Héroe (BTS: J-Hope)

Capitulo 1

Las dos de la tarde y los ojos de Ho Seok pesaban, y caían lentamente. Las luces fluorecentes del hospital cansaban los enfermos globos oculares del chico.

-Ho Seok- era la hora de visitas y Jimin estaba a la hora frente a su catre con la bolsa de macdonals que habia prometido- hey amigo, todavia te quedan visitas, aun no es tiempo- sonrió para tranquilizarlo.

-Jimin- podia reconocer la voz aguda de su compañero y las sombras de su cuerpo estrecharde sobre sus mantas pero no podia habrir sus ojos, Jimin golpeo las mejillas de su amigo, consejo del doctor de cabecera.

- Vamos Hope- habia suplica en sus palabras, no le gustaba ver aquel lado tan debil de su amigo.

- Quiero mi hamburguesa- sonrió Oh Seok, esta vez era él quien intentaba tranquilizarlo.

- Seguro, solo eso te interesa- sonrió al ver los oscuros ojos de su compañero asomarse, y tiro suavemente la bolsa de papel sobre su regazo.

-Te he extrañado tanto- miro con admiracion su cuarto de libra tibio.

-Sé que me amas... por eso he venido- Jimin extendió su cuerpo sobre los pies de su amigo en señal de haber entrado en confianza.

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-Mi Ni- ella grito el nombre de su hermano -mira lo que he traído- azoto la bolsa de nuggets en el aire.

-Unnie- el pequeño no pasaba los 5 años pero su fuerza de voluntad lo había vuelto más paciente que cualquiera. La mariposa dispuesta en su ante brazo que lo proveía de vitaminas se agitaba junto a su cuerpo para llamar la atención de su hermana quien se encontraba a 6 metros, pero en camino.

-Las he traído del trabajo por lo que debes guardarme el secreto- tapo su boca con el índice y se acercó sigilosamente al pequeño.

-Debo guadad ed secdeto- sus ojos se abrieron de manera exagerada mientras Mi Na afirmaba agitando su cabeza, los dos rieron.

- He traído el telescopio hoy, Mi Ni- la muchacha saco el instrumento de un largo morral negro a la medida, y los ojos del pequeño se llenaron de anhelo.

-Hoy vedemos las estdellas- grito a lo que su hermana sonrió sinceramente.

-Hoy escogeremos una... la que tú quieras- ella guiño su ojo.

-Wow...¿ y será mía?- ciertamente el mejor regalo que pudo alguna vez el pequeño recibir.

-Claro que será tuya, y pronto tambien iremos a la playa-.

-La pdaya... quiedo ved a los pudpos y tibudones- agitaba sus manos alegremente.

-Claro que sí... hare todo lo que este en mis manos- Mi Na se había perdido en sus pensamientos mientras el niño devoraba las jugosas nuggets de pollo, un lujo que las enfermeras habían optado obsequiar al pequeño, despues de todo, una dieta sana no lo salvaría de su cruda enfermedad.