Capitulo 2

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3 años después.

El frió invierno de Seúl obligaba a sus habitantes a mantenerse abrigados. Las calles congeladas se volvían resbaladizas y Mi Na caminaba de puntitas sobre las escaleras para llegar al edificio.

El trabajo había concluido y los muchachos de McDonald, corrido a sus hogares, como estudiantes de preparatoria después de la primera nevada.

Mi Na maldecía hacia sus adentros por el frió que calaba sus huesos, e insensibilizaba sus dedos, al llegar a la puerta principal del gran edificio suspiro, probablemente el elevador aun estaba en reparaciones y debía subir al décimo piso por las escaleras.

El encargado de piso, un muchacho joven un par de años mas viejo que Mi Na lo saludo amablemente, como todas las tardes después del trabajo, mientras ella solo correspondió con una leve inclinación, suficiente para que él sonriera ampliamente y satisfecho.

Los peldaños se hacían cada vez mas largos y la vista desde lo alto se volvía infinita, hasta que por fin el numero 10 del piso se encontraba junto a una gran puerta de metal.

-¡¡Yoon Gi!!- un muchacho de silueta alargada golpeaba la puerta de su misterioso vecino, el chico ocupaba todas sus extremidades para hacer ruido sobre la puerta. -¡¡¡Yiaa, Yoon Gi!!!- ahora su voz resonaba por todo el pasillo.

Mi Na intento ignorar al molesto visitante metiendo la llave en la cerradura pero el alboroto estaba colmando su corta paciencia.

-Puedes...- parecía masticar mierda-... ¿tocar el timbre?- indico el pequeño botón blanco junto a la puerta, el chico la observo como si acabara de notar su presencia.

Mi Na no pudo evitar observar el aspecto del muchacho, ojos rasgados, nariz larga y afilada, altos pómulos y delgados labios, un rostro que poseía un aura amigable, de aquellos que le desagradaban con mesura.

Sus grandes botines de cuero dejaron la puerta en paz y se depositaron sobre el suelo, arreglo su abultada chaqueta color verde musgo, y aliso sus gastados jeans, miro de soslayo a la chica excesivamente abrigada y con una expresión graciosa toco delicadamente el timbre.

-Yoon Gi, cariño... me estas matando con la espera- dijo con voz aguda y melódica.

De pronto como una ráfaga, la puerta se abrió dejando al descubierto un desordenado hall repleto de zapatillas y a un furioso muchacho de cabellos blancos y rasgos angelicales asomarse rápidamente. Los dos observadores miraban con desconcierto la velocidad de aquella acción.

-Ahora si te mato- lo último que se pudo ver fue la veloz mano del muchacho tomar del cuello de la chaqueta a su visitante y tirarlo dentro del apartamento tan rápido como sus fuerzas se lo permitieron.


Mi Na encendió el pequeño calentador y poso su cuerpo sobre el diminuto sillón,saco su libreta de cuentas y deposito los últimos números de ganancias en él, tomo un gran sorbo del espeso chocolate y suspiro nuevamente, esta vez al ver la inmensidad del mundo por su ventana y la insignificancia de su persona, un golpe tras la puerta principal la saco de sus existenciales conclusiones .

-¡Chica del timbre!- la voz conocida volvía a gritar, y su corta paciencia se había ido lejos ya, muy lejos. Con furia se levanto del sillón y puso una chaqueta de plumas sobre su cuerpo antes de abrir.

-¿Que quieres?- no había ni una cuota de amabilidad en sus palabras.

-Perdón...- junto sus palmas, tal confesión- el imbécil de tu vecino me a dejado sin llaves al entrar y me estaba congelando aquí afuera...y... quería disculparme con mi nueva vecina por ello- sonrió mostrando sus blancos dientes, satisfecho de sus buenos modales, la muchacha en cambio no cambio su expresión de furia hasta escuchar aquellas palabras.

-¿Vecino...?- pudo imaginar las molestias que aquel inquilino le traería.

-Vecina..- imito su expresión para volver a sonreír, estúpido abito pensó ella- mi nombre es Ho Seok, encantado- estrecho su pequeña mano, mientras Mi Na la observo como si el chico le estuviera mostrando lo mas raro y exótico que hubiera visto en su vida- y... el nombre de esta afortunada vecina es...- movió sus manos como intentando sacar alguna palabra de su boca.

-Mi Na- la chica tardo en responder, pero igualmente estrecho su mano, y un pequeño malestar recorrió su espina dorsal -Mi nombre es Mi Na-.


Héroe (BTS: J-Hope)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora