I Miss You XXX

156 12 0
                                    

Caminamos despacio, sin prisa, aún tomados de la mano.

Pensaba regularmente si debía o no preguntar a donde nos dirigíamos. Al parecer hibamos al centro de la ciudad.

No tenía idea a donde hibamos.

-¿Michael?- pronuncie su nombre en forma de pregunta.

Volteo su mirada en mi dirección dándome a entender que podía preguntar cualquier cosa.

-¿A donde vamos?

Negó que con su cabeza -No te diré- río y frunci mi ceño.

-¿Por que no?

-Guarda silencio Allie- dijo soltando mi mano para despeinar mi lacio cabello azulado.

Y cuando pensé que no tomaría mi mano de nuevo, la atrapó.

Sonreí.

Lo miré detenidamente fijándome en cada facción de su rostro. Aquellos ojos verdes llenos de vida, esa piel tan blanca como la nieve, tenía unos perfectos labios rosados que combinaban exactamente en su cara y para ser un adolescente de 18 años, supongo que hace poco debió de empezar a afeitarse.

Lucía como un chico universitario y faltaba poco para que lo fuese.

-¿Que tanto me vez?- dijo mirándome.

Sonreí timidamente -Solo me gusta mirarte- dije avergonzada.

Guardo silencio y sonrió.

Jugué con los dedos de mi brazo enyesado, mientras tarareaba una canción, específicamente, Give me Novacaine, de obviamente Green Day.
-¿Falta mucho Mikey?- pregunte quejándome -Ya me duelen los pies- hice una mueca.

-¿Mikey?- pregunto asentí, tal vez no había prestado atención a todas aquellas veces que lo llamé así -Me gusta- sonrió -¿Que si falta mucho?- asentí y tomó su barbilla -Si- hice una mueca.

Deje de prestar atención a todo mi alrededor y me dediqué a sentir los latidos de mi corazón, estos aumentaron notablemente al sentir el pulgar de Michael acariciar mi mano, sentí una corriente muy fuerte y me vi obligada a apartar mi mano rápidamente.

Baje la mirada y la fije en mis converse, talle mi mano desesperadamente en mi short de Jean y pare cuando me di cuenta de que si seguía así, tal vez si bajaba un poco mas mi mano rompería las medias negras que portaban mis piernas.

-¿Que te sucede Allie?- pregunto confundido Michael.

-¿Ah?- pronuncie algo aturdida.

-¿Te sientes bien?- repitió parando de caminar.

-Si- pause sonriendo -Perfectamente- mentí.

No podía sentirme bien, si acababa de experimentar una sensación desconocida.

Creo que estaba sintiendo algo por Michael.

Y era mas que una amistad.

(...)

Después de caminar cuarenta y cinco minutos más, llegamos a un edificio abandonado, prácticamente en ruinas.

Desconfíe del aspecto que este tenía y dude un segundo en si debía o no entrar.

-¿Y bien?- pregunte -¿Que hacemos aquí?

-Guarda silencio- sonrió mirando la construcción -Se que te gustara- Y dicho esto corrió a la entrada.

-¡Michael! ¡Espera!

Los pies me dolían y lo único que pude hacer fue trotar levemente, debido al dolor que la velocidad provocaba en mi brazo.

Entre y si este lugar lucia mal por fuera, se veía peor por dentro.

-¿Michael? ¿Donde estas?

-¡Allie! ¡Por aquí!- grito con su grave voz.

Comencé a subir las escaleras, que al parecer llegaban a la sotea del edificio. Empuje con fuerza la puerta sólida de metal.

-¡Michael!- grite enojada -¡De que estúpida broma se trata esto!- tomé una grande bocanada de aire fresco.

Me faltaba una buena condición física.

Camine y lo encontré sentado en el borde de la construcción. Miraba atentamente todo el paisaje y cuando gire mi cara, me di cuenta de que era hermoso.

Su rostro irradiaba paz y tenía una bella sonrisa.

Fijo su vista en la mia y hizo un leve movimiento de cabeza, que me indicaba que fuera a su lado.

Me senté algo temerosa de caer y cuando lo logre solté un profundo suspiro.

-¿Te gusta?

-Me parece muy hermoso.

Sonrió.

El viento soplaba y causaba un leve frío en mi cuerpo apesar de la sudadera gris que tenía puesta.

-¿Que hacemos aquí?- me aventuré a preguntar.

-Este solía ser mi escondite- me miro -Aquí intente quitarme la vida una vez- un escalofrío recorrió mi cuerpo -¿Pero sabes una cosa? No pude hacerlo.

-¿Porque?

-Ese día sentí algo- dijo mirándome fijamente -Había algo que me decía que no lo hiciera, por que pronto llegaría alguien que me diera motivos para seguir en esta apestosa vida.

Mire al frente, escuchando el sonido de los autos que pasaban por las calles de Sidney y sonreí tristemente.

-¿Recuerdas aquel día en que mencionaste, que pronto llegaría alguien a reparar me en una de las mejores formas?

-Lo recuerdo- asentí con mi cabeza.

-Ese alguien eres tu- tomó mi mano y la acarició lentamente -Mírame, yo Michael Clifford, un estúpido suicida, encontrando motivos para seguir en este infierno, siendo salvado por una hermosa chica llamada Allie Black- me miró y sentí mis mejillas enrojecer -Siendo salvado por un Ángel mandado a cuidar de mi- sonrió.

No podía controlar aquel pulso acelerado de mi corazón y esas corrientes que hacían desvanecer mi alma.

-Fui a ti con un motivo- dije suavemente -Repararte y Cambiarte- suspire pesadamente -Para hacerte olvidar el dolor de tu corazón- acaricie su mano igual -Pero tu- le dije mirándolo -Me has demostrado el sentido de todo esto que vez- solte su mano y señale toda la ciudad.

-Supongo que somos dos almas abandonadas esperando el amor- me susurro.

Y sin duda alguna fue ahí cuando comprendí que estaba comenzando a amar a Michael Clifford.

Atte: Allie. ¿Puedes llevarme a la calidez de tu corazón amor?


N/A: Cambié el hecho de que estuviesen en secundaria ahora son chicos de preparatoria. Espero que lo disfrutaran. Las amo a todas Mucho Amor para ustedes Ales

I Miss You || M.CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora