Capítulo 8

61 28 4
                                    

*Sigue narrando •________•*

-Oh, si eso...- Dijo rascando su nuca- Creo que olvidé mencionarlo- Agregó entrecerrando su hermoso y claro ojo izquierdo.

«Se ve tan sexy cuando hace eso...»

*¿Qué dices?*

Oh, mierda. ¿Qué acabo de pensar?

*Eh, ¿Por qué?*

*No te hagas la desentendida*

*No me hago, no entiendo*

*Acabas de pensar que se ve sexy entrecerrando su ojo*

*Oh...yo...no quise... Ya, lo admito, me gusta. ¿Algún problema?*

*No, solo quería que lo aceptes*

*¿Satisfecha, entonces?*

*Muy*

Juro que pude ver la sonrisa triunfal de mi conciencia.
Si, lo admito, me gusta Louis. Es un chico muy atractivo y por lo poco que lo conosco puedo deducir que, a pesar de todo, es una buena persona.
Aún así, haga lo que haga, Louis jamás se fijaría en alguien como yo.
Después de que todo esto pase, yo volvería a mi casa, con mis padres. Seguramente debería darles una gran y larga explicación,(con un gran y largo sermón detrás), y luego declarar lo mismo a la justicia, (por obligación). Louis volvería a escapar, supongo, y se hiría con miles de chicas más lindas y divertidas que yo, que caerían a sus pies. Mientras, yo trataría de estudiar, estar con Lucy (a quién también debo una explicación) y lidiar con el idiota de Naithan.
Esa es la cruda verdad.

Luego de aquella respuesta suspiré, tanto, que parecía que mis pulmones saldrían de mi garganta junto con el aire.

-¿Tu dormirás en el sofá?- Pregunté sin sacar los ojos de su rostro. Lo miraba con odio.

-Pero...- Parecía temeroso con mi vista fija en él.

-Louis, no dormiré contigo- Sueno más hostil de lo que pretendo.

-¡Y yo no dormiré en el sillón!- Musitó con voz fuerte.

-¡Has lo que quieras!- Chillé enfadada. Tomé mi cartera y me encaminé hacia la puerta.

-¿A dónde vas?- Preguntó más tranquilo.

-¡Y a tí que te importa!- Salí demaciado enfadada del lugar, dando un portazo.
Louis no intentó nada, solo se quedó sentado en el sofá rojo sangre.

Recorrí los largos y angostos pasillos, los cuales a cada paso que daba, parecían interminables.
Alterada volví hacia la habitación, caminando rápido para luego echar a correr.
Al fín llegué. Deslicé la llave de auxilio que Louis me había dado y abrí la puerta de golpe.
Él seguía ahí. Inmutable. Al verme entrar eufórica susurró un -Volviste- irónico. No le dí importancia y corrí hacia el baño. Me despojé de mi atuendo rápidamente, abrí la ducha y me metí debajo, sin importar que el agua saliese fría o caliente. La entoné a mi gusto y comencé a lavar mi cabello.
Mientras enjuagaba el shampoo de este, noté como mis rodillas se aflojaban de a poco, me sentía débil. Sentí como caí al piso y todo daba vueltas a mi alrededor.No me desmayé. No podía moverme. Estaba tirada en el suelo de la ducha, mirando hacia la pared, inmóvil, sintiendo las gotas de la lluvia revotando sobre mí.
Pasaron varios minutos hasta que Louis se percató de mi ausencia.
La madera de la puerta siendo golpeada me hizo reaccionar: ESTABA DESNUDA.

-¿Preciosa, estas ahí?- Preguntó preocupado.

Quería responderle. Quería gritarle, pero no podía mover ni un solo músculo de mi cuerpo.

-Vamos, lo siento ¿Sí? Fui un idiota, lo lamento- Sinceridad. Estaba siendo sincero.

Intenté mover mis piernas. Nada. Intenté mover mis manos. Nada. No podía moverme, y me estaba aterrando.

-Preciosa, ¡Responde!- Gritó- ¡•________•!- Comienza a exasperarse y, finalmente, abre la puerta con brusquedad- ¡Dios! Espeta con preocupación al ver mi estado.
Al final solo... Solo cerré los ojos.

*Narra Louis*

Grité su nombre desesperadamente.
Al no recibir respuesta abrí con todas mis fuerzas la puerta.
Lo que más temía pasó frente a mis ojos. Verla tirada de ese modo, trajo a mi mente una imagen espantoza. Rápidamente borré esa idea de mi cabeza, no podía ser cierta.
Abrí la mampara lo más rápido que pude y me coloqué frente a ella.

-¡•________•! Oh, •________•...- Dije dándole palmaditas en el rostro para que despertara. Me tranquilicé al ver que habría los ojos.

*Narra •________•*

Mis nervios fueron alterados dado a los leves golpesitos (pero irritantes) que la mano de Louis me proporcionaba. Abrí los ojos.

-L-Louis- Susurré con dificultad.

-¡Preciosa! ¿Qué ha pasado?- Estaba realmente preocupado.

-Es-s-toy b-bie-en- Se me dificultaba mucho hablar.

-Tranquila, no hables. No estás bien. No te preocupes, yo te ayudo.- Hablaba muy rápido y tenía un semblante serio y preocupado, pero aún así volvió al tono de voz tan calmo de siempre.
Me tomó delicadamente la cabeza y la apoyó en su regazo.

Estaba desnuda, frente a Louis A él no le importó nada. No le importó mojarse, no le importó el enfado, no le importó que estuviese desnuda, lo cual a mi me avergonzó. No le importó NADA.
Al verme roja como un tomate e intentando sonreir, él también sonrió.
Aquella sonrisa hizo que todo mal desapareciera.
Olvidé todo, y poco a poco sentí como mejoraba y recuperaba el control de mi cuerpo.
Me moví lentamente, Louis me contemplaba como a un diamante. Me ruborizé.
Intenté con todas mis fuerzas levantarme, pero fue en vano.
Solo dejé que Louis me atajara antes de caer.
******************************
¡Hola! Bueno, aquí esta. Qué cosa, ¿no? Desnuda, frente a el Lusho... Mmm. Bueno, ya paro.
Lamento no haber actualizado ayer, es que tuve intercolegiales.
¡Gracias por leer! Espero les guste mucho, Las amuuu

{DirectionerForLife}

Prófugos || «L . T»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora