Capítulo 4 - Retorno

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Desde el comienzo de mi paranoia, de mi ocultismo, de que mis aguas termales que permanecían en lo más ameno y natural en mi cabeza se vuelva de una manera turbia contra mí, Usahara volvería en cada momento de mis " ataques " repentinos para hacerme entrar en razón, aún no sé por que sobreviví de aquél incidente, de aquél último día de él, de aquél desorden de personalidad.

Una creciente luna se forma sobre mí al momento exacto donde yo recito levemente para mí las palabras que invocan un aura morada sobre mi cabeza y ésta se purifica temporalmente como el agua, digna de ser velada y necesitada por todos los humanos que a su diferencia, a mí no me necesitaría ninguno...

Es que es plenamente cierto, sin él, no volvería a estar cuerda sobre todo lo demás en este mundo. Pero he ahí el dilema que discute este pensamiento sobre los hechos sucedidos a estos días y hace años, se supone que una persona "fuerte" debe afrontar todo sobre lo que pase ya sea natural por la vida misma o por algún tipo de violación a la vida y que cause alguna muerte.

Tiene razón.

Las cenizas del incienso de un corazón roto, quemado y aruñado se pueden reparar para lograr su funcionamiento cuerdo de nuevo, lo cual cito la frase alguna vez escuchada algún lado:

" Grábate esto, Kat, en la vida nada se olvida...

Sólo aprendes a vivir con lo ocurrido,

De ahí provee la sabiduría

La prestreza

La vida. " 

No sé de donde la gente saca mi nombre mis apodos incontinuos por que a veces se hacen tediosos de escuchar por bocas sucias o mal habladas, sé  a lo que me refiero con esto aunque sigo con la idea principal de no saber en donde se ubican todas estas cosas de mí.

Estoy sin despertar, desde hace rato.

No sé donde me ubico, Usahara dijo que descansaría por esta noche pero mi conciencia pide vivir como cualquier otra luego de una noche de recuperación altiva, en otras palabras ya descansé lo suficiente como para pedir,forzar mi cuerpo a el sueño una vez más.

Luego de un rato de mover mi cabeza lado a lado, empecé a escuchar mi respiración forzada... ¿Tenía algo en mi nariz en cada fosa? Sí, lo había visto antes en las películas es como un sistema más fácil de respiración, o algo así, yo nunca acostumbraba ir al médico o inclusive cuestionarme, informarme acerca de el mundo de la medicina.

Desperté.

Mis ojos enfocaron de una vez la iluminación inmaculada de un bombillo justo a mi vista templada en el techo, giré mi cabeza hacia abajo viendo sábanas, estando acostada en una camilla, equipos médicos en mis venas, nariz... ¿Qué es esto? ¡A mí no me pasó nada..!

-Katherine, no es hora de entrar en crisis-

-¿A-ah? ¡P-padre! ¿Cómo llegaste aquí?-

-Estaba en el incidente, cerca de la ambulancia cuando saliste corriendo de ella hacia una parte del pavimento... ¿En qué estabas pensando?-

Giré mi mirada indignada hacia un lado del salón, no iba a decirle por qué salí de esa claustrofobia a voluntad propia y mucho menos que había pasado. Aunque yo tampoco tenía en claro que exactamente impulsó ese acontecimiento, tengo que investigar...

-Sonreíste... ¿No te acuerdas?-

¿Q-qué? De nuevo, ese no es Usahara...

-S-sólo seguía mis sueños

Cité esa última oración algo cómica y sarcástica para alejar la curiosidad de su mente, no iba a dejar que obtenga información de nada acerca de esto. Él no sabe lo que pasó, de hecho nadie.

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