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Jamás pensaría que iba a conocer una chica linda en medio de una batalla. Después que Lina se internara en el bosque gritando "Les voy a patear el trasero a todos, putos!!" fui tras ella pero al parecer ella tenía mejor condición física que yo, puesto que la perdí en un parpadear de ojos.

Pasé junto a un grupo de rocas y me interné en el bosque. Sentía que algo me observaba o me vigilaba. Traté de ignorar ese sentimiento pero por momentos veía sombras que me seguían entre los arboles y ojos que brillaban entre los arbustos. El sol de medio día no ayudaba en nada. Tenía mi daga empuñada, y mi arco en mi espalda. Cuando de pronto oí un grito, no muy lejos de mí. Era de una chica. Corrí a ver que era lo que pasaba, no tuve que correr mucha ya que la chica no se encontraba muy lejos. Cuando llegué me tuve que ocultar tras un árbol para que no me vieran, en un claro, estaba la misma chica que hace unos momentos dirigía nuestro equipo, pero ahora estaba acorralada contra un pino grueso con dos tipos gruesos frente a ella con dos espadas listas en sus manos. Sus cascos tenían las plumas rojas, así que eran del otro equipo. Vi que ella me dirigió la mirada, una mirada rápida pero con un mensaje claro "Ayuda". Me pregunté porqué ella no se movía o porqué simplemente no salía corriendo, pero de pronto me dí cuenta del por qué, su brazo estaba mal herido, tenía una cortada fea y estaba sangrando considerablemente, "Ya dinos donde está la bandera!"-dijo uno de los tipos, al cual le reconocí la voz como un campista de la cabaña 5, la de Ares. "Ja! Enserio creen que van a lograr encontrarla?"-dijo la chica, "No, tú nos vas a ayudar a encontarla quieras o no"- dijo el otro tipo mientras se acercaba cada vez más a ella con la espada lista para hacer otro corte. Quise embestir al campista y darle un puñetazo en la cara, pero sabía que por ser hijos de Ares no tendría oportunidad, además que ellos eran dos. Una voz familiar en mi cabeza empezó a susurrar algo incomprensible, pero tenía muy en claro su intención, quería vengarse. Mi cabeza empezó a palpitar del dolor, como si mi cerebro quisiera salir de mi cráneo. "Puede ser tentador, sin embargo, todo tiene un límite, así que usa el poder sabiamente"-dijo la voz, y al instante entendí que debía hacer. Dejé a mi instinto guiarme y algo bastante extraño pasó, de alguna forma logré entar en la cabeza de los dos campistas, pude sentir y ver sus pensamientos y sentía algo más...que estaban bajo mi control. Levanté mis manos en dirección a ellos, y dejé mi poder fluir. Los campistas pusieron las manos en sus cabezas, tratando de contener el dolor, pude percibir el dolor que ellos estaban sientiendo. Entonces cerré los puños y ellos se desplomaron, inconsientes. La chica estaba aterrorizada, todavía paralizada por lo ocurrido. Que bien John! Conoces a una chica linda y tu primera impresión es de un monsttruo! Felicidades! No sabía si quedarme contemplando la escena, ir a ayudar a la chica o simplemente huir. E hice algo sumamente estúpido, di media vuelta y empezé a caminar, sólo quería que me tragara la tierra, o que ella ollvidara lo que acababa de suceder, sé que salvé la vida de la campista, pero lo pude haber hecho de otra manera.

"Hey tú!" la chica dijo, me quedé quieto pensando si me estaría hablando a mi o al pino que tenía a la par, "Sí tú, el que me acaba de salvar" "Mira, yo si quiera sabía que estaba haciendo, sólo salió de mi y y lo siento si te asusté pero esque yo..." "Oye tranquilo! Todos en algún momento hemos hecho algo así, tampoco fue para tanto, eres el nuevo de Némesis no?" "S-sí"-tartamudeé, siempre que me pongo nervioso empiezo a tartamudear, también sentí como mi cara empezaba a arder,-"Y tú eres?"-pregunté,-"Stepanie Mason, de la cabaña 20, hija de Hécate"-dijo con una sonrisa, así que le respondí con otra sonrisa, pero entonces vi su cortada. Ella trató de taparla con su mano y con la otra su apoyó al pino para levantarse. Estaba a punto de dar un paso, pero estaba muy débil,-"Hey detente, estás débil, déjame ayudarte"- así que fui y pasé una mano sobre su cintura y ella posó su brazo sobre mi hombre rodeando mi cuello, tuve que agacharme para quedar a la altura de ella. Mientras caminábamos en dirección a la enfermería, pude ver por el rabillo del ojo que las orejas de Stephanie estaban rojas y en sus ojos se reflejaba un brillo extraordinario.

Cuando llegamos un campista, hijo de Apolo supongo, la recibió en la enfermería. "Gracias por aquello, nos vemos después"-dijo Stephanie, mientras se iba pude notar que sus orejas se teñían de un rojo puro y a un costado de su rostro se apreciaba una sonrisa,-"Hasta luego"- dije con una sonrisa de satisfacción en mi rostro y mi cara todavía ardiendo.


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⏰ Última actualización: Sep 16, 2015 ⏰

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Las Cadenas de La Muerte: una profecía del OlimpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora