Capítulo 3

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-¡Arriva las manos!- Se oyó. Todos nos tiramos al piso, con los brazos extendidos y mirando hacia abajo.

- Erik, baja el arma- Dijo uno de ellos con la voz media ronca pero aguda, de echo, bastante amigable. A decir verdad, era una voz muy seductora.

- Tú cállate- Escupió con hostilidad. Esta voz, era la más grave que podría haber escuchado en toda mi vida.

-Erik, baja el arma y arreglémoslo mano a mano- Pidió suplicante la voz seductora, que ahora -por lo que veía a travez del rabillo del ojo- pertenecía a un joven de pelo lacio y castaño peinado hacia un lado, de estatura media-baja, que vestía unos jeans, tenis blancos, una remera negra y... Era muy apuesto. (:3)

-Louis, ¿De verdad me pides esto?- Dijo el hombre que portaba el arma.
Aquel joven de mirada imponente, de voz dulce y amigable, ahora, tenía nombre.

-¡Erik!- Gritó Louis cuando vió que el hombre afroamericano, portador del arma, se acercaba a mí.

-¡Tú!- Gritó- Que me miras tanto... ¡Ven conmigo!- Me tomó bruscamente de un brazo y me apuntó en la cabeza.
Pude sentir como la punta fría del arma hacía presión en mi sien.

-¡Erik suéltala! - Gritó Louis enfadado.

-¿Qué? Acaso, ¿Te gusta?- Preguntó burlonamente.

-¡Que la sueltes maldito imbécil!- Volvió a gritar furioso.

-Hey...¡Cálmate o le vuelo los cesos!- Protestó sacudiéndome con fuerza y apretando más el cañón del arma a mi sien.

Sentía mucho miedo. Tengo la suerte de jamás haber vivido un echo como este, bueno, hasta ahora.
Para entonces, la mesera ya había hablado con las autoridades, así que, en menos de un minuto, un patruyero llegó para detenerlos.

-¡Quietos!- Se oyó.

-¡Mierda!- Gritó el afroamericano, que comenzó a correr, tirándome a los brazos de Louis, quien me abrazó y comenzó a calmarme. Pude sentir su aroma. Olía exquisito «¡Dios! ¡Es tan apuesto!»Pensé, mientra sucedía de todo a nuestro alrededor.

-¿Todos están bien?- Preguntó un policía que estaba a espeldas nuestro.

-¡Oficial!- Gritó Louis, haciendo que el sonido de su voz retumbara en su pecho, aturdiéndome.

-¿Si, señor?- Contestó el oficial.

-Louis Tomlinson, un gusto- Dijo mientras se estrechaban las manos.«Louis Tomlinson»Pensé.
Su brazo izquierdo me rodeaba por los hombros; a pesar de todo, su toque tenía una fiereza pasional. ¡Mierda! ¡¿Pero qué digo?!

-Oficial Spiegelman, un gusto. ¿Qué pres...- Su voz fue interrumpida por el grito de una mujer que dijo

-¡Espere!- Gritó y se acercó diciendo- No le crea oficial, este joven... Es cómplice.

La seguridad se reflejaba en el rostro de aquella mujer morena, con arrugas de expresión que le brindaban años, sabiduría y un aspecto mafioso.

-¡¿Qué?!- Gritó Louis.

-Señora, ¿Está segura de su acusación?- Preguntó el oficial.

-Segurísima- Dijo afirmando con la cabeza.

Louis estaba enfadado, se le notaba en los poros. Miraba aquella mujer con odio, rebeldía, de tal forma, que, si las miradas matasen...
Me sujetaba de la mano y apretaba cada vez más y, de repente, dijo en un susurro -Corre-, pero no le entendí, entonces, me lo repitió, claro, pero con la diferencia que esta vez lo hizo gritando y sacándome a correr a la fuerza, tomados de la mano.

-¡¿Que haces?!- Pregunté mientras intentaba seguir su ritmo.

-Solo... ¡Corre!- Respondió gritando el doble de fuerte que yo.

-¡¿Qué?! Eres un ladrón, rufián, impostor seguramente, y, practicamente ¡Me secuestraste!- Dije enfadada y un tanto confudida, pero seguía corriendo.

-¡No es lo que parece!- Respondió con aire de culpavilidad y arrepentimiento.

-Ah, ¿No? ¿Y qué crees que me parece?¡Me secuestraste!- Insistí.

Llegamos al estacionamiento del Centro Comercial, nos dirigimos hacia un auto descapotable rojo

-¡Sube!- Gritó.

-Ni loca- Musité decidida.

- Por favor sube, te lo explicaré TODO en el camino y prometo devolverte a casa luego- Pidió suplicante.

-¡Quietos!- Se oyó a lo lejos.

-¡Por favor!- Suplicó nuevamente.

Adrenalina. Adrenalina corría por mis venas haciéndolas arder.
No entendía, no comprendía por qué estaba sucediendo esto. Por qué a mí.
Sabía que no debía hacerlo, no debía subirme al automóvil de un extraño, pero por alguna razón, por alguna maldita e inexplicable razón, quería hacerlo. Lo hice.

-¡Piza el acelerador que tenemos para rato!- Grité y subí de un salto.

Sonrió. Aún en el momento más inoportuno y quizá de riesgo, me regaló una de sus hermosas sonrisas. La segunda que veía.
Salimos a toda velocidad. Su increíble automóvil rojo dejaba atrás a los patruyeros, los cuales parecían ser muñecos de juguete.

-Gracias- Me dijo, y volvió a sonreir.

-Aún así, me secuestraste- Respondí y giré mi cabeza hacia el panorama de la ciudad que nos rodeaba.

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¡10 días sin subir capítulo! Lo sé, lo sé... ¡Mátenme!
Pero aquí está y espero les guste mucho :D
De nuevo MIL GRACIAS a todas ustedes que leen y me apoyan con una estrellita o un comentario, es mucho, de verdad.
Sería un placer que se pasaran por la nove de @edna-hdz es de Nashal :3 y esta buenisisísima, se las recomiendo mucho ;)
Desda ya, ¡Muchas Gracias!
Las quiere....
{DirectionerForLife}

(Editado)

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