Conocido entre los enemigos.

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La nieve se derrite a sus pies con el pasar del día; los guerreros renacidos y fervientes por la victoria que obtuvieron, comienzan las incesantes historias que los pueblerinos harán cuando todo esto termine. Más que el alimento propiamente dicho, las victorias y la sangre son la ingesta preferida por aquellos que blanden armas, incluso ahora el único sirviente, Rin y Minos que lejos estaban de convertirse en soldados al servicio de una sola causa, ahora lo son; el primero por obligación ya que sobrevivir en batalla es su única oportunidad y los otros dos aunque hijos de nobles en su corazón siempre hubo más que filosofía y riqueza. Por ello se han acoplado perfectamente al mandato de Evan Y kantara quienes por alguna razón se rotan para dirigir al grupo, Dintel ha cambiado mucho su forma de actuar; de aquella niña que hacia bromas a todo momento y que mantenía una siempre tensa situación con Kantara, queda muy poco, se ha dedicado a cumplir las órdenes al pie de la letra y lo que habla es muy poco en comparación de antes. En los entrenamientos se esfuerza mucho, pone su alma en cada golpe que da y muchas veces entrena más que los demás. Creo que tiene algo que demostrarle a Evan, el cual hace mucho que no le cruza una verdadera charla, es parte de su estrategia para hacerla más fuerte, o quizá su corazón aún guarda algún resentimiento por haber provocado tan infortunado destino contra Treton. En cuanto a mí, mis habilidades con la espada han mejorado mucho, poco a poco me adapto y junto con el escudo estoy logrando obtener ciertas habilidades que nunca imagine tener. Los cuatro sin nombre resultaron ser de mucha utilidad son bastante talentosos y muy rápidos cuando atacan; no serán del tipo de Evan y Kantara pero estoy segura de que son de gran ayuda, siempre prestos a ir adelante sin importar los peligros que acechen. Ha pasado mucho tiempo y la calidez del sol después del invierno se siente como un renacer, uno que quisiera que durará mucho tiempo. Con frecuencia la mayoría de ellos hablan del legado de Core en su espalda; muchas preguntas sin respuesta se indaga alrededor de esto ya que al mirar la espalda de Core solo se ve un tatuaje mal hecho, que muestra montañas, algunas carreteras, un ancho sol y un persona que camina por un sendero oscuro. Quizá los más viejos saben de eso dice Rin, ya saben que la sabiduría la dan los años, aun somos imberbes y lo único que sabemos hacer bien es matar, le sigue una carcajada que se contagia rápidamente entre todos. Han caminado por algunas horas y aun no encuentran la salida del bosque, se está tornando un poco desesperante para algunos especialmente a uno de los cuatro, el más joven que constantemente escala arboles con la esperanza de ver algo más que lo del entorno actual. A veces la misma Kantara tiene la intención de detenerlo para que camine tranquilamente, pero después de mucho pensar prefiere que siga liberando la tensión que encierra su mente. Tres soles debieron extinguirse para que Core y los demás vieran un paisaje totalmente distinto. Hay un camino ancho que claramente lleva a un pueblo; entre más se acercan más claramente pueden oír a la gente que camina, que grita, que ríe, que toma vino, y para algunos es motivo de felicidad pero para otros es la tensión previa de que alguien puede reconocerlos y acabar con la tranquilidad de todos. Entran al pueblo y muchas personas empiezan a observar al grupo de forasteros que se adentra poco a poco en sus tierras; es una mala señal, pasar por algún lado y que con cada paso las personas acallen y se retiren de su paso. Tal parece que no nos quedaremos mucho tiempo dice Evan, Kantara y Core sueltan un respingo casi al tiempo en señal de apoyo. Mientas el resto ha notado la tensión que su llegada ha causado entre los pueblerinos. Minos rompe la tensión del grupo añadiendo "estos no escribirán hazañas sobre nosotros. "El sarcasmo aleja por un momento la presión vivida y entonces de la nada en medio del camino una chica de baja estatura, delgada y con enormes ojos, y en ellos una dulce mirada les ofrece un lugar para descansar un poco. Mi nombre es Raquel y soy dueña de aquel hostal, pasen si así lo desean. Todos intercambian miradas ante la sospechosa bienvenida de aquella mujer. Es un sitio bastante acogedor. Una barra algunas sillas, velas, y un ciego que toca un acordeón al fondo, dan al sitio un aire extraño pero sutil. Mientras sirve algo de vino de una jarra hecha en barro, la mujer rompe el hielo diciendo que personas tan famosas no deberían andar a plena luz del día. ¿Famosas? Dice Kantara que aún no se sentaba, sí dice Raquel sin inmutarse, ¿ustedes son los que han evadido al ejercito de La plaga durante tanto tiempo verdad? Han masacrado a muchos de sus soldados y a bastantes guerreros que se creían inmortales. Las noticias de que un grupo de caminantes rondan hacia el norte, en busca de la tierra de Dinas es algo sabido por absolutamente todos los pueblos y aldeas de todo este lugar. Eso ha dejado sin palabras a todos los guerreros que ahora posee más problemas de los que tenían antes. El ejército de la plaga ha venido con la advertencia de que se le informe de inmediato, si son vistos en algún lugar cercano, todos se ponen en pie y desenvainan sus armas. No se preocupen no los delataré, es decir no tengo necesidad, desde que pusieron un pie en el pueblo, han sido identificados y estoy segura de que alguien ya