El amigo de mi hermano ｡･:*:･ﾟthe vamps

Capítulo 11: Te quiero.

-Morirá si no despierta en menos de dos días-el médico los miró.

-¿No se puede hacer nada?-esa era la voz de Luke, parecía entrecortada.

-No, lo siento, es probable que James se muera-todos me miraron.

-Mery, recuerda que te quiero, siempre te querré-James me sonrió desde la cama, yo lo miraba, estaba despierto.

En ese momento, la línea que decía si James seguía con vida se paró, y mi corazón con ella. Me desmayé en el frío suelo del hospital.

-Mery,Mery,Mery despierta...

Abrí los ojos asustada, la velocidad de mi respiración era aumentada y el sudor resbalaba por mi frente. Todo había sido una pesadilla.

-¿Estás bien?-Calum seguía con su brazo alrededor mio.

-Si..., estaba soñando...-me sequé las lágrimas.

-Lo imaginaba-acarició mi mejilla, con él me sentía bien, como lo hacia con James...

Al recordarlo, comencé a llorar otra vez.

Luke entró por la puerta con un pequeño vaso de café en su mano. Miró a Brad, que estaba dormido, y acto seguido se giró hacia nosotros.

-¿Por qué estáis tan cariñosos?-dio un sorbo al café.

-Porqué si-me acercó más a él mientras sonreía.

Apoyé completamente mi cabeza en su pecho y suspiré, echaba mucho de menos a James, y verlo tumbado, sin hacer ningún tipo de movimiento me mataba por dentro.

Luke volvió a irse, no dijo a donde y tampoco me molesté en preguntarle.

-Venga Mery, tendrías que ir a comer algo-tenia razón, llevaba casi un día sin comer, pero no quería moverme de ahí.

-No Calum, no tengo hambre-mentí.

-Se que sí-posó su mano en mi mejilla-.Si quieres te voy yo a por algo a la cafetería-sonrió.

-¿No te importaría?-el negó y junto nuestros labios por un segundo.

Se levantó de la silla y salió de la habitación.

-No sabía que lo prefirieras a él-su voz resonó en las paredes debido al extremo silencio que habia.

-No lo prefiero-miré a Brad,quien se encontraba ahora sentado.

-Ya,claro-posó su dedo índice sobre su labio inferior-.Pero antes,deberías conocer su pasado.

-¿Por qué?-él jugó con su labio.

-Tiene novia-soltó una pequeña risa-.Bueno,varias-lo miré sin entender a que se refería-.Mery,le pagan por salir con chicas.

-Eso es mentira, ¿quien iba a pagarle por salir conmigo?-se encogió de hombros.

Era imposible que alguien hiciera eso,nos conocimos por causalidad, ¿no?

-Solo te digo que no juegues con fuego-me miró fijamente-.Acabarás quemándote.

(...)

Una semana, una triste y exhaustiva semana había pasado desde el accidente y James seguía sin despertar. Ahora me encontraba en un parque, tomando el aire, lo necesitaba.

-Preciosa-noté como alguien susurraba en mi nuca, lo que hizo que me recorriera un escalofrío.

-Calum-sonreí involuntariamente.

-El mismo-rió-.Estabamos preocupados-cogió mi mano.

-No teníais porqué-entendía que si fuera James,se preocupara,el conoce mi pasado, el sabría que quizás podría hacer algo malo,que no era el caso,pero ellos no.

-Solo quería saber si estabas bien-sonrió acercándome más a él,pero las palabras de Brad resonaban en mi cabeza.

"Mery,le pagan por salir con chicas."

Negué mientras me separaba de él. Me miró por unos segundos antes de volver a acercarse.

-¿Qué pasa?-esta vez agarró mi cintura.

-¿Por qué estás así conmigo?-fue lo único que pude decir.

-¿Asi,como?-lo miré-.Solo intento hacerte entender...que me gustas-sonrió.

Era la primera vez que alguien me decía eso en años,la última vez fue en tercero, y todo había sido una broma.

-¿Te gusto?-el asintió.

-Desde el primer momento en que te vi-sonreí ligeramente y acto seguido, me besó.

Mil mariposas aparecían en mi estómago cada vez que hacia eso, me olvidaba de James, de Brad, de Luke, e incluso del mundo.

Yo no sabia que sentía hacia el, nunca había querido a alguien hasta el punto de decir, "te amo", no sabía la definición del termino querer.

-No puedo gustarte, no le puedo gustar a nadie-no quería admitir que yo era la que alejaba a las personas de mi. Ellos quizás tenían opiniones diferentes a la mía, pero con una simple mirada hacía que se alejaran, sin ni siquiera hablar.

-Claro que puedes gustarme Mery.

-No, no soy buena para ti, hay chicas mucho mejores que yo, y que seguro serán las novias o amigas perfectas-no pude evitar soltar alguna lágrima.

Duele cuando te comparan con alguien más,pero duele más cuando tu eres el que no deja de compararse con las demás personas. Persona que pasa por tu lado siempre será mejor que tú; más bonita, más flaca, más exitosa, se viste mejor, mejor hija,mejor amiga, mejor en todo, mejor que tú.

-No digas estupideces, me gustas tú, como eres, todo de ti-acarició mi mejilla-.Algunas veces tienes que dejar de analizar el pasado,de planear el futuro,de tratar de comprender tus sentimientos,algunas veces tienes que dejar de decidir exactamente que quieres o no, y solo ver lo que pasa.

Sequé mis lágrimas e intenté hacer como si nada de esto hubiera pasado, cerré los ojos por tan solo unos instantes y al abrirlos, nada. Él se había ido, dejándome sola, estaba rodeada de personas, pero aun así me sentía abandonada.

Quería gritar su nombre y ver si aparecía, pero era imposible, tenía un pequeño nudo en la garganta que a medida que pasaban los segundos y las miradas de las personas se posaban en mi, se iba haciendo más y más grande, impidiéndome moverme o hablar. Me dolía... y ni siquiera podía llorar.

Tomé aire y me puse a caminar sin dirección alguna. Sentía esas pequeñas ganas de morir, pero no de suicidarme,solo que si fuera por la calle y un coche estuviera a punto de atropellarme, no sentiría la necesidad de moverme.

-¡Mery!,¿¡donde vas?!-me giré instantáneamente al oír su voz. Se encontraba de pie, con un pequeño ramo de flores en su manos, mirándome mientras sonreía.

-Yo...,tu...,¿y eso?-miré las preciosas flores de varios colores.

-Bueno,son para ti, para demostrarte que a mi me importas-me las dio segundos antes de besar mi mejilla.

-Calum...son preciosas,muchas gracias-sonreí, el dolor que tenía, había desaparecido y ahora sentía como si miles de elefantes bailaran en mi estómago.

-Creeme que no tanto como tú-entrelazó nuestras manos-.Te quiero-fue tan solo un susurro, pero sin duda había conseguido que todos mis malos pensamientos desaparecieran.