Lo más lindo que me pasó
—Aaron.
—Dime, amor.
—No sé que me pasa—dijiste jugando con tus manos—. Estoy rara.
— ¿Te sorprende estar rara? Cariño, eso es normal en ti—dijo sonriendo.
—Idiota. Hablo en serio—dijiste pegando tu espalda a la pared para soltar un suspiro—. Creo... Creo que me estoy enamorando.
—Espero que de mí—dijo para tomar tu mano y empezar a jugar con tus dedos.
—Por supuesto que de ti—dijiste susurrando—... y me asusta.
— ¿Es tan malo que te enamores de mí? Tu padre piensa que soy buen partido, creí que era suficiente—dijo sonriendo.
Hace unos dos meses Aaron había conocido a tu padre, al cual le cae muy bien, en una cena familiar.
—No es malo... bueno, no lo sé ¿sabes? Supongo que sabía que esto iba a pasar, pero no lo sé.
—Si me lo preguntas... Me encanta que estés enamorándote de mí. No tienes ni idea de todo lo que darían muchos chicos para que alguien como tú se enamorara de ellos. Soy muy afortunado ¿eh? —levantó las cejas—. Te quiero muchísimo. Te diría te amo pero sé que saldrías corriendo—dijo causando que sueltes una risa.
—Eso no es cierto. No saldría corriendo... Solo caminaría muy rápido—reíste—. Te quiero muchísimo más, Aaron. Gracias por todo.
—Tú no tienes nada que agradecer, yo debo agradecerte por todo. Al final del día siempre eres lo más lindo que me pasó—dijo antes de besarte.
