Escena XI

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Júpiter. Anfitrión. Sosia. Blefarón

JÚPITER: ¿Quién arrancó estaspuertas moviendo los quicios de su lugar? ¿Quién

alborotó tanta gente tan gran ratodelante nuestra casa? ¡Si yo le hallo, con estas manos

teleboyanas, le sacrificaré!

ANFITRIÓN: ¡Ninguna cosa, como suelendecir, me puede hoy suceder bien! Dejé a

Blefarón y a Sosia por topar con elpariente de mi mujer Naucrates; no hallé a éste y

perdí a los otros; más allí los veo,voy me para ellos para ver si habrá alguna rienda de

que trabar.

SOSIA: Blefarón, aquél que sale decasa es mi amo; éste que viene con nosotros es el

hechicero.

BLEFARÓN: ¡O Júpiter, qué cosa veo!Este no es Anfitrión sino aquel, y si lo es éste no

lo pude ser aquél, si no se hizomellizo.

JÚPITER: Helo allí Sosia conBlefarón: llamarlos he. ¡Sosia, acaba ya de venir que me

muero de hambre!

SOSIA: ¿No te lo dije yo que éste erael hechicero? Señor, tú estás hambriento y yo harto

de bofetones y puñadas; ¡para ti mevoy!

ANFITRIÓN: ¿Allá te vas, ladrón?

SOSIA: ¡Anda, vete al infierno,hechicero!

ANFITRIÓN: ¡A mí... hechicero! ¡Puestoma!

JÚPITER: Caminante, ¿quédescortesías son esas? ¡Que hagas tu mal al mío!

ANFITRIÓN: ¿Tuyo?

JÚPITER: ¡Mío!

ANFITRIÓN: ¡Mientes!

JÚPITER: ¡Sosia, vete dentro en tantoque sacrifico a este y haz que se apareje la comida!

SOSIA: ¡Ya voy! Tan buena compañíacreo que hará Anfitrión a Anfitrión, como a mí

Sosia me hice yo el otro Sosia. Entanto que estos debaten, voyme a la cocina, lavaré

todos los platos.

JÚPITER: ¡Tú me dices a mí quemiento!

ANFITRIÓN: Digo que mientes,deshonrador de mi mujer con engaños.

JÚPITER: ¡Por esa razón deshonesta,te arrastré por aquí asido por la garganta!

ANFITRIÓN: ¡Ay, cuitado de mí!

JÚPITER: ¡Antes de agora debierasexcusarte de este trabajo!

ANFITRIÓN: ¡Blefarón, socórreme!

BLEFARÓN: Parécense tanto que no séa cuál de ellos ayude, mas despartirlos he en cuanto

pueda. Anfitrión ¿no quieres agoramatar a Anfitrión? ¡Uno por uno ruégote que le

sueltes la garganta!

JÚPITER: ¿A éste llamas túAnfitrión?

BLEFARÓN: ¿Por qué no? Un tiemposolía ser uno, mas agora hízose de mellizos el

parto; pues que tú quieres ser el uno,él tanbién en la figura no deja de ser el otro. Entre

tanto, ruégote que le dejes lagarganta.

JÚPITER: ¡Ya le dejo! Mas dime...¿parécete a ti que es éste Anfitrión?

BLEFARÓN: Entrambos en verdad me loparecéis.

ANFITRIÓN: ¡O gran Júpiter, dóndeme robaste hoy mi figura! ¡quiérolo ver! ¿Eres tú

Anfitrión?

JÚPITER: ¿Niegaslo tú?

ANFITRIÓN: ¡Reniégolo! ¡Pues que enTebas, fuera de mí, no hay otro Anfitrión!

JÚPITER: Mas antes no hay otro sinoyo, y a ti Blefarón, hago juez.

BLEFARÓN: Yo lo probaré si puedodelante vosotros con señales. Ríndete tú primero a lo

que yo preguntaré.

ANFITRIÓN: Pláceme.

BLEFARÓN: Antes que se comenzase labatalla con los teleboyanos, ¿qué me mandaste?

ANFITRIÓN: Que aparejado el navíoestuvieseres con cuidado arrimado al gobernalle.

JÚPITER: Para que si los nuestroshuyesen, me pudiese allí retraer en salvo.

ANFITRIÓN: Item, otra cosa te mandé:que se guardase la bolsa de los dineros, ¿qué

monedas iban en ella?

BLEFARÓN: Calla si quisieres, que esomío es de preguntar; ¿sabes tú el número de la

moneda?

JÚPITER: Cuarenta talentos atenienses.

BLEFARÓN: ¡Este bien por orden locuenta! ¿Y tú sabes cuántos filipeos eran?

ANFITRIÓN: Dos mil filipeos y dostantos óbolos.

BLEFARÓN: Entrambos están bien en elnegocio; dentro, en el bolsón, debía estar

encerrado el uno dellos.

JÚPITER: ¡Mira acá si quieres! Conesta diestra, como sabes, yo maté al rey Terela y le

quité el despojo, y la copa con que élsolía beber truje en la cestilla, y la empresenté a

mi mujer con la cual hoy me bañé ysacrifiqué y me acosté.

ANFITRIÓN: ¡Guay de orejas que taloyen! Apenas estoy bien despierto; ciertamente

velando duermo y despierto sueño ysano me muero. Yo soy aquel mismo Anfitrión

nieto de Gorgofón, capitán general delos tebanos, amigo del rey Creonte; vencedor de

los teleboyanos, con gran virtudguerrera vencí al rey, y por fuerza d'armas desbaraté a

los acarnates y a los tafios y les dejepor gobernador a Cefalo, hijo del gran Deyoneo.

JÚPITER: Yo, los enemigos ladrones porfuerza y por batalla los quebranté, que había

muerto a Electrión, hermano de mimujer y destruido a Etolia y Acaya y Offside,

andando como cosarios por [los] maresJonio y Egeo y Crético.

ANFITRIÓN: ¡O, inmortales dioses, yano me creo a mí mismo! Así habla este por orden

todas las cosas que han pasado.

BLEFARÓN: Mira, una cosa queda porhacer: si esta es, sábete que eres dos anfitriones.

JÚPITER: Ya te entiendo, quierespreguntar de la herida que me hizo Terela.

BLEFARÓN: ¡Eso mismo en verdad!

ANFITRIÓN: Bien preguntas, ¡mírala!,¡cátala aquí!

JÚPITER: ¡Míramela aquí!

BLEFARÓN: Verla quiero. ¡O altoJúpiter, qué cosa veo! A cada uno dellos en el muslo

del brazo derecho, en un mismo lugar,con la misma señal que al comienzo tuvo, parece

una cicatriz bermejuela amarilleja.Cáense las razones y el juicio enmudece. No sé que

me diga.

Blefarón los deja y se va delconvite muerto de hambre. Anfitrión queda en la calle

deplorando su tribulación y amenazaa los hombres y a los dioses.


Anfitrión, de PlautoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora