CAPÍTULO 9

19.3K 878 26
                                    

Dejé a Hanna en su trabajo, llegamos justo a tiempo, solo unos cinco minutos antes de su hora de entrada. La floristería en la cual trabaja deberá decorar un hotel para una cena importante que se celebrará hoy en este, por eso le ha tocado a Hanna y otros compañeros entrar antes para ocuparse de ello.

Luego de haberla dejado fui a un carwash a que le dieran un baño Arturo, ya que, aunque no parecía que le hubieran hecho algo, no podía estar segura de que no fue así, además ya lo necesitaba. Después de eso me fui a un centro comercial a comprar algunas cosas que nos hacen falta en el refrigerador, así como también a ver si encontraba un posible obsequio para mi hermano, porque a pesar de no estar segura si podré ir a casa para su cumpleaños sé que mi regalo debe llegarle por donde sea, si no, no habrá quién lo aguante.

El tiempo pasó volando, y para cuando vine a ver ya solo faltaba media hora para entrar a mi trabajo por lo que decidí irme directo una vez terminé, para así compensar un poco, ya que, aunque sé que no es necesario, no estaría mal.

Camino a mi trabajo pasé a buscar la chaqueta de Aidan. En estos momentos me encuentro aparcándome en la parte trasera del restaurante, específicamente el área que está diseñada para los empleados. Una vez lo hago, tomo mi mochila y bajo del auto.

Mientras avanzo hacia la puerta trasera del restaurante, un Jeep de color azul se detiene repentinamente mi lado sobresaltándome. Por un momento pienso en lo que me dijo Chloe, y siento un escalofrío recorrerme todo el cuerpo, erizando el vello de este. Camino lentamente ignorándolo, pero por consiguiente este comienza a andar a la misma velocidad que mis pasos. Empezaba a hacerme todo tipo de suposiciones en mi cabeza, hasta que de repente el conductor baja la ventanilla del copiloto permitiéndome a si ver de quién se trata, por lo que me detengo y frunzo el ceño.

—Entra. —Me indica Aidan desde el lado del conductor.

— ¿Qué haces tú aquí? —Indago confundida en el mismo lugar.

—Supuse que trabajabas cerca, así que empecé a buscar, y luego de varias vueltas terminé aquí. —Contesta mostrándome una leve sonrisa. Arqueo mi ceja izquierda al escucharlo. —Vi tu auto. —Confiesa resignado señalando este. Eso suena más creíble. —Entra. —Vuelve a pedir, pero niego.

—No puedo faltar otra vez a mi trabajo Aidan. —Refuto mientras niego.

—Solo serán unos minutos. —Asegura, y trunco dudosa los labios. —Nada de pensar. —Insiste sonriendo y no puedo evitar reír al escucharlo. —Vamos. ¿Cuánto tiempo tienes disponible? —Pregunta aun sin dejar de sonreír.

—Treinta minutos. —Contesto al momento de ver la hora en mi reloj.

—Solo necesito veinte. —Establece.

—Quince. —Dicto, este hace un gesto de inconformidad, pero luego de unos segundos asiente resignado.

—Vale. Entra. —Acepta al momento de abrir la puerta desde dentro. Suelto un suspiro para luego subir, y seguidamente colocarme el cinturón.

Aidan se pone en marcha y sale del estacionamiento. Permanecemos en silencio. Observo con asombro el Jeep, es un coche precioso, parece acabado de comprar. Acaricio suavemente el asiento en el cual estoy, así como la radio y todo lo que pudo alcanzar.

— ¿Te gusta? —Indaga dándome una mirada rápida.

—Está bellísimo. —Afirmo mientras asiento.

—Es un Jeep Cherokee Limited 2015. —Revela.

—Parece que lo acabaras de sacar de la fábrica. ¿Viniste a presumírmelo? —Lo acuso.

—Quizás, quizás no. —Dice normalidad sin mirarme. —Dijiste que no te gustaban las motos. Así que no volveré a aparecer frente a ti en una. —Señala. Giro a verlo, pero este permanece con su vista fija en la carretera.

ALÉJATE DE MÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora