Dintel y su inusual recibimiento.

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La enorme puerta se abre y de inmediato desde la sombra se dibuja una figura que avanza a toda prisa con una enorme espada en su mano izquierda; Core asustada y por instinto da algunos pasos hacia atrás, Kantara permanece inmóvil y Evan avanza con su idílica espada hacia el oponente. Core no sabe que pasa y de inmediato las espadas se cruzan se escucha un sonido desgargante mientras las espadas se rozan la una con la otra. Es una enorme espada añade Core con evidente asombro, hay cosas que no cambian en este mundo repone Kantara viendo la lucha que recién se ha desencadenado. Core la mira y pregunta que a que se refiere, ¡oigan ustedes dos! Grita Kantara es suficiente de payasadas, pero parece ser que sus palabras no han hecho eco en los dos individuos que ahora ríen e intercambian palabras al son de las espadas, claramente se observa en sus rostros el gusto que les da derramar un poco de sangre y sudor, Core no puede evitar ese cambio de actitud, se ha ido acostumbrando a situaciones intrincadas durante todo este tiempo así que ya en ese punto le es más fácil acoplarse a las situaciones, Kantara por su parte está algo desesperada, o quizá celosa, porque Evan se divierte como niño pequeño en medio de golpes, risas y palabras, Kantara se inclina recoge una piedra del camino, la lanza con tal fuerza que termina asestándola en la cabeza de Evan, todos han quedado en una pausa total; menos Evan que ahora se frota la cabeza y lanza más que miradas de desaprobación a lo que Kantara acaba de hacer; dije, que ya basta ustedes dos con voz más fuerte esta vez. Evan y su oponente cruzan miradas y de inmediato envainan de nuevo sus espadas.