fue a correr la voz; La plaga mato a mi madre y mi hermano, no tengo miedo de lo que me pase a mí solo los traje para advertirles que si piensan enfrentar esas hordas, no se acerquen a los pueblos, es demasiado peligroso, algunos de los hombres están en el centro del pueblo así que no tardaran en llegar, asesinen a ese mal nacido y quiten el terror del mundo. Mientras trata de recuperar el aliento para seguir hablando, les dice que está preparando un grupo especial con hombres habilidosos, cuya misión es frenar su avanzada y si es posible dejar con vida a la chica que protegen. Esas palabras no son nada reconfortantes; hay silencio total en el pueblo y sin decir más, deciden salir y proseguir su camino. No avanzan mucho antes de que un pequeño grupo de soldados se acerque rápidamente, saben muy bien que su misión es retrasarles el paso en espera de más refuerzos. De inmediato tres de los Cuatro y Rin se adelantan para combatir con los pocos soldados que avanzan hacia ellos, mientras tanto los demás toman vías alternas en medio de las casas y chozas que en el pueblo hay. En medio de un callejón unos cuantos hombres del pueblo armados con machetes y herramientas de arar la tierra avanzan hacia el grupo de Evan, Kantara se quedó a frenarlos y los demás continúan su escape, los gritos de personas asustadas y de los que combaten se mezclan, mientras Core avanza de la mano de Evan. (Su lazo afectivo ha crecido mucho en los últimos meses.) El último de los cuatro junto con Dintel están al frente prestos a cualquier eventualidad, Minos y el sirviente sirven de escudo en la retaguardia. Corren a toda prisa pero atentos en todo momento, las voces y gritos se escuchan bastante lejanas ya, y diferentes sentimientos asaltan la mente de los que aún continúan unidos. Llegan por la parte posterior de lo que parece ser el mercado central; justo allí hay un considerable grupo de soldados atentos a todo movimiento que alerte del paradero de Core y los demás. ¡Dintel llévate a Core! Dice Evan soltando la mano de su princesa hecha Julieta. Minos trata de ayudar pero Evan se niega rotundamente. Sale con sus dos espadas desenfundadas para llamar la atención hacia el otro lado del mercado. Esto dará oportunidad de salir o avanzar un poco más; uno a uno van cayendo los soldados que pese a su número se ven claramente superados por Evan quien con la furia de un verdadero titán deja solo el rastro de la muerte a su paso. Ha logrado central la atención de todos los soldados y ese tiempo es aprovechado por Core y los demás para proseguir su camino. Son demasiados aun para Evan; pero sigue en la lucha y hace lo mejor que puede, mientras combate su mente se pierde en imágenes de Core y suyas, de anhelos y esperanzas, de recuerdos que nunca se borraran. Está rodeado y han conseguido herirlo en la espalda y el muslo derecho. Todo vale la pena y si ha de caer lo hará llevándose a muchos más con él. Avanza sobre los que puede y en medio del cruce de espadas, el desorden de la lucha y los hombres que atacan como un grupo de hienas a su presa, Evan recibe una espada directamente por el omóplato derecho y cae de rodillas, preso de dolor. Parece ser el fin, está rodeado por más de trescientos soldados ansiosos por clavar su arma en él, pero de repente Kantara ha regresado causando un caos total en medio de la plaza, llega con aire de furia, y Minos que al final decidió no seguir las ordenes llega junto con Dintel y la susodicha protegida. El caos es total y da tiempo suficiente a Evan para reincorporarse a la batalla en medio de su propia sangre, al parecer no es el día para morir piensa Evan en medio de tan terrorífica escena. Pronto Rin y los de tres de Cuatro se incorporan también a la lucha, y el sirviente lucha ferozmente contra un soldado bastante peculiar; se ve distinto a los demás y en efecto lo es, derrota al sirviente con una facilidad enorme. Todos perciben lo mismo y Minos se adentra al rescate de su compañero caído en batalla. De inmediato su lanza de doble punta intenta por todos los medios asestar un golpe contundente, pero no lo logra. El sujeto es muy talentoso y en replica al ataque de Minos este responde con mucha velocidad logrando dos cortes considerables en el cuerpo de Minos. Su ante brazo ha sido atravesado por una daga de unos cincuenta centímetros, igualmente su pierna derecha; tiene una forma peculiar de pelar ya que las dagas lo obligan a estar más cerca de su oponente, lo cual al parecer resulta bastante ventajoso para él. Minos cae al suelo y este se dispone a terminarlo pero el escudo de Core se interpone entre su daga y el objetivo. Este la reconoce y de inmediato pretende herirla para raptarla pero dintel ya está a su espalda lista para terminar la lucha. Al notar esto el sujeto retrocede y nota que todos los soldados han sido derrotados; son demasiados oponentes para él, así que sin decir nada emprende la huida y los guerreros no se molestan en seguirlo; están agotados y tres de ellos mal heridos, todos pueden caminar excepto el sirviente que es cargado por el más grande de los Cuatro. Tiene que salir rápidamente del radar y para ello siguen la ruta principal. El enemigo espera que nos escondamos y tomemos rutas alternativas por eso el camino natural es más seguro. Han salido de milagro y ahora poseen un problema mayor; si hay más de un sujeto con habilidades similares a las del que atacó hoy estarán en serios aprietos.

CORE Y LA TIERRA DE DINASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora