Ven, tómame y haz de esta tétrica danza un espectáculo visual.
Hagamos que de verdad esta ocasión valga pena alguna, que los que aguardan por conciliar nuestros hechos se sientan significados, que sonrías con cada paso que mi cuerpo realiza pese al tuyo, que sin más cuando cada pieza toque su instrumento sostengas mi mano y continúes aferrándome hacia la realidad que tanto disgusta...
Hay un caos fuera de aquí, querida.
No hay más que más que martirio y desolación...
¿Podríamos seguir en esto para siempre..?
No me imagino estar cuerda escuchando tan hermoso sonido...
¿¡Será que de verdad logré calmar mi ansiedad..?!
Y vuelve el son de la paz.
Tan cálido, hermoso y impactante que es...
Te juro que si de verdad viese tal orquesta en carne y hueso
Lograría sentir lo que ellos al hacer tal hermosa sinfonía sin cesar.
Es que es tan hermoso joder... Nunca habría estado en un sueño tan real como en el de esa noche tan especial y objetiva en todo lo sucedido, aún así podría hacerme frente al lugar que me programaba en mi cabeza y cada toque era tan real, podría sentir los exaltes de amor y precisión que cada mano daba a esos instrumentos que me hacían bailar y estar en paz conmigo misma a altas horas de la madrugada. Un salón grande, espejos resplandecientes y un libre blanco para recitar nuestro baile anual que concilia una vez más, mi amor por tí en el amanecer teatral.
Te pones a pensar una vez más que de verdad donde más puedes ser tu mismo es en la música, en el violín, en el chelo, en el piano...
Con cada nota se me salen las lágrimas, sé que también podrías sentirlo si de verdad prestaras atención a lo que esas notas tienen que decir para ser escuchadas y amadas pues para eso están hechas, para bailarlas, para reflexionar, para sonreír.
Me pone eufórica.
Me hace saltar de la alegría, me hace mover mis dedos de lado a lado sin poder contener los orgasmos que mi oído siente al sentir esa novela sonora... ¿Alguien más comparte este sentimiento? ¿Este... amor?
Si pudiese casarme con ello, seguro que lo haría...
O alguien que componga tal hermoso sonido.
Ocho treinta de la mañana, los días nublados siguen y el frío en mi alcoba empaña las ventanas.
Mis ojos sin más se abren, un lindo verde manzana refleja en ellos el propio espejo que me da a duras penas una breve claridad sobre mi acostada en la cama por más empañado que esté, frío atroz, de repente unas tiernas cuerdas sonaron para mí en esa ocasión...
Sonreí.
Me levanté aún con las suaves sábanas encima de mí, tarareaba el mismo sonido que dictaban esas cuerdas que tanta paz me daban... Abrí los ojos por un segundo sí pero no pude contener la sensación de tener que cerrarlos y percibir mucho mejor ese hermoso sonido, parecía que hubiese puesto cualquier soundtrack en youtube pero no era así.
Sin más, cuando ya se fué de mi cabeza me levanté directamente a la ventana alcé mis dos manos y la toqué como si fuese a volar saltando de mi habitación, lentamente se deslizaron dando un leve chirrido hasta volver a su posición normal...
-Qué hermoso...- Cité para mi misma, susurrándome.
Fuí hasta la cocina y sin más ya sabría por que había tanto frío en mi piso... Una vez más, dejé una ventana abierta.
Sonreí como estúpida ¡Lo había vuelto a hacer!
Y sí, estaba nevando dentro y casi media sala estaba llena de nieve... Parecía escarcha, era rarisimo pero el suelo podría estar tan lleno de nieve y el techo tan azul reflejado que parecían pequeñas estrellas azules que cruzaban unas con otras a la disposición del viento.
Fuí con una sonrisa estúpida cerrando la ventana y me senté en el mueble húmedo por la misma nieve, la verdad no me importó mucho pues me enfocaba más en lo que mi mente estaba pensando, en que cada día que David se levantaba en las mañanas y me despertaba algo enojado por que no había cerrado las ventanas durante la noche, como estaba recién despierta y solo hacía pucheros reclamando dormir más el simplemente sonreía y me decía ; " Pequeña, te amo " y inmediatamente me dormía...
Me dirigí a la cocina para prepararme mi desayuno, normal como comúnmente lo haría otros simples días ocupando el simple hecho de que tendría bastante tiempo libre y sin poder ocupar un poco de ese tiempo para algo en común, así que con una tenaz mirada hacia el reloj de la sala me dije a mi misma...
Creo que debo salir, hay tanta diversidad de belleza en el exterior que si fuese otro no se quedaría encerrado en casa. Para mí no tenía sentido el ver televisión, el estar en la computadora, el estar todo el día acostada a el rumbo de mi diversidad personal o el de la cama dictarían con tanto lugar sin explorar y más aun estando cerca de mi mano.
Fuí hasta la ducha, para hacer lo de costumbre y abrigarme muy bien antes de salir. Tan enfocada estaba en ese entonces de contemplar lo que la naturaleza de nuestro propio mundo tenía que darme que de llevar siquiera efectivo, se me había pasado por alto, pero pensé bien antes de salir y ví que tenía unos cuantos mensajes en mi contestadora, no les presté atención.
Tomé mi teléfono, un poco de dinero y unos audífonos viejos que tenía en mi cajón de infancia.
Salí, tranqué la puerta... No había nadie siquiera en el living.
Abandoné el living del edificio dispuesta a ir por la vía para quizá ver otra vez el café donde David y yo acostumbrábamos pasar y comprar libre y vigorosamente luego de una mañana de cariños y flojera. Quedaría a unos cuantos minutos de donde estaba, a unas séis cuadras exactamente... Puse mis audífonos al teléfono y empecé a escuchar música serena de ambiente.
Tras unos minutos de adelanto hacia el lugar, quedaba viendo las rayaduras de cemento que separaban cada cuadro cúbico del paso de la acera, no le prestaba atención al resto de mi alrededor. Parecía domingo y no había mucha actividad que digamos...
Justamente, giré un poco mi mirada y me dí cuenta que estaba ya casi llegando al lugar.
-¡Puff!-
Sonaría como si otra vez alguien se tropezara fuertemente conmigo otra vez.
-¿Eh...? ¡De nuevo! ...-
-Hola, Kat...-
-¿Ma-Matthew...?-
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eKathleen
Historia CortaCaminar por las calles empapadas de la lluvia anual que invade este tétrico estado urbano, mi cabello se esponja como es de costumbre, no me queda más que mirar al suelo y ver como estas mismas gotas que también recorrían mi cabello, pasen por mi fr...