Ahora se dirigen sin pronunciar palabra a la puerta, al acercarse se ve claramente la silueta de una mujer; o al menos eso parece ya que tiene todo el cuerpo rodeado de vendas negras, y en el rostro algunas más, claramente se distinguen sus ojos, es un poco más alta que evan, delgada y de una forma bastante delicada para caminar, a primera vista se ve que es muy agradable piensa Core. Tu siempre arruinando los momentos felices de la vida Kantara, repone la bella momia negra (fue lo primero que se le vino a la mente a Core.) Kantara la mira fijamente y agrega; ya debes crecer niña, no puedes andar ir por ahí atacando a todo lo que se cruza en tu camino, además que forma de recibir a tus invitados es esa ¡eh! bastante tengo con cuidar a Evan para que no se meta en problemas y ahora tú también; los ojos de Evan están fijados en Kantara y si bien exageró al decir eso es obvio que en parte tiene razón, Kantara hace el papel de comandante a lo cual Evan le es indiferente, por esa razón no se defendió de las palabras de Kantara, simplemente hizo caso omiso, después para apaciguar la furia de su compañera simplemente presenta a su íntima protegida. Ella es Core, princesa de tierras lejanas lleva un gran peso en su espalda (literalmente) nuestra misión, cuidar y protegerla para que llegue a su destino, y desde ahora tu misión también. Pero qué forma de presentar a alguien es esa añade sin perder tiempo la mujer vendada, no hables tan rápido que no entendí mucho de lo que dijiste y quien te dijo que aceptaría ir con ustedes a su maravillo recorrido hacia la muerte. Síganme, repone la chica de las vendas negras, por cierto me llamo Dintel fijando sus ojos en la princesa. Soy Core dice sin vacilar un segundo. Caminan lentamente por un bello jardín de color verde instaurado casi a la entrada de la gigantesca casa, así que una princesa, dice Dintel sin mirar a nadie. Es bueno tener a alguien de la realeza por estos lados, hace mucho tiempo que no tengo visitas, quiero decir no tan agradables mirando esta vez a Kantara, di lo que quieras te alegra que estemos acá dice Kantara con voz burlona. Es una casa bellísima quizá hasta más bella que la de Core, aunque no se sorprende después de todo los lujos nunca fueron ajenos a la dichosa princesa, en cuanto a Evan y Kantara ya habían estado algunas veces en ese lugar, así que todo resulto ser mucho menos incomodo de lo que se esperaba. Hay un gran salón y en medio de él se ha dispuesto un enorme banquete, por el recibimiento que se nos dio pensé que vivías sola, dice Core mirando fijamente la enorme escultura que yace a un rincón de la sala, ¿sola? Odio estar sola eso me pone en contacto con mis demonios internos responde Dintel de manera elocuente, al lado del bufete hay algunos sirvientes, perfectamente organizados, es inevitable no sentir un ambiente familiar piensa Core. Durante la comida Dintel no se ha callado ni un segundo, tiene una forma de expresarse bastante educada aunque por momentos al dirigirse a Evan lo hace en galimatías; expresiones que solo ellos dos entienden y a las cuales Kantara solo repone con sonrisas forzadas. Van dos horas sentados comiendo y Core solo se ha dedicado a responder la lluvia de preguntas que de la boca de Dintel sale. La mente de Core divaga entre pensamientos distintos; claramente tienen un lazo increíble que los une, y por encima puedo observar que es muy fuerte no sé si de la misma forma que Evan y Kantara pero me alegra estar con ella, aunque su forma de actuar es un tanto díscola y se comporta de forma inusual, y vaya forma de hablar al parecer tiene mucho que expresar, aunque eso no le incomoda piensa Core que no puede evitar formar sonrisas con cada cosa que Dintel dice, es muy cómica, ni cuenta se da de que es la única que habla y hasta se responde sola, tiene un aura bastante pegajosa he de aceptarlo, sin embargo a Kantara no le hace gracia nada de lo que dice solo está ahí en cuerpo porque su mente debe andar a miles de kilómetros de este lugar. Es hora de dormir dice Evan cortando la historia de dintel justo en la parte que según ella misma era la más emociónate. Eh! Qué te pasa Evan dice Dintel no ves que no terminado de contar todo lo que nos sucedió en las barracas del sur, Kantara se levanta de sus asiento y sin dar mayor importancia a lo relatado solo agrega que los tres estuvieron ahí que no vale la pena recordar eso y que Core ni cuidado le está poniendo, de inmediato la mente de la princesa regresa y en parte tenía razón; no ponía cuidado al relato solo a su forma de expresarse. Umm supongo que habrá más tiempo dice con tono desanimado Dintel. Uno de los servidores de la casa guía hasta la habitación a Core. Como era de esperarse la guardia la hizo Evan junto con Dintel, o si le puede llamar a eso guardia porque pasaron la noche entera luchando en la parte más alejada de la casa. Al salir el sol están completamente exhaustos ha sido una larga noche cargada de buenos recuerdos. El desayuno está servido pero ninguno de los dos tiene energía para eso, así que Core y Kantara desayunan a solas. En la mirada de Core se dibuja un aire de celos, además hubiese preferido estar con Evan y no durmiendo, eso deja ver la expresión de su rostro. Kantara sabe cuál es la situación así que en definitiva decide no hablar del tema, ni de nada porque la ingesta de alimento transcurrió con total silencio. Descansa un poco Core hoy retomaremos las clases con la espada, Core se alegra al oír eso, es una forma de acercarse a Evan y si mejora quizá deje de verla como una niña a la que hay que proteger. Una hora más tarde Core blande su espada contra Kantara, aunque son espadas de madera cada golpe que Kantara infringe en su cuerpo es absolutamente doloroso. Mira los hombros de tu oponente dice Kantara; te dará una leve sospecha de hacia dónde piensa dirigir su ataque, por supuesto es más fácil decirlo que hacerlo, Core avanza con toda su fuerza hacia Kantara, como era de esperarse al chocar las espadas un solo movimiento de Kantara hace que Core pierda su espada y sin pensarlo le da un tremendo golpe con la base de la espada; cae totalmente arrodillada y sin fuerza, sus manos tratan de apaciguar el dolor que siente en el estómago pero fue demasiado fuerte, Core pierde el conocimiento. Kantara mira la escena y más allá de asustarse o inmutarse por lo que acaba de suceder, solo la mira y suelta palabras de desánimo; vaya tenemos mucho que mejorar repone levantándola del suelo. Después de tremenda paliza Core se halla acostada en la cama rodeada de algunas personas del servicio, un tanto humillada y algo adolorida recuerda todo lo sucedido, así que no hace preguntas pero tampoco evita el tema; la próxima vez no será tan fácil dice Core con algo de esfuerzo. Que así sea lo que no te mata... ya sabes dice Kantara. Es casi medio día y ya a esa hora Evan y Dintel están entrenado con la misma vigorosidad del día anterior, aunque esta vez no es con la espada; entrenamiento cuerpo a cuerpo, de vital importancia no siempre se tendrá la espada a mano, así que fortalecer el cuerpo es tan importante como usar la espada. Core se ha levantado a observar la escena; ambos poseen movimientos increíbles casi parece que fuese ensayado. Golpes, patadas, giros, maniobras en el suelo, todo un arsenal de movimientos que muestran el nivel en el que están, que preparación tan exhaustiva. Por otro lado Kantara está en el jardín principal entrenando con su catana. Entrena con movimientos coordinados y con una velocidad asombrosa es increíble verla entrenar, se nota la dedicación que pone cuando lo hace; después de un rato están todos almorzando; la parafernalia está a cargo de Dintel que ha traído a un anciano para que toque el violín. Es muy meticulosa en todo lo que hace, buena comida, música, velas aromatizadas, todo esto da una sensación de tranquilidad, cosa que de pronto me inquieta piensa Core; hace mucho que Salimos de mi hogar y pese a todo pronóstico no nos hemos encontrado con mucha gente que quiera asesinarme, puede ser por el hecho de que vamos en dirección contraria, pero si es algo que no debería pasar, es decir, quieren mi legado deberían estar haciendo hasta lo imposible por obtenerlo. Eso deja a Core un tanto intranquila. Partiremos en dos días dice Kantara, por la forma que lo dijo no dio lugar a excusas, ni a sugerencias. En la tarde todos entrenan; Core está emocionada ya que su maestre es Evan; pone todo el empeño que le es posible, aunque entrenar con él es un poco más sencillo, ya que Evan no es tan exigente como Kantara, es más paciente y no presiona de la forma que lo hace la chica.

CORE Y LA TIERRA DE DINASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora