó con sarcasmo y levante mi dedo corazón -Me gustan las chicas malas como tu.

Sentí un bochorno y una revoltura de estomago de estúpidas mariposas que vomitan corazones. Comencé a caminar dirección a la primera casa.

-¿Trajiste los globos con agua y huevos?

Asentí sacando las primeras municiones de mi mochila y comencé a jugar con un huevo algo pasado de caducidad